El truco para guardar el queso en la heladera y evitar que se eche a perder
Cambios de temperatura, exposición al aire o contacto con otros alimentos son factores que aceleran su deterioro, incluso dentro de la heladera. A continuación, te contamos cómo guardarlo para que dure más y cinco consejos clave para su conservación.
Conservar el queso en buen estado es un desafío común en muchos hogares. Este alimento, versátil pero delicado, puede perder sabor, textura o incluso deteriorarse si no se almacena correctamente. Cambios de temperatura, exposición al aire o contacto con otros alimentos son factores que aceleran su deterioro, incluso dentro de la heladera. A continuación, te contamos cómo guardarlo para que dure más y cinco consejos clave para su conservación.
El truco para prolongar la vida del queso:
La mejor forma de almacenar queso es utilizando papel especial para quesos, disponible en tiendas especializadas o fiambrerías. Este papel poroso protege el queso sin aislarlo completamente del aire, evitando la humedad excesiva y favoreciendo una maduración adecuada. Si no tienes acceso a este material, papel vegetal o papel para hornear son alternativas efectivas.
Paso a paso:
- Envuelve el queso directamente con el papel elegido.
- Opcionalmente, cubre el envoltorio con un paño de algodón o colócalo en un recipiente con tapa no hermética.
- Este método es ideal para quesos semicurados y curados como gouda, cheddar o parmesano.
Otra opción es usar un frasco o recipiente de vidrio/plástico con tapa que permita un leve ingreso de aire, evitando la aparición de moho y manteniendo la humedad justa.
5 consejos esenciales para conservar quesos en casa
- Condiciones ideales en la heladera
Almacena el queso a una temperatura de 2 °C a 4 °C, preferiblemente en el cajón de frutas y verduras, donde la humedad es estable y las fluctuaciones térmicas son mínimas. Evita colocarlo cerca del freezer o de alimentos con olores fuertes como pescado o cebolla, ya que el queso absorbe aromas fácilmente. - Manipulación adecuada
Cada vez que cortes una porción, envuelve el queso inmediatamente para evitar que se reseque y regrésalo a la heladera. Conserva porciones pequeñas (hasta 500 g) para una refrigeración uniforme y menor riesgo de deterioro. - Qué hacer con el moho
En quesos duros (como parmesano o sardo), elimina la zona afectada raspándola o cortando la primera loncha. En quesos blandos (como ricotta o cremoso), desecha toda la pieza, ya que el moho puede haber proliferado internamente. Para prevenirlo en quesos duros, aplica una fina capa de aceite de oliva extra virgen. - Cuidado con el queso rallado
El queso rallado se deteriora rápido debido a su mayor superficie expuesta. Lo ideal es rallarlo al momento de usarlo. Si debes guardarlo, usa un recipiente o bolsa hermética, retira el aire y consúmelo en pocos días. - Tiempo de consumo recomendado
Aunque el queso puede durar hasta dos semanas con los cuidados adecuados, lo óptimo es consumirlo dentro de las primeras 48 horas tras la compra para disfrutar de su mejor sabor y calidad.
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