Dónde conviene plantar romero: las especies que no lo acompañan bien y cómo cuidarlo en casa
El romero es una de las aromáticas más elegidas por su resistencia, su valor culinario y sus beneficios para la salud. Sin embargo, hay plantas con las que no conviene combinarlo si querés que crezca sano y fuerte.
El romero (Rosmarinus officinalis) es una planta rústica, aromática y de múltiples usos. Se cultiva tanto en jardines como en macetas, y se destaca por su capacidad de prosperar en climas secos y cálidos.
Aunque no necesita grandes cuidados, su ubicación en el jardín no es un detalle menor. Para que se desarrolle correctamente, es clave elegir bien las especies que lo rodean. Algunas plantas pueden afectarlo al competir por nutrientes o generar condiciones de humedad poco favorables.
Por qué no conviene plantar romero junto a ciertas especies
El romero requiere luz solar directa, suelos con buen drenaje y baja humedad. Estas condiciones lo hacen poco compatible con algunas hortalizas de sombra o de alto requerimiento hídrico, como las calabazas y las acelgas. En esos casos, el exceso de humedad ambiental puede favorecer enfermedades fúngicas.
Tampoco se recomienda asociarlo con especies de la familia de las Brassicáceas, como el repollo o la coliflor. Estas plantas tienen necesidades nutricionales similares y podrían dificultar el crecimiento del romero, al competir por los mismos minerales del suelo.
Plagas, enfermedades y combinaciones desfavorables
El romero, aunque resistente, puede verse afectado si se cultiva cerca de zanahorias o cebollas, ya que estos vegetales atraen insectos como pulgones que luego pueden extenderse a otras plantas.
En el caso de algunas flores ornamentales como los geranios, el problema no está en la competencia directa por recursos, sino en que pueden alojar plagas que también atacan al romero.
Para evitar estos riesgos, se recomienda dejar cierta distancia entre el romero y otras especies, y observar posibles señales de deterioro, como el amarillamiento de las hojas o la aparición de manchas.
Cuidados básicos para cultivar romero en casa
El romero se adapta mejor a suelos sueltos y algo arenosos, con una exposición solar intensa. No tolera el encharcamiento, por lo que el riego debe ser moderado: conviene esperar a que la tierra esté completamente seca antes de volver a regar.
En primavera y verano, el consumo de agua aumenta levemente por el crecimiento activo, pero es mejor pecar de poca agua que de exceso.
Una poda regular permite mantener la planta en buen estado, especialmente en macetas o espacios reducidos. También ayuda a eliminar ramas dañadas o afectadas por plagas como la araña roja o la cochinilla algodonosa.
Beneficios medicinales y propiedades del romero
Además de su valor como condimento, el romero se utiliza en medicina natural por sus efectos antiinflamatorios y antibacterianos. Sus hojas contienen vitaminas A, C, E y del grupo B, además de minerales como calcio, hierro, magnesio y zinc.
Tradicionalmente se usa para mejorar la circulación, aliviar dolores musculares y articulares, tratar problemas digestivos y fortalecer el sistema inmunológico. El aceite de romero, por ejemplo, es muy valorado por sus aplicaciones en masajes terapéuticos o para fortalecer el cuero cabelludo.
El lugar ideal para tu planta de romero
Para que el romero crezca sano, lo mejor es asignarle un espacio exclusivo o combinarlo con otras plantas de similares requerimientos, como el tomillo, la salvia o la lavanda. Estas especies no compiten entre sí y disfrutan del mismo entorno seco y soleado.
Planificar su ubicación es clave para mantener su vigor y aprovechar todas sus propiedades, ya sea en una maceta en el balcón o en el rincón más soleado del jardín.
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