Se fugó, a la noche fue al boliche y cayó

ROCA (AR).- No habían pasado 12 horas desde que había saltado la muralla de la alcaidía, escapó de los balazos policiales que intentaron intimidarlo y corrió sin cesar hasta un refugio, cuando Diego Marcelo Sepúlveda decidió entrar a divertirse a un boliche roquense. Evidentemente no fue la mejor elección para pasar la noche, porque policías de la comisaría 21 lo reconocieron y ahora está nuevamente tras las rejas.

Sepúlveda o «El Mata Siete», tal cual lo apodan, es uno de los tres protagonistas de la última fuga de la cárcel de encausados local, ocurrida durante la siesta del viernes.

Según informaron fuentes policiales, cuando apenas faltaban un par de minutos para que los relojes marcaran las 4 de ayer, el joven caminaba dentro del local bailable ubicado sobre la calle España, en el barrio Norte.

No pasó mucho tiempo desde que lo descubrieron los uniformados de la Unidad 21que cumplen tareas de prevención en el lugar hasta que varias manos se posaron sobre el cuerpo del evadido para inmovilizarlo.

Las fuentes policiales agregaron que Sepúlveda no opuso mayor resistencia a la habitual, pero «fue calmado rápidamente».

Acto seguido fue trasladado hacia un patrullero y así fue que concluyeron sus intenciones de pasar una noche completa en libertad. Ayer permaneció todo el día en la comisaría de la zona norte roquense y se espera que luego de los trámites judiciales de rigor en pocas horas más esté de nuevo en la alcaidía, alojado en el pabellón 9, el mismo del que partió en la tarde del viernes.

Sepúlveda, de 21 años es el mismo que está acusado de disparar en el rostro a la docente Silvana Conti para robarle la cartera. Ese hecho ocurrió el 20 de marzo de este año, cuando el «Mata Siete» recién llevaba una semana en libertad luego de cumplir una condena por robo. Por esta razón fue procesado por la justicia rionegrina.

También protagonizó un intento de fuga el 24 de junio pasado en el hospital, hacia donde fue trasladado por una supuesta dolencia. El escape no prosperó porque el médico que lo atendía dio aviso a policías y lograron detenerlo a los pocos metros de carrera.

En tanto, hasta anoche era un misterio el paradero de Pablo Alberto Villalón y Gabriel Luciardo Cea, quienes acompañaron a Sepúlveda el viernes durante la fuga.

Los tres lograron salir del pabellón 9 y con una soga treparon la muralla que linda con el acceso a la alcaidía, sobre la calle Maipú.

Una vez en el exterior comenzaron a correr y ninguna de las acciones policiales por frenarlos dieron resultado.