Se complica el acceso de un fármaco para cuadros graves de covid

El muy caro tocilizumab -que solo produce un laboratorio en el mundo- había sido recomendado por la OMS, que había pedido reducir el precio para hacer accesible el producto. Pero Roche decidió suspender sus patentes en los países de ingresos bajos y medios "por la demanda sin precedentes".

El tocilizumab que produce Roche. Países de bajo y medio ingreso se verán privados de tenerlo, pese al consejo de la OMS.

El tocilizumab es un medicamento que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó hace unos días para el tratamiento del covid-19, como lo hizo con la dexametasona, por contribuir a disminuir la necesidad de ventilación mecánica y desenlaces fatales. Pertenece a la clase de fármacos conocidos como anticuerpos monoclonales (mAbs), que se utilizan en el tratamiento de diversas enfermedades y, en esta pandemia, para el tratamiento de pacientes críticos infectados de Covid. Sin embargo, la mayoría de los mAbs existentes tienen un precio extremadamente alto y, por lo tanto, es prácticamente imposible acceder a ellos en países de ingresos bajos y medios.

La compañía farmacéutica suiza Roche, único productor mundial del tocilizumab, con el nombre Actemra, anunció que no hará valer sus derechos de patente sobre el fármaco tocilizumab en estos países de ingresos bajos y medios durante la pandemia.

El anuncio impacta en la comunidad científica y en algunos Estados, especialmente luego que la OMS recomendara el martes administrar bloqueadores de los receptores de la interleucina 6 a los pacientes hospitalizados con Covid-19 grave o crítico, tras publicarse resultados positivos de ensayos con más de 10.000 personas. 

Considerando la importancia del fármaco hubo pedidos urgentes para que Roche comparta conocimientos y tecnología con una amplia gama de fabricantes. Médicos Sin Fronteras (MSF) pidió a la farmacéutica que reduzca su precio para que sea “asequible y accesible para todas las personas que lo necesitan, en todo el mundo”. Roche -reclamó- “debe poner fin a su monopolio y compartir urgentemente el conocimiento, los bancos de células maestra y la tecnología necesarios para que otros fabricantes del orbe puedan producir este medicamento y así garantizar el suministro y un mejor acceso a este”.

 Sin embargo, la farmacéutica Roche anunció en estas horas que no hará valer sus derechos de patente sobre el tocilizumab. Y argumentó en un comunicado: “En ningún país, el medicamento se ha utilizado ampliamente durante esta pandemia en la práctica médica, y la demanda de este medicamento ha aumentado significativamente a nivel mundial

La farmacéutica asegura que ha aumentado su capacidad de producción de manera significativa y ha estado trabajando con “fabricantes externos en la transferencia de nuestras tecnologías para aumentar aún más el suministro mundial”.

A pesar de todos estos “esfuerzos”, prosigue la compañía, “puede que aún no sea suficiente para satisfacer la demanda sin precedentes de Actemra/RoActemra”. “Roche y Chugai (que son titulares de patentes relacionadas con Actemra/RoActemra) han decidido, por tanto, no hacer valer ninguna patente contra el uso de Actemra/RoActemra en Covid-19 en los países de renta baja y media durante la actual pandemia, lo que proporcionará seguridad jurídica a los fabricantes de productos biológicos”.

El efecto del tocilizumab

Los pacientes grave o críticamente enfermos de Covid-19 a menudo sufren una reacción desproporcionada del sistema inmunológico que puede ser muy perjudicial para la salud del paciente. Los fármacos bloqueadores de la interleucina 6 (una proteína relacionada con el sistema inmune y los procesos inflamatorios) como el tocilizumab actúan contra esta reacción.  

Tocilizumab en un anticuerpo monoclonal humanizado, aprobado para el tratamiento de adultos con artritis reumatoide.

Por eso la OMS pidió a los fabricantes que, para aumentar el acceso y la asequibilidad de estos productos, reduzcan los precios y pongan los suministros a disposición de los países de ingresos bajos y medianos, especialmente donde la COVID-19 está aumentando. También ha alentado a las empresas a aceptar acuerdos de licencia voluntarios transparentes y no exclusivos utilizando la plataforma C-TAP, inutilizada hasta ahora, y el Banco de Patentes de Medicamentos, o a renunciar a los derechos de exclusividad.

El tocilizumab es especialmente costoso. (En Argentina valdría no menos de 65.000 pesos), aunque el Ministerio de Salud de la Nación no recomienda, por ahora, su uso en Argentina. Según aclara la página oficial de la cartera de Carla Vizzotti “no hay evidencia a la fecha que permita emitir una recomendación a favor o en contra de terapias inmunomoduladoras (inhibidores de IL-6, inhibidores de las quinasas, etcétera) excepto en el marco de un ensayo clínico”.

La recomendación de la OMS se lanzó luego de haber coordinado un estudio grande, que compiló 27 ensayos aleatorizados en los que participaron casi 11.000 pacientes: 6.449 recibieron alguno de esos dos inmunoduladores y 4.481 quedaron en el grupo placebo.


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