Se adelantó el verano en Bariloche, complicado por el coronavirus

Miles de residentes se volcaron a disfrutar de una jornada calurosa a las playas, donde casi no se observan barbijos ni se respeta el distanciamiento social.

Cuando salieron de su casa, Mariana Oyarzo y Gustavo Cayuman sabían que era una tarde ideal para la venta. La temperatura rozaba los 27 grados al llegar esta tarde de jueves a la playa del lago Gutiérrez, que está ubicada frente al coqueto barrio privado Arelauquen, en Bariloche. Allí, había cientos de personas en la costa.

Decenas de niños ya estaban jugando en el agua, mientras hombres y mujeres buscaban ansiosos los rayos del sol que castigaban duro. La playa se poblaba lentamente de toallas multicolores, reposeras y algunas sombrillas. Personas de todas las edades salieron a disfrutar del calor, las playas y de un verano anticipado en Bariloche.

Las sombrillas multicolores fueron el recurso para protegerse del sol. (Foto Alfredo Leiva)

Mariana y Gustavo comenzaron su caminata en un extremo de la playa. Cada uno con su heladera portátil comenzó a ofrecer sus helados. Eran los único en plan de trabajo a esa hora. También, los únicos que portaban barbijos y alcohol en aerosol. El resto de las personas solo quería disfrutar de una tarde de esparcimiento en contacto con la naturaleza.

Los más aventureros llegaron con sus kayaks y se internaron bien adentro del lago. Otros visitantes se acercaron, simplemente, con el ánimo de descansar y sentir un poco de sol en el cuerpo después de tantos meses de encierro.

“Este año se ha hecho todo muy complicado”, explicaba Mariana. El coronavirus los dejó sin trabajo y tuvieron que reinvertarse. “Se nos complicó mucho, porque no pudimos dar los cursos de bartender y mozo que dábamos de manera particular”, contaron.

Personas de todas las edades buscaron un poco de tranquilidad en las playas de la ciudad. (Foto Alfredo Leiva)

Para sobrevivir cocinan comida casera. Pero ahora optaron por la venta de helados para aprovechar el veranito que se vive esta semana en Bariloche. Mientras caminan por la playa ofreciendo sus helados, decenas de personas llegan a la playa en busca de tranquilidad, que solo se quiebra por el paso constante de los vehículos

El lago Gutiérrez luce tan cristalino que invita a los visitantes a refrescarse. Pero pocos se animan. Solo los pequeños se divierten en el agua y algunos jóvenes que nadan a varios metros de la costa.

A pesar de la temperatura del agua del lago Gutiérrez, algunos se animaron a zambullirse. (Foto Alfredo Leiva)

Tomás se metió al agua apenas llegaron a la playa. Su madre, Alejandra Maier, no alcanzó ni a parpadear, cuando su hijo, de 10 años, ya chapoteaba, mientras ella descargaba la reposera y empezaba a armar la sombrilla.

Miles de personas se volcaron este jueves a las playas de los lagos de Bariloche para disfrutar de una jornada de esparcimiento y calurosa. Buscaban respirar aire puro. También, olvidarse por unas horas del azote del coronavirus que desde hace casi 9 meses no da tregua.

La jornada hasta la media tarde de este jueves era ideal en las playas de Bariloche. (Foto Alfredo Leiva)

Nadie estaba preocupado por las posibles medidas que el intendente Gustavo Gennuso y la gobernadora Arabela Carreras preparan para Bariloche, con el objetivo de bajar la circulación de personas en las calles y tratar de frenar otro brote de contagios.

Es que los datos no son alentadores. Por primera vez en lo que va de la pandemia, el sistema de salud está a un paso del colapso en Bariloche por el alto nivel de ocupación de camas de terapia intensiva.

La noche del miércoles, la secretaria de Políticas Públicas de Salud del Gobierno de Río Negro, la médica Mercedes Ibero, había comunicado que solo quedaba una cama disponible en la ciudad. Por eso, ayer se especulaba con posibles anuncios de Carreras y Gennuso para tratar de bajar la curva de contagios, como ocurre en otras ciudades de la provincia.

Las playas se fueron poblando después del mediodía de este jueves. (Foto Alfredo Leiva)

Bárbara Quiñehual estaba ayer preocupada en la playa, frente al barrio privado Arelauquen. Está a pocos días de finalizar quinto año en el CEM 44 y todo indica que se despedirá sin poder abrazar a sus amigas de estos años de secundario.

Mientras tomaba sol, junto a su madre, lamentaba la situación. “Me duele una despedida así, sin el acto de egresados”, contaba. Dijo que estaban esperando que las autoridades del colegio definan si habrá o no acto.

Los gritos de los chicos en el agua cortaban el relato. Algunos se lanzaban desde una piedra enorme hacia el agua del Gutiérrez.

El lago Gutiérrez mostraba todo su belleza esta tarde de jueves en Bariloche. (Foto Alfredo Leiva)

Unas nenas jugaban con unas pistolas de agua y unas chicas se colocaban bronceador a dos manos, para aprovechar al máximo los rayos del sol de primavera después de tantos meses de encierro.

La playa y el entorno natural era una invitación a la distensión total. “Venir a la playa te despeja un poco. Porque la situación económica nos afecta a todos”, explicaba Alejandra.


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