«Saiz sabía de las escuchas desde mucho antes»

El Frente para la Victoria denunció que el gobernador, Miguel Saiz, y los principales funcionarios responsables de la seguridad en la provincia, estaban al tanto de las escuchas telefónicas que vinculaban a policías con personas ligadas a la prostitución de menores mucho antes de la publicación realizada por «Río Negro» el lunes pasado.

El senador Miguel Pichetto sostuvo ayer en Roca que tienen información contundente que confirma la acusación, detallando que miembros del Ejecutivo contaban con copias del expediente del caso Otoño Uriarte y no hicieron nada para modificar el grave escenario. Incluso adelantaron que en 15 días sumarán pruebas sobre el mismo tema.

En esa línea, el candidato a gobernador reclamó la renuncia del secretario de Seguridad, Miguel Bermejo, y de la plana mayor de la Policía. En tanto, exigió al mandatario provincial, Miguel Saiz, que «aparezca», porque «siempre está callado y no dice nada sobre los graves temas que ocurren en Río Negro y tienen trascendencia nacional».

El gobernador le contestó ayer mismo con una carta documento y en una conferencia de prensa, Bermejo vinculó la denuncia con las necesidades de Pichetto en el plano electoral

«Poco creíble»

El senador hizo la presentación pública acompañado por el legislador Carlos Peralta y los candidatos Martín Soria y Silvia Horne. En el hotel céntrico estaban también el intendente de Roca, Carlos Soria, el legislador Luis Di Giacomo y otros dirigentes locales.

Se trató del cierre de una semana convulsionada en el ámbito político e institucional, a partir de las revelaciones de «Río Negro» sobre el caso de Otoño Uriarte, en cuyo expediente aparecen escuchas telefónicas en las cuales policías de Choele Choel se comunican con un hombre relacionado con un cabaret y aparentemente organizan una reunión en la comisaría Octava para «blanquear» a una menor de 15 años.

Desde el primer momento el gobierno rionegrino afirmó que se enteró de esa constancia a través de este diario.

Sin embargo, Pichetto sostuvo ayer que «el gobernador estaba en pleno conocimiento del hecho junto con el ministro de Gobierno (en ese entonces Iván Lázzeri) y el secretario de Seguridad (Bermejo), como también la cadena de mandos de la Policía».

«Estamos convencidos, tenemos un nivel de información, de que el gobierno conocía este hecho con antelación a la propia publicación. Es inverosímil, poco creíble el argumento del ex ministro de que se enteró por el diario. Aquí hay un ocultamiento de información clave que involucra a la institución policial en un hecho de escándalo institucional y político que cae sobre la responsabilidad y la cabeza del gobernador, como jefe de la Policía», afirmó el senador.

Cuando se lo consultó sobre los elementos que basaban su denuncia, habló de la certeza de que se sacaron fotocopias del expediente para funcionarios del gobierno y de lo «obvio» que significa en una institución verticalista como la policía que los encargados de hacer las escuchas hayan informado a sus superiores sobre el contenido y así se hayan trasladados los datos hacia el máximo responsable de la fuerza, que es el gobernador.

«No lo han dicho porque este hecho hubiese afectado los intereses del gobierno y la marcha del proceso electoral. No han profundizado la línea de investigación que involucraba a la primera línea de la policía, especialmente al subjefe Cufré», avanzó .

Para responder a una pregunta referida a la utilización electoral de sus acusaciones, el senador exhibió artículos periodísticos con declaraciones realizadas meses atrás, en los que advertía sobre irregularidades en la investigación a policías de Bariloche.

El de Otoño «es un hecho gravísimo, que pone en riesgo la vida de la víctima. Estamos ante un escenario de trata de blancas, de proxenetismo con complicidad policial, un hecho que lamentablemente se reitera y que marca un profundo deterioro institucional de la policía de Río Negro. Pero el gobierno ha venido ocultando hechos graves, no ha profundizado líneas de investigación con las conducciones de las comisarías en hechos gravísimos, como el asesinato del agente Cornejo en El Bolsón», concluyó.