La matriz productiva de Río Negro y Neuquén se diversifica y ya piden tractores de más de 200 hp

La producción de fruta continúa siendo fuerte en la demanda de maquinaria, pero aparecen nuevos actores que necesitan productos de más potencia, ya sea para labranza a campo abierto o para grandes movimientos de suelo y desmonte.

El sector de maquinaria agrícola ha ido cambiando en los últimos años en Río Negro y Neuquén, de la mano de una demanda cada vez mayor por productos de más potencia y rendimiento.

La fruticultura siempre buscó tractores de 50 a 80 hp, una potencia suficiente para mover todos los accesorios necesarios para las tareas en las chacras. Pero el panorama productivo fue cambiando en el Valle y hoy es posible que desde algún emprendimiento local se soliciten tractores con potencias superiores a los 200 hp.

Gastón Casagrande, de la firma César Zanellato, dijo a Río Negro Rural que el mercado de maquinaria agrícola es muy variado y que la oferta está centrada en productos desde 25 a 200 hp.

«Los tractores que se ofrecen en Argentina vienen por lo general de un mercado Mercosur y son de calidad inferior a la japonesa, a la americana, o a los que provienen de la Unión Europea. El producto japonés tiene muchísima más vida útil, mejor calidad, mejor acero, mejor robótica, mejores terminaciones de lo que es una industria Mercosur o una industria india o china de tercera categoría», expresó Casagrande.

Equipos japoneses, muy valorados por los productores locales.


Los estándares de calidad de los productos japoneses son muy valorados por los productores locales ya que el tractor que tenemos acá «es el mismo que vas a encontrar en una finca en Estados Unidos o en cualquier otro lugar donde hagan fruticultura o agricultura».

César Zanellato comercializa en la región la marca Kubota, considerada dentro de las 10 mejores a nivel mundial.

«Hay contratistas que te piden tractores de 160 o 200 hp y algunas empresas que están haciendo pasturas de forraje a gran escala que necesitan megaenfardadoras y tractores arriba de los 200 hp».

Gastón Casagrande, de César Zanellato.

Pero más allá de la fruticultura, la matriz productiva del Alto Valle sumó de un tiempo a esta parte nuevas actividades que cambiaron la demanda de productos.

«Antes la demanda del Valle se concentraba prácticamente en la actividad frutícola, con tractores de hasta 80 o 90 hp como mucho, pero después llega el auge de los forrajes o todo lo que es horticultura, mucho invernadero y aparecieron los tractores más chicos para poder manejarse cómodos en espacios reducidos, o los más grandes para hacer labranza en espacio abierto», expresó Casagrande.

La labranza a cielo abierto se hace todos los años en horticultura y para ello son necesarios equipos más grandes «por eso compran tractores de 120 o 130 hp».

«Al haber diversificación y desmonte en la chacra tuvimos que buscar tractores más grandes. Hay algunos contratistas que te piden equipos de 160 o 200 hp para tirar palones niveladores, para desmonte, para poner palas frontales y algunas empresas que están haciendo pasturas de forraje a gran escala que necesitan megaenfardadoras y tractores arriba de los 200 hp«, comenta el representante de César Zanellato.

Y para tener un estimado de valores, un tractor frutero de entre 50 y 80 hp «de primera marca y calidad anda hoy entre 35.000 y 60.000 dólares«, finalizó Casagrande.


El sector de maquinaria agrícola ha ido cambiando en los últimos años en Río Negro y Neuquén, de la mano de una demanda cada vez mayor por productos de más potencia y rendimiento.

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