Riesgo para el MPN por el voto nacional

PANORAMA DE NEUQUÉN

Qué pasaría si el Movimiento Popular Neuquino deja de tener una figura de peso como Guillermo Pereyra en un espacio de poder como es el Senado? La pregunta se la hizo este diario a un dirigente del partido, quien aseguró que pasará un tiempo “precioso hasta que los melones se acomoden en el carro”. Escenario uno con Fernández-Fernández y dos con Macri-Pichetto.

“En cualquiera de los dos el único que tiene cintura política es Pereyra, los otros senadores se nacionalizan y no vuelven a Neuquén como (Oscar) Parrilli que se dio el lujo de no estar en la caravana de cierre de la campaña”, aseguró.

Ahora bien, tanto en Juntos por el Cambio como en el Frente de Todos confían que la desventaja que tuvieron el 10 de marzo, cuando el MPN floreció como un cactus, se transforma en una ventaja por la boleta corta. Pereyra y el gobernador Omar Gutiérrez lo saben y por eso arengaron a miles de petroleros en Añelo a que, por omisión, voten en blanco para presidente antes de poner en riesgo el lugar en la Cámara Alta. “Metan en el sobre solo la boleta del MPN, solo solo la boleta del MPN”, dijeron en un emblemático escenario con la febril actividad de Vaca Muerta de fondo. Un símbolo.

El dictamen de las urnas no será definitorio hoy, salvo para el MPN que es el único que tiene competencia interna: Pereyra contra Hugo Rauque, solo es la antesala de las generales. Al gobierno neuquino le servirá para medir cómo dirigir la campaña para octubre sin caer en la bipolaridad de la anterior compulsa en la compitió Alma Sapag.

El senador y el gobernador pidieron por omisión que se vote en blanco para presidente con el fin de evitar la confusión de dos boletas en el sobre.

En Juntos por el Cambio se bañan de optimismo y recuerdan que David Schlereth ganó en localidades que nunca visitó. Destilan que la ola nacional pro Macri-Pichetto arrastre la boleta de Horacio Quiroga y Lucila Crexell. Quienes dirigen Juntos se preocuparon por evitar una boleta corta o que el nombre del presidente esté en dos boletas, lo que terminó con las aspiraciones de Juan Peláez.

En el Frente de Todos dicen que están tranquilos porque les sonríen las encuestas y recuerdan que cuando Cristina está en la boleta, los neuquinos llenan las urnas con la boleta con su cara.

María Esperanza Casullo es docente e investigadora de la Universidad Nacional de Río Negro e investigadora del Cippec. Escribió hace dos años que el resultado de las PASO “demuestra que la política neuquina sigue en un proceso de nacionalización que parece ser de difícil reversión”. Recordó que aunque desde 1983 hasta ahora el MPN ha ganado siempre las elecciones a gobernador con comodidad, anotó que en el 2015 quedó cuarto en la disputa para diputados nacionales y en el 2011 fue segundo en las legislativas. En las elecciones previas, el MPN siempre había obtenido un piso del 30% de los votos mientras que en agosto de 2017 apenas pasó el 22%.

El gobierno provincial es consciente del contrapeso que significa tener un senador ante el gobierno central sin que se nacionalice.

¿Por qué es un riesgo para el MPN perder un lugar de negociación a nivel nacional? En las gestiones anteriores era el propio Jorge Sapag quien dirigía el norte de los intereses provinciales con un protagonismo a los ministros para que se encargaran de los asuntos de cabotaje. La impronta de Omar Gutiérrez fue opuesta, marcó una territorialidad interna que le valió la cómoda reelección pero fue el senador petrolero quien ofició de “embajador” en Buenos Aires. Claro que no lo reconocen públicamente ninguno de los dos, uno por vanidad y el otro por humildad.

La mesa Vaca Muerta, el acuerdo para evitar que CALF se desmorone por la aventura de su presidente, el blindaje de los no convencionales, y la adenda del convenio colectivo son algunos de los porotos que se anotó a favor el petrolero. El senador, hay que decirlo, llegó a ese lugar cuando se enfrentó a Sapag luego de que éste firmara el acuerdo con Chevron YPF, el germen de la explotación de Vaca Muerta.

En una elección similar a esta, en el 2007, hubo una cosecha de votos en blanco que fue superior a los que sacaron los candidatos. Allí el MPN salió segundo. Se evitó el riesgo pero no se lo selló, ahora renació.