Weretilneck: “Está terminando mi ciclo, pero no el de Juntos”

El gobernador, Alberto Weretilneck, clausuró pública y definitivamente la idea de un tercer mandato. Fue ayer en Allen, desde donde convocó a todos los dirigentes y militantes de Juntos a defender en las calles el proyecto iniciado hace siete años, algo que –desde su punto de vista– es más relevante que el nombre del candidato a la gobernación.

Cerca de las 14 y delante de unas 1.500 personas que colmaron el salón de Bomberos Voluntarios, Weretilneck admitió que empezaba a dar “uno de los discursos más difíciles” de su carrera.

En pocos minutos debía desterrar las ideas re-reeleccionistas que todavía rondaban en el imaginario oficialista, tenía que despabilar a un partido lleno de incertidumbre desde el pésimo 2017 electoral y todo eso había que lograrlo con precisión quirúrgica en las palabras, para no expresar preferencias sobre alguno de los dirigentes en carrera para la sucesión.

Casi una hora después podía sentirse satisfecho con esas metas, aunque entre los miembros de la conducción de Juntos empezaba a instalarse la sensación de que se vienen semanas intensas en la vida interna del gobierno y del partido.

Ocurre que el gobernador advirtió que los demás partidos ya están en carrera rumbo al 2019, mientras el oficialismo recién está empezando su debate.

“Es probable que aceleremos el proceso. Antes de que termine junio deberíamos tener nuestros candidatos, porque hay que andar, caminar mucho y explicar todo lo que hicimos en estos siete años”, sintetizó Weretilneck en rueda de prensa cuando llegó al acto.

De todas maneras, el mandatario llamó a transitar ese proceso sin traumas.

“Siempre las sucesiones generaron problemas. Animémonos a quebrar la historia. Está terminando mi ciclo, pero no el de Juntos, que llegó para quedarse”, dijo en su discurso, convocando a encontrar la fórmula “por consenso y sin jugadas sucias”.

“Somos distintos al resto de los partidos y tenemos que dar el ejemplo”, insistió.

Esa señal de horizontalidad y armonía se buscó transmitir también desde los discursos previos. Hablaron los tres potenciales candidatos a gobernador –el vicegobernador Pedro Pesatti, el legislador Alejandro Palmieri y la ministra Mónica Silva– además del ministro de Gobierno, Luis Di Giacomo y el intendente de Bariloche, Gustavo Gennuso.

Ninguno de ellos esbozó iniciativas personales y todos se enfocaron en ubicar el proyecto por encima de los dirigentes.

Esa fue la línea trazada por Weretilneck, quien reclamó la apertura de locales partidarios en todas las ciudades y parajes de la provincia.

“Tenemos que salir a la calle a defender a Juntos. El Río Negro de hoy no es fruto de los mesianismos personales. Es fruto de una idea, de un proyecto”, alentó a los militantes, abriendo la puerta también a los avisos a la conducción provincial si en alguna localidad no se otorgaban espacios para la participación.

El gobernador dejó en claro que no buscará un tercer mandato pero también que seguirá conduciendo el partido y que se involucrará a pleno en la campaña.

“Nosotros no vamos a ir con promesas, vamos a ir con hechos”, afirmó.

El futuro en tres claves

La gestión de gobierno. El gobernador planteó el año y medio restante como “crucial” para el futuro del proyecto.

La organización del partido. Se insistió en el “compromiso” local. Weretilneck exigió la apertura de locales de Juntos en toda la provincia y pidió “que se abran las puertas”.

Los candidatos. Fórmula definida en poco tiempo y por consenso. A nivel local, aseguró que “vamos a tener candidatos en las 39 ciudades”.

Luz verde para el balotaje

Weretilneck confirmó ayer que “el balotaje es una opción cierta” y buscó justificar la posibilidad de reformar la ley electoral de la provincia indicando que “cuanta mayor legitimidad tenga un gobernante, mejor es”.

“Yo fui reelecto con el 53% y creo que pude superar las dificultades que hemos tenido a partir de este gran respaldo de la sociedad. Con el balotaje lo que estamos buscando es ese mayor respaldo y no tener la debilidad de un gobierno o gobernador con el 35% o 37% de los votos”, indicó.

Más allá de esa explicación, los cambios normativos tienen su trasfondo político, porque permitirían al oficialismo unir fuerzas con otros partidos (principalmente Cambiemos) para derrotar en esa eventual segunda vuelta al FpV.

Ayer Weretilneck se apartó de la idea de una alianza previa con los referentes del oficialismo nacional en la provincia.

Dijo que “lo peor que le podría pasar a Río Negro es ser gobernada por alguno de los partidos mayoritarios nacionales”.

“Los dirigentes locales hacen segundismo. Los retan en Buenos Aires y agachan la cabeza”, describió.

Qué dijeron los tres potenciales candidatos