“Relación hombre pobre-hombre rico”

Relación es una categoría fundamental en la ciencia del conocimiento, y que por ello impregna toda concepción de la realidad. La racionalidad humana tiene su manifestación más originaria en el ejercicio de la facultad de juzgar, es decir, relacionar términos. Por otra parte el gran avance científico que suponen las concepciones de Newton y Galileo se debe a que desconsideran las sustancias y atienden a las relaciones (matemáticas) de los hechos. La mayoría de los católicos vemos en la relación pobre-rico al rico como responsable de la carencia del pobre, como si el flaco fuera responsable del gordo. Dicha actitud no es proclive al desarrollo, al pobre le genera una situación de dependencia de otro, no de emulación; y el “rico”, como dice Atahualpa, bicha la puerta y se aleja… “Los bienes se generan con trabajo y capital, el ocio es el manantial de la miseria”, dice Alberdi. En América Latina campean las políticas populistas, se basan en controvertidas promesas para satisfacer las necesidades inmediatas necesarias sin cumplir las leyes teológicas y naturales. La primer ley teológica dice: “Ganarás el pan con el sudor de tu frente”, nos impele a ser ganadores de todo (“pan” es “todo”, en griego). Y sudar es pensamiento propio del humano, más acción, o sea, voluntad y libertad. Dios o la naturaleza dotó a todos los humanos de voluntad y libertad de elegir entre el bien y el mal. Jesús expresa esta ley de buscar el pan a través de Mateo 6 y Lucas 11 en la oración del Padre Nuestro que todos sabemos desde los 6 años. Se enseña la oración del pan, sólo pedir el pan. Jesús expresa no sólo pedir, también buscar el pan, la sinergía de la acción: “El que pide se os dará, el que busca hallará y el que llama se le oirá”. Conforme escritura sería: “El pan nuestro de cada día que buscaremos con tu espíritu dánoslo hoy”. La sola acción de pedir el pan, omitiendo la de buscar, tiene su razón histórica en el primer período de la patrística, en el inicio del cristianismo –siglos I/III–. Los esclavos en su mayoría en el Imperio Romano abrazaron rápidamente la fe del cristianismo, siendo perseguidos y martirizados. Los primeros padres de la Iglesia hacían el esfuerzo para asimilar y adaptar la sabiduría antigua a la revelación. Su aparición estuvo condicionada por una serie de fenómenos externos: 1) La necesidad de obtener el reconocimiento oficial para la libre práctica del culto y la predicación, origen de la apologética. La enseñanza era oral, y la oración de Jesús sobre cómo nos tenemos que dirigir a nuestro padre Dios en un mundo de esclavos no podía ser oficialmente aceptada. Los esclavos debían ser dependientes, sólo pedir, por eso la oración del Padre Nuestro no reflejó la enseñanza oral, como Jesús la enseñaba, pero sí lo hicieron los escritos de Lucas y Mateo en el Nuevo Testamento aprobado en el Concilio de Nicea en el siglo IV. El emperador Constantino ordenó cesar la persecución de cristianos en el año 321 y organizó la Iglesia oficial, asignándole sueldos a los obispos. El esclavismo fue abolido en Argentina en 1853 y en EE. UU. de América en 1862. Hoy se enseña la misma oración que en el Imperio Romano y en el medioevo en el afianzamiento de las monarquías feudales. Si se enseña sólo a pedir el pan permanecemos en el infantilismo. Al ser la madre naturaleza más exigente (zonas frías: Québec en Canadá, Vascos-Catalanes en España, Piamonte en Italia, mayorías católicas), impulsa el progreso y autonomía para salir del infantilismo. Mi Iglesia Católica incurre ahora en mala praxis, es una de las causas por las que América Latina no sale de la pobreza. Antes era por necesidad, para que cesara la persecución se debía sólo pedir. Ahora es mala praxis, soy ciudadano si sólo pido la acción esta en otro. La educación en la primera infancia sella el futuro. La Iglesia Católica recibe en la Argentina un aporte anual del Estado Nacional de dos mil millones de dólares, teniendo su base en que el presidente de la Nación debía ser del culto católico apostólico romano, situación no necesaria con la reforma de la Constitución Nacional del año 1994. José Francisco Imaz, DNI 6.563.303 Neuquén

