Roma festeja de la mano de Batistuta

Conducido por el goleador argentino, logró el ansiado «scudetto» luego de dieciocho años de frustraciones.

ROMA (Télam) – Los argentinos Gabriel Batistuta y Wálter Samuel se consagraron ayer junto a la Roma al conquistar la liga italiana de fútbol, la tercera que obtiene en su historia en equipo de la capital de la península, mientras que Hernán Crespo, de la Lazio, se erigió en el máximo goleador, con 26 tantos.

La «lupa», como es conocido Roma por sus seguidores ya que en su escudo figura la célebre «loba» que amamantó a Rómulo y Remo, consiguió -bajo la conducción de Fabio Capello- el «scudetto» después de dieciocho años de sequía con el triunfo logrado ayer como local sobre el Parma, por 3 a 1.

El partido estuvo interrumpido unos diez minutos, a cinco del final, a causa de una invasión del terreno de juego de centenares de espectadores.

Finalmente, el público fue evacuado sin incidentes y se disputaron los minutos restantes que permitieron la consagración de Roma.

Los goles del campeón fueron obra de Francesco Totti, Vincenzo Montella y Batistuta, mientras que Parma salvó el honor gracias a Marco Di Vaio.

Batistuta, después de nueve años en la Fiorentina, llegó a Roma para «ganar algo» y, por fin, lo consiguió.

El artillero argentino le ofreció al equipo tanto su instinto goleador como su espíritu luchador, pese a haber estado el primer tercio de la temporada arrastrando una lesión en la rodilla.

En tanto, la llegada de Samuel le aportó consistencia, contundencia y seguridad a la defensa romana.

La gran revelación de este año en la Roma fue el volante Damiano Tommasi, quien a sus 27 años «explotó». Fue el alma y la creación del equipo.

También resultó valioso el aporte del «avión» Vincenzo Montella, quien no fue titular habitual, pero que siempre que jugó anotó y, además, lo hizo en los momentos más oportunos.

Juventus venció por 2 a 1 al Atalanta, en otro partido que sufrió una interrupción por invasión del terreno.

El campeón desplazado, Lazio, cayó 2 a 1 en el estadio de Lecce, que gracias a este triunfo evitó el descenso.

El equipo romano abrió el marcador con un penal ejecutado por el argentino Hernán Crespo, pero Lecce contestó con dos goles de Gaetano Vasari.

Los otros resultados fueron: Brescia 3 Bari ; Fiorentina 1 Nápoli 2; Inter 2 Bolonia 1; Juventus 2 Atalanta 1; Lecce 2 Lazio 1; Reggina 2 Milan 1; Roma 3 Parma 1; Udinese 2 Vicenza 3, y Verona 2 Perugia 1.

Posiciones: 1º) Roma, 75 puntos; 2º) Juventus, 73; 3º) Lazio, 69; 4º) Parma, 56; 5º) Inter, 51; 6º) Milan, 49; 7º) Atalanta y Brescia, 44; 9º) Fiorentina y Bolonia, 43; 11º) Perugia, 42; 12º) Udinese, 38; 13º) Lecce, Reggina y Verona, 37; 16º) Vicenza y Nápoli, 36, y 18º) Bari, 20.

«El Rey León» hizo realidad su sueño

ROMA (Télam-SNI) – El argentino Gabriel Omar Batistuta, «Batigol» o el «Rey León» como es denominado uno de los goleadores más importantes del fútbol mundial, concretó su anhelado sueño de ser campeón en el fútbol italiano, en su décima temporada.

Un deseo que al nacido en Reconquista, el 1 de febrero de 1969, le hizo abandonar en julio último su amada Fiorentina, dejando atrás un club en el que militó en los nueve años precedentes y una afición que aún hoy en día le adora, le construyó una estatua dentro del estadio y lo llevó a los mismos altares en que los napolitanos en su día elevaron a otro ilustre argentino, como fue Diego Armando Maradona.

Hablar de Batistuta es hacerlo del «gol», ya que sus registros son demoledores. Máximo goleador de la historia de la selección absoluta argentina (52); el mayor goleador en actividad de la liga italiana desde la reapertura de las fronteras en 1980-81 (172 tantos en 271 partidos), y el mayor anotador de la historia del Fiorentina en primera (152 tantos) y en la Copa de Italia (23).

Por ello no es extraño que, siete meses antes de que cumpliera los 32 años, la Roma tirara la casa por la ventana y pagara a la Fiorentina treinta y cinco millones de dólares -el fichaje más caro de la historia del club romano-, al tiempo que le convirtió en ese momento en uno de los jugadores mejores pagados del mundo.

Batistuta, quien firmó con el Roma un contrato por tres años, percibe casi tres millones de dólares anuales.

Un dinero que se da por bien empleado en la Roma, ya que con la llegada de Batistuta dio el paso decisivo de calidad y cantidad humana y deportiva que le llevó a la conquista de un título liguero.

Pero también Batistuta logró culminar su gran deseo de ganar un título italiano. Antes, en su periplo argentino logró el Clausura con Boca (1991) y la Copa América con su selección (1991 y 1993).

En Italia, donde está desde julio de 1990, el argentino había conquistado hasta ahora sólo una Copa y una Supercopa Italiana con la Fiorentina (1995-96).

Pero eran «cosas menores» ya que tenía, según sus propias palabras, clavada la espina de no haber inscrito su nombre en unos de los trofeos más importantes, como era el «scudetto», donde puso su sello con veinte tantos.

Por eso dejó una Florencia que tiene «muy dentro», en la que nacieron sus tres hijos (Thiago, Lucas y Ioaquim). Una ciudad en la que su esposa Irina llegó a sentirse la mujer más envidiada de toda Italia después del famoso grito de «Irina te amo» que, luego de anotar el gol del triunfo en la Supercopa»96 ante el Milán, dio Batistuta ante una cámara de televisión y que todavía provoca en muchos campos la aparición de pancartas con la frase «Irina te envidio».

Ahora cumplió su reto liguero. Pero quien le conoce no duda en afirmar que ya tiene planteados otros dos nuevos desafíos y aún más importantes objetivos, como son ganar la Liga de Campeones de Europa con el Roma y el Mundial con la selección de Argentina.


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