Allen: Les llenaron el patio de ladrillos y no los dejan construir

La problemática habitacional afecta a los vecinos de Allen. Algunos optan por tomar terrenos, lo cual provoca conflictos en especial cuando son propiedades privadas.

En el caso de cinco familias, es más complejo porque quienes dicen ser los propietarios del lugar llenaron de pallets de ladrillos hasta en la puerta.

Jesús Emanuel Solinio tiene 25 años, está casado y vive en una casilla de madera con sus dos hijos. Desde octubre del año pasado ocupa un terreno ubicado en la calle Bahía Blanca y los cables de alta tensión.

“Vino el ladrillero Bartolo con el dueño que supuestamente es Eduardo Marinao y metieron ladrillos por todos lados”, señaló .

Sin embargo según Jesús, este hombre “no tenía papeles legales” que demuestren que es el propietario.

Eduardo Marinao en cambió manifestó que las tierras las compraron a través de la Asociación de Ladrilleros de Allen y que esas dos hectáreas con suyas. (Ver recuadro).

El municipio de Allen también confirmó que la asociación es propietaria de esas tierras, incluso tienen un copia del boleto de compra venta. Sin embargo negaron que Marinao sea el dueño de esas parcelas usurpadas ya que no se pueden subdividir “porque no es una zona urbana”.

“Les pedimos que saquen los pallets y nos decían que iban a llevárselos en los camiones, pero cada vez traen más”, se quejó Sebastián.

El hombre dijo que se han juntado con vecinos de otras tomas y se han dirigido a la municipalidad y no han tenido respuesta. También se comunicaron con el gobernador Alberto Weretilneck pero la situación no cambia.

“Somos cinco familias que tomamos estos terrenos, en total 22 personas”, señaló.

“Queremos que nos bajen los servicios y pagar por estos terrenos, no queremos nada regalado. El agua y la luz están conectadas de manera clandestina”, expresó preocupado.

Sebastián Ramírez es otro vecino que ocupa el terreno de al lado con su familia y también vive en una vivienda precaria. “Le pedimos amablemente al hornero Bartolo si nos podía sacar los pallets pero cada vez pone más y nos amenaza”, acusó.

Según Sebastián, el terreno “no es de nadie”. “Cuando empezamos a cercar nos pusieron estos pallets”, señaló.

Sebastián dijo que quiere “terminar mi casa y levantar paredes porque con las bajas temperaturas entra mucho el frío. Tengo una nena con fiebre y anda con catarro”, expresó preocupado.

El vecino trabaja como albañil y espera que se regularice la situación para acceder a una vivienda digna.

En este caso confluyen la irregularidad de tomar un terreno y colgarse de los servicios y del otro quienes muestran su derecho sobre la propiedad.

Son cinco familias las que ocupan tierras cerca de los hornos de ladrillos.

117 hectáreas compró la Asociación de Ladrilleros de Allen.

Eduardo Marinao manifestó que las tierras las compraron a través de la Asociación de Ladrilleros de Allen y que esas dos hectáreas son suyas.

Son de la Asociación de Ladrilleros

“Río Negro” se comunicó con Eduardo Marinao, el supuesto dueño de esas tierras, que además es delegado en Río Negro de la Unión Obrera Ladrillera de la República Argentina (UOLRA) y ex presidente de la asociación de ladrilleros de Allen.

Mariano explicó que cuando era presidente de la asociación, los socios compraron a
través de la entidad 117 hectáreas a la empresa Barda de San Miguel SA.

“Yo compré esas dos hectáreas que están en la calle
Bahía Blanca y alta tensión”, dijo.

Desde el área de Planeamiento del Municipio de Allen confirmaron que las tierras fueron compradas por la Asociación de Ladrilleros
de Allen a Barda de San Miguel SA. Incluso tienen una
copia del boleto de compra-venta.

césar izza