Se conoce el veredicto por el enfermero asesinado

El jurado popular define si declara culpable al único acusado que tiene el caso. Damián Pilquiñán (30) fue ultimado en 2012 cuando dejaba el estacionamiento de la clínica San Agustín.

Leonardo Petricio

NEUQUÉN (AN).- Once testigos vieron parte de lo que ocurrió en la madrugada del 12 de abril de 2012 en el estacionamiento de la clínica San Agustín en donde el enfermero Damián Pilquiñán (30) fue asesinado. Hoy el jurado de vecinos deberá definir si esos testimonios completan o no el rompecabezas para declarar culpable al único acusado, Luis Alberto Troncoso (38). Es que ninguno de los once testigos vio en forma íntegra el crimen, sino que presenciaron partes distintas del mismo hecho. Dos de ellos reconocieron que la persona que vieron esa noche fue Troncoso, pero ninguno de ellos lo vio dispararle a Pilquiñán. El asesinato del enfermero de origen mapuche fue para los acusadores, el fiscal Maximiliano Breide Obeid y el querellante Eduardo Egea, un crimen planificado en venganza por otra muerte, la de Leonardo Troncoso (17) ocurrida un año antes y en la que el enfermero acribillado había sido investigado. Ese motivo fue deslizado por el mismo acusado cuando declaró y no solo dijo que Pilquiñan era el “verdadero asesino” de su sobrino, sino que contó que un año antes de que Troncoso fuera asesinado de una puñalada, otro pariente de él fue asesinado en el mismo lugar “y no se hizo justicia. Quedó impune”. Pero más allá del motivo del crimen lo ocurrido esa madrugada en Denis al 450 es una historia contada a piezas por los testigos, casi todos empleados de la misma clínicas. Unos vieron a dos hombres en el estacionamiento en actitud sospechosa esperar por varios minutos. Entre quienes vieron la escena un hombre identificó a Troncoso como una de esas personas, ya que dijo que lo conocía del barrio. Otros vieron el tiroteo, entre ellos un hombre que dormía en un auto del estacionamiento y el trabajador que juntaba la basura. Los que estaban más cerca de donde Pilquiñán terminó tendido contaron en el juicio que el hombre más bajo y robusto, se acercó al enfermero que estaba tirado en el piso tras recibir un escopetazo en la espalda, y sin vacilar le dio un tiro de gracia en la nuca, que le causó la muerte. Una vecina vio a dos hombres correr por la calle Elordi tras oír los tiros y vio detrás de ellos un auto que los seguía. En el auto iba otro empleado de la clínica que se confundió y pensó que quien corría a un ladrón era el custodio del centro médico, pero se sorprendió cuando esa persona se dio vuelta y le apuntó con un arma. Ese testigo contó que quien lo amenazó fue Troncoso. Los últimos dos testigos son vecinos que viven a la vuelta de la esquina. Sus cámaras de seguridad captaron cómo antes de las 6 de la mañana llegaron dos personas en una camioneta blanca y se bajaron. Y que luego del horario del crimen regresaron corriendo y se fueron. Para el defensor, Gustavo Palmieri, el rompecabezas puede que no esté completo y fue por ello que le advirtió al jurado el riesgo de que condenen a un hombre inocente.

Caso Damián Pilquiñán


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