Paritarias 2018: los duros dialogan y los antiguos aliados agitan paros

Con un escenario gremial alterado, donde los antiguos conciliadores tienen las posturas más rígidas y los intransigentes de antes caminan el sendero del diálogo, el gobierno provincial abrirá hoy una nueva instancia de debate salarial.

La paritaria entre Unter y Educación será la primera en una semana cargada de expectativas, con los tres sindicatos principales moviendo piezas lentamente.

El gremio docente espera una oferta superadora luego de la propuesta inicial del 15% en cuatro tramos hasta noviembre, con revisión en septiembre, y de los 1.500 pesos de suma fija que se agregaron en segunda instancia.

El plenario de secretarios generales se reunió el viernes en Roca y ratificó sus exigencias mínimas: elevar el porcentaje final de incremento y desterrar cualquier monto no remunerativo del esquema salarial.

La dirigencia encabezada por Patricia Cetera escuchará hoy, sacará sus primeras conclusiones y luego bajará la información a las seccionales, para avanzar hacia el Congreso del jueves en Roca.

Más allá de ese proceso de escucha a las bases, el margen para lanzar medidas de fuerza prolongadas es reducido para la Unter.

Internamente se admite que el impacto de los descuentos realizados por el gobierno el año pasado marca un límite en las acciones de protesta.

ATE mira de reojo

Con razones distintas pero también forzado a pensar dos veces el impacto interno y externo de sus manifestaciones, la conducción del gremio ATE estará muy atenta al resultado de la paritaria de Unter.

El gobierno convocó al sindicato estatal para el miércoles, pero el secretario general Rodolfo Aguiar buscará estirar los plazos. ¿La razón? No exponerse antes del Congreso del gremio docente.

Si ATE acuerda primero, condicionará el debate de la Unter y eso no sería bien visto por los socios mayoritarios de Aguiar dentro de la CTA.

Aguiar mantiene canales de diálogo fluidos con el gobierno provincial, que este año reconoció por primera vez a ATE como integrante de la mesa de negociaciones.

En esos contactos escuchó sobre los condicionamientos del gobierno provincial, que aceptó pautas nacionales de contención del gasto y no puede alejarse demasiado del 15% de inflación previsto oficialmente.

Así fue como surgió la opción de escalonar las subas, mejorando el porcentaje para los estatales con menores ingresos.

La idea no disgustó a Aguiar, que tiene en esa franja a la mayor parte de sus 6.337 afiliados de la órbita provincial.