Tuvo un accidente laboral en Roca y denuncia que su jefa la abandonó

Susana Gut, tiene 45 y luego de un fuerte accidente laboral se quedó sin trabajo y postrada en la cama. Tras caerse de una escalera, mientras se retiraba de su puesto laboral, la mujer denuncia que sufrió el abandono de su jefa, quien la desvinculó de su empleo y se negó a pagarle el último mes trabajado.

Según afirmó, hace más de tres meses se encuentra esperando que Salud Pública de la provincia le entregue dos prótesis cervicales que le permitirán finalmente operarse. Su situación económica no le permite cómpraselas ya que su costo es superior a los 200 mil pesos.

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“El golpe que tuve luego de la caída me generó tres hernias lumbares y me agravó la malformación de Chiari que padezco. La señora para la que trabajaba en ningún momento se hizo cargo, me negó en todo el tiempo, hasta se negó a pagarme el sueldo del último mes que pude trabajar. Ella sabía que yo iba a quedar mal, por eso me echó. Yo no tenía plata ni para los calmantes y le pedí que me ayude pero se hizo la enojada”, sostuvo Susana, que agregó que ya comenzó a trabajar con un abogado para iniciar un juicio laboral.

La mujer relata que trabajó para su empleadora durante cinco meses, con la promesa de que a los tres finalmente iban a realizar la firma de un contrato. Pero asegura Gut que a pesar de su insistencia, ella nunca accedió porque argumentó tener “problemas con su contadora”.

Como jefa de familia, Susana no solo se encuentra afrontando su complicada situación de salud sino que este accidente le trajo un sin fin de problemas. Desde mayo no se puede levantar de la cama sola y no puede cuidar de tres hijos menores de edad. La falta de trabajo hizo que sus hija deban asistir al merendero del barrio y debió vender electrodomésticos de sus casa para pagar los servicios básicos.

”Es muy doloroso como madre no tener plata ni para comprar comida para mis hijos. Estamos a pocos días de Navidad y me parte el alma no poder tener plata para un pan dulce, tampoco le puedo comprar los guardapolvos que necesitan para el acto de fin de año de la escuela”, relata la mujeres que tiene a su cargo dos hijas de 10 y un hijo de 14.

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Desde el accidente debió atenderse en la salita de su barrio y en el hospital Francisco López Lima, porque no cuenta con obra social ni con los ingresos suficientes para cubrir una atención medica en el área privada. Sus dolores le exigen la aplicación de calmantes con frecuencias, pero no tiene el dinero para comprarlos.

“Desde el Ministerio de Salud me han respondido que tengo que esperar que baje el precio, pero yo las necesito urgente. Eso me va a permitir la operación, de la que espero salir bien, para poder cuidar de mis hijos y comenzar a trabajar para generar un ingreso para mi hogar”, agregó Gut.

Su familia, amigos y vecinos son quienes la acompañan, la ayudan con sus hijos y le traen leche para que puedan alimentarse. La gran desesperación de no tener dinero para pagar la luz la llevó a Susana a vender sus propios electrodomésticos. “Es muy duro esto, nos estamos arreglando con lo poco que nos queda”.

Desde el Merendero Los Mirlos, lugar donde asisten las hijas de la mujer, han realizado campañas solidarias para recolectar alimentos y ayudar a la familia en este complicado momento.