Río Negro: bomberos se preparan para un verano duro por el calor de El Niño

Pronostican temperaturas de 40 grados para esa estación. Ponen a punto maquinarias y capacitan a los combatientes. Polémica por el mantenimiento de las picadas.

El calentamiento que origina “El Niño” será notorio desde noviembre y prevén temperaturas de 40 grados en verano, un escenario que ya puso en movimiento a los bomberos de Río Negro. Se abre así otra temporada con riesgos de incendios forestales en una gran porción de la provincia. Hoy está en puesta a punto toda la maquinaria en las localidades que integran la jurisdicción del Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales (SPLIF) de Conesa , que incluye los cuarteles de bomberos de Viedma, Guardia Mitre, Conesa, Río Colorado, San Antonio, Pomona, Lamarque, Luis Beltrán, Choel Choel, Darwin, Coronel Belisle y Chimpay.

Aunque existen zonas de campos con muchas variaciones por las diferencias del milimetraje de lluvia caídas este año, el peligro persiste para todas por igual.

Distintas fuentes consultadas prevén contingencias similares a lo ocurridas en la temporada 2015-2016, cuando el fuego arrasó campos en el este rionegrino, en la margen norte de los departamentos Adolfo Alsina y Conesa, el norte de Guardia Mitre, el sur de Viedma y el paraje General Palacios, el departamento de Caleu Caleu (La Adela en la Pampa) y los partidos de Villarino y Patagones en la provincia de Buenos Aires. Se estima que se quemaron unas 600.000 hectáreas y las pérdidas de forraje superaron las 400.000 toneladas.

Por mortandad de animales, rotura de postes, alambrados e instalaciones privadas, el daño calculado fue de unos 280 millones de pesos.

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La temporada 2017-2018 fue tranquila para los bomberos, algunas lluvias oportunas, en grandes superficies con poco pasto.

Hoy los informes climáticos arrojan que “El Niño” tendrá días con temperaturas superiores a los 40 grados, posibles formaciones de tormentas eléctricas. Al cuadro se suma una renovada vegetación con abundante rebrote de especies remanentes y otros campos no quemados. Los organismos de defensas provinciales están en alerta ante un escenario que viene muy complicado.

Se espera una reunión ampliada entre los responsables de Defensa Civil de la provincia, SPLIF Conesa y responsables de los cuarteles de bomberos para delinear estrategias de trabajos.

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Las directivas incluirían a las Sociedades Rurales para que “la bajada de línea” por el nuevo escenario climático llegue a dueños de campos y productores rurales, quienes deben mantener limpias y despejadas las picadas corta fuego. La iniciativa apunta también a informar sobre el cumplimiento de la nueva legislación de la provincia que declara de interés público la prevención, supresión y combate de los incendios forestales y rurales. Obliga a los propietarios de campos a realizar la apertura y mantenimiento de las picadas cortafuegos y la limpieza de los alambrados perimetrales.

“Nos sumamos para aportar nuestro profesionalismo en los combates de incendios. Nuestro cuerpo cuenta con 21 combatientes”.
Jorge Chirotti, jefe del SPLIF Conesa

Los departamentos del este rionegrino, con vastos campos. Los más expuestos a sufrir incendios.
Jorge Tanos

El espacio entre alambradas, tema de una polémica.
Jorge Tanos

Daños en el 2016

La legislación provincial obliga a los dueños de campos a realizar la apertura y mantenimiento de las picadas cortafuegos y limpieza de alambrados.

Cambios luego de una temporada dramática

En la temporada 2015-2016 hubo incendios donde los bomberos trabajaron semanas enteras. Momentos donde sus vidas corrieron peligro al quedar encerradas entre las llamas, junto a sus equipos y vehículos .

Tras esa experiencia dramática, el gobierno provincial puso en marcha el servicio del SPLIF en General Conesa, que está a cargo de Jorge Chiriotti, hombre de amplia experiencia en el combate de incendios.

El cuerpo cuenta con 21 brigadistas capacitados y evalúan a un grupo nuevo de aspirantes que serán incorporados al cuerpo para cubrir 25 puestos nuevos.

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El Splif de Conesa funciona en forma paralela con Bariloche y El Bolsón. “Venimos a sumarnos a la tarea que llevan adelante los bomberos en la temática de incendios de campos, aportando nuestra experiencia y profesionalismo. Hoy se cuenta con 21 combatientes capacitados y listos para una eventual contingencia, además de todo el equipamiento necesario para afrontar los incendios.” señaló Chiriotti, como lo establece la normativa.

Todo un problema cuando llega el momento de contener el avance del fuego a otros cuadros o campos vecinos.

En los últimos meses se produjeron casi a diario incendios de pastizales en la zona de chacras de Río Colorado. Los hechos, más allá del alerta para la población y sus riesgos potenciales, fueron una oportunidad de preparación para los bomberos de la localidad, de cara a un verano que viene amenazante.

Polémica por las picadas en los campos

La nueva ley provincial sobre incendios exige a los propietarios de los campos mantener limpias y despejadas las picadas y alambrados perimetrales por las que se moverán los bomberos en casos de incendio, pero no define las medidas de las mismas.

Para los bomberos deben tener 7 metros de ancho a cada lado del alambrado, pero la mayoría de los propietarios las hace al 50% para abaratar los costos que demanda contratar el servicio para realizar la tarea.

El artículo 7º de la ley establece que la zona debe estar “limpia en los alambrados perimetrales” y establece la “obligación de los propietarios, arrendatarios, aparceros, usufructuarios u ocupantes de cualquier de los inmuebles para realizar las acciones preventivas” contra los incendios.

No establece los metros de ancho que deben tener. Y ese es el punto de conflicto entre bomberos y los ruralistas.

Un dato a considerar es que no todos los dueños de campos cuentan con los equipos necesarios para realizar las limpiezas (un tractor y una rastra), por lo que deben contratar el servicio a un tercero.

Las tareas se cobran por horas máquina y van de los $ 3.500 a 5.000 la hora, según el estado del campo o el nivel de complejidad de los terrenos.

Una picada ancha bien realizada, en un momento complicado de incendios, permite circular a dos vehículos o las maquinarias pesadas. Esas condiciones brindan comodidad para trabajar, para pasar de cuadro a cuadro y otra vía para salir en caso de emergencia.

Los bomberos consideran que si el estado de las picadas es el correcto, los brigadistas pueden organizarse perfectamente para trabajar con los contrafuegos.

Pocos son los propietarios de campos que realizan el mantenimiento de las picadas y la limpiezas de los alambrados perimetrales, según los testimonios brindados a este diario.

Costo

Datos

600.000
Las quemas de hectáreas registradas en aquella temporada, cuando el fuego arrasó campos en el este.
280
Los millones de pesos calculados en daños por muerte de animales y roturas.
400.000
Las toneladas de forrajes que se perdieron por el fuego, que afectó los departamentos de Adolfo Alsina, Conesa, Viedma y Patagones, en Buenos Aires.
La legislación provincial obliga a los dueños de campos a realizar la apertura y mantenimiento de las picadas cortafuegos y limpieza de alambrados.
$ 3.500
El costo por hora de la pasada de máquinas para la limpieza de picadas y cortafuegos en los campos.

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