Santa Inés, la celebración católica del día: vida y legado
Fue una mártir cristiana conocida por su belleza y su devoción a Cristo. Los detalles.
Santa Inés, cuya festividad se celebra el 21 de enero, fue una mártir cristiana de los primeros siglos de la Iglesia. Nacida en Roma en el siglo III, Agnes pertenecía a una familia noble y fue conocida por su belleza y su devoción a Cristo desde una edad temprana.
A pesar de las numerosas propuestas de matrimonio que recibió, Agnes consagró su virginidad a Dios y se negó a renunciar a su fe cristiana. Esto la llevó a enfrentarse a la persecución y al martirio durante el reinado del emperador Diocleciano.
Se dice que Agnes fue arrestada y sometida a diversas formas de tortura por su negativa a sacrificar a los dioses paganos. Sin embargo, su fe permaneció firme y se negó a renunciar a Cristo, incluso bajo la amenaza de la muerte.
Finalmente, Agnes fue ejecutada, convirtiéndose en una de las santas más veneradas de la Iglesia. Su nombre, que significa ‘pura’ en griego, ha sido asociado con la pureza y la castidad, y es venerada como patrona de las jóvenes y de las víctimas de la violencia sexual.
La fiesta de Santa Inés es una oportunidad para recordar su valentía, su pureza y su testimonio de fe, y para inspirarnos en nuestro propio compromiso con Cristo y su Evangelio.
Oración a Santa Inés
Oh Dios Padre Misericordioso, concédeme la dicha de saber imitar
a santa Inés virgen y mártir,
que siendo aún casi una niña
ofreció en Roma el supremo testimonio de la fe,
consagrando con el martirio el título de la castidad,
ayúdame a seguir sus pasos, a ser:
fiel al amor de tu hijo Jesús,
que murió por nosotros en la Cruz,
fiel en lo mucho y en lo poco,
fiel en la alegría y en la tristeza,
fiel en la adversidad y en la bonanza,
fiel en el hogar y en trabajo,
fiel en el estudio y en la diversión
fiel en la bondad y en la oración.
Que nunca me separe de ti,
y, que por la intercesión de Santa Inés,
pueda obtener remediar
esta apremiante dificultad que tanto me aflige:
(hacer la petición).
Señor, te suplico me escuches,
confiando en tu gran bondad
y por la mediación de santa Inés,
espero ser prontamente socorrido.
También te solicito me ayudes
a caminar rectamente por el sendero de la fe,
el amor, la virtud y la bondad,
y bajo el amparo protector
de la Santísima Virgen María,
me mantengas siempre alejado
de las ocasiones de pecado,
de injusticias y maldades,
de violentos y opresores
y me concedas todo aquello
que sea más conveniente
para tu mayor honra y gloria
y provecho de mi alma,
para morir en tu gracia y gozarte eternamente
en la bienaventuranza del cielo.
Amén.
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