¿Qué imprescindibles tenés en esta cuarentena? Hoy responde Laura Fuhr
Laura Fuhr, violinista del Ensamble de Música Popular de Fundación Cultural Patagonia, nos comenta como logró sobrellevar estos meses en aislamiento. Música, literatura, actividad física y mucho más, de la mano de Laura.
A falta de las rutinas de nuestra vida cotidiana, en estos meses de aislamiento supimos agarrarnos de ciertas costumbres, elementos, afectos y situaciones para sobrellevar una situación complicada para todos.
En esta sección, tuvimos a varios artistas de la región que nos fueron comentando sus imprescindibles; y en esta ocasión nuestra invitada es la violinista del Ensamble de Música Popular de Fundación Cultural Patagonia (FCP), Laura Fuhr.
Una de sus primeras elecciones tuvo que ver con algo que la acompañó desde antes, la acompaña ahora y la seguirá acompañando: los instrumentos: “Sin dudas la mayor cantidad de horas en este tiempo de cuarentena, fue en compañía de mis instrumentos, en diversos estados del alma y diferentes horas del día o la noche, ellos son con los que me siento a gusto: mi viejo violín, mi viola, el eléctrico de cinco cuerdas, la guitarra para canturrear un poco, o el ukelele, algunos robotitos electrónicos y un viejo gran amor que llegó hace poco a mi vida: mi primer piano. No necesito mucho más…”, relató.
Repasamos entonces los imprescindibles de Laura:
Libros
El placer solitario de los libros, los de verdad, con la letra impresa en papel, con olor a libro. Libros viejos, reviejos, nuevos, regalados, prestados. Los que leí de principio a fin, los que vuelvo a leer… Mis favoritos: León Tolstoi y Kurt Voneggut.
Yoga
Cada tanto se hace imprescindible aflojar nudos y contracturas, estirar, mover y acomodar la osamenta, es entonces el momento de ir al suelo con la mat de yoga, y recibir de paso algunas caricias y besuqueos inevitables de mi gata Memé.
El balcón
Cuando van transcurriendo los días sin poder salir, este breve rincón en el aire orientado al sur, las bardas, el río y las chacras, me regala postales que este año fueron pasando. El otoño doradísimo, el frío gris, las noches de neblina…
Mi copa
Ciertas noches mi casa es mi bar, suena la estrambótica playlist de Spotify, luz adecuada y a llenar mi copa, contra todos los males: ¡Salut!
A falta de las rutinas de nuestra vida cotidiana, en estos meses de aislamiento supimos agarrarnos de ciertas costumbres, elementos, afectos y situaciones para sobrellevar una situación complicada para todos.
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