Recetas con historia: panqueques de mazana

Ana María Marinozzi comparte esta página de su cuaderno de recetas, un “compilado de historias familiares, todas unidas por la comida, que sueño completar con viejas fotos nuestras”.

Mayo en Caviahue. Nos recibe el sol brillante, un cielo celeste limpio y un intenso aroma a azufre. A lo lejos, majestuoso e imponente el volcán. Una suave nube rosada se desprende difundiéndose en el nítido cielo. La villa pequeña con calles de tierra, casi desierta. Es temporada baja.


Estamos jaqueados: al frente el lago espejado, planchado y solitario. Al fondo el volcán Copahue dominante; frente a la villa la cascada cantarina y al otro lado un murallón que después me regalaría un pequeño lago congelado. Cierro los ojos, me lleno de olores y sonidos…


Las últimas mañanas en el Valle han sido frescas, húmedas y soleadas. Huelen a hojas que crujen al pisarlas. Una paleta de rojos, amarillos y verdes oscuros se adueña del paisaje. En la cocina algún aroma a manzanas asadas, dulce de membrillo y … ¿porque no panqueques de manzanas?
Recorriendo la Villa descubrimos una Hostería y Salón comedor, ubicada en una esquina, a pocas cuadras de la calle principal. Un amplio salón, mesas rústicas y adornada con objetos propios del lugar. Éramos los únicos clientes. Nos sirvieron una picada patagónica exquisita y abundante: salames, jamones, quesos y escabeches regionales, casero como el pan que acompañaba.
De postre: Panqueques de manzana Flameados, un derroche de aroma y sabor.
Cuando el Valle, mi lugar en éste mundo, se pinta de otoño, los recuerdos van y vienen. Momento de compartir el sabor de la manzana junto a mi familia, una pequeña fiesta en casa.

Ingredientes:
Manzana verde –roja 1
Harina 4 cucharadas grandes (aproximadamente)
Huevos 1 unidad
Leche 50 cm cúbicos
Manteca, azúcar C/ N
Azúcar, Canela, Crema batida, helado (opcionales)


PREPARACIÓN


Pelamos y cortamos en finas rodajas la manzana. Salteamos en un sartén con manteca, hasta obtener apenas un dorado. Espolvoreamos con un poco de azúcar mientras revolvemos la preparación. Sacamos y reservamos. Mezclar el huevo y la leche, agregar una pisca de sal. Revolver agregando la harina lentamente hasta obtener una mezcla suave y cremosa. Calentar un sartén y colocarle un pequeño trocito de manteca. Volcar la manzana dorada y arriba la mezcla, dejar cocinar lentamente la base antes de dar vuelta nuestro panqueque. Usen una espátula para que no se quiebre (al agregar la manzana es muy fácil de romperse, por lo que el panqueque debe ser un poco más grueso que lo habitual). Con mucho cariño y paciencia dar vuelta y cocinar del otro lado. Retiramos del sartén y… ahora viene lo mejor. Podemos simplemente espolvorearlo con azúcar y canela, servirlo tibio; agregarle una brochita de helado de crema o aceptar el desafío: flamearlo.
Colocamos el panqueque en un recipiente. Espolvoreamos azúcar y rociamos con Ron o Whisky. Y comienza la magia de jugar en la cocina con nuestra familia. Miradas atentas, risas pícaras y chistes… Encendemos el panqueque. Vamos rotando suavemente con cucharas hasta que el fuego se termine. Disfruten del intenso olor a azúcar y manzanas, aroma generoso que inunda nuestra cocina. Aromas del otoño en el Valle.


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