José Francisco Imaz, DNI 6.563.303 Neuquén


Relación es una categoría fundamental en la ciencia del conocimiento, y que por ello impregna toda concepción de la realidad. La racionalidad humana tiene su manifestación más originaria en el ejercicio de la facultad de juzgar, es decir, relacionar términos. Por otra parte el gran avance científico que suponen las concepciones de Newton y Galileo se debe a que desconsideran las sustancias y atienden a las relaciones (matemáticas) de los hechos. La mayoría de los católicos vemos en la relación pobre-rico al rico como responsable de la carencia del pobre, como si el flaco fuera responsable del gordo. Dicha actitud no es proclive al desarrollo, al pobre le genera una situación de dependencia de otro, no de emulación; y el “rico”, como dice Atahualpa, bicha la puerta y se aleja... “Los bienes se generan con trabajo y capital, el ocio es el manantial de la miseria”, dice Alberdi. En América Latina campean las políticas populistas, se basan en controvertidas promesas para satisfacer las necesidades inmediatas necesarias sin cumplir las leyes teológicas y naturales. La primer ley teológica dice: “Ganarás el pan con el sudor de tu frente”, nos impele a ser ganadores de todo (“pan” es “todo”, en griego). Y sudar es pensamiento propio del humano, más acción, o sea, voluntad y libertad. Dios o la naturaleza dotó a todos los humanos de voluntad y libertad de elegir entre el bien y el mal. Jesús expresa esta ley de buscar el pan a través de Mateo 6 y Lucas 11 en la oración del Padre Nuestro que todos sabemos desde los 6 años. Se enseña la oración del pan, sólo pedir el pan. Jesús expresa no sólo pedir, también buscar el pan, la sinergía de la acción: “El que pide se os dará, el que busca hallará y el que llama se le oirá”. Conforme escritura sería: “El pan nuestro de cada día que buscaremos con tu espíritu dánoslo hoy”. La sola acción de pedir el pan, omitiendo la de buscar, tiene su razón histórica en el primer período de la patrística, en el inicio del cristianismo –siglos I/III–. Los esclavos en su mayoría en el Imperio Romano abrazaron rápidamente la fe del cristianismo, siendo perseguidos y martirizados. Los primeros padres de la Iglesia hacían el esfuerzo para asimilar y adaptar la sabiduría antigua a la revelación. Su aparición estuvo condicionada por una serie de fenómenos externos: 1) La necesidad de obtener el reconocimiento oficial para la libre práctica del culto y la predicación, origen de la apologética. La enseñanza era oral, y la oración de Jesús sobre cómo nos tenemos que dirigir a nuestro padre Dios en un mundo de esclavos no podía ser oficialmente aceptada. Los esclavos debían ser dependientes, sólo pedir, por eso la oración del Padre Nuestro no reflejó la enseñanza oral, como Jesús la enseñaba, pero sí lo hicieron los escritos de Lucas y Mateo en el Nuevo Testamento aprobado en el Concilio de Nicea en el siglo IV. El emperador Constantino ordenó cesar la persecución de cristianos en el año 321 y organizó la Iglesia oficial, asignándole sueldos a los obispos. El esclavismo fue abolido en Argentina en 1853 y en EE. UU. de América en 1862. Hoy se enseña la misma oración que en el Imperio Romano y en el medioevo en el afianzamiento de las monarquías feudales. Si se enseña sólo a pedir el pan permanecemos en el infantilismo. Al ser la madre naturaleza más exigente (zonas frías: Québec en Canadá, Vascos-Catalanes en España, Piamonte en Italia, mayorías católicas), impulsa el progreso y autonomía para salir del infantilismo. Mi Iglesia Católica incurre ahora en mala praxis, es una de las causas por las que América Latina no sale de la pobreza. Antes era por necesidad, para que cesara la persecución se debía sólo pedir. Ahora es mala praxis, soy ciudadano si sólo pido la acción esta en otro. La educación en la primera infancia sella el futuro. La Iglesia Católica recibe en la Argentina un aporte anual del Estado Nacional de dos mil millones de dólares, teniendo su base en que el presidente de la Nación debía ser del culto católico apostólico romano, situación no necesaria con la reforma de la Constitución Nacional del año 1994. José Francisco Imaz, DNI 6.563.303 Neuquén

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