Santoral del 4 de junio 2025: por qué la Iglesia Católica celebra hoy a San Francisco Caracciolo
La Iglesia Católica celebra hoy a San Francisco Caracciolo, un sacerdote italiano cofundador de la Congregación de los Clérigos Regulares Menores. Los detalles en esta nota.
San Francisco Caracciolo fue un sacerdote italiano del siglo XVI y cofundador de la Congregación de los Clérigos Regulares Menores (también conocidos como los Adorno). Nació el 13 de octubre de 1563 en Villa Santa María, Italia. Después de una juventud despreocupada, experimentó una profunda conversión y fue ordenado sacerdote en 1587.
Junto con San Juan Adorno, fundó la congregación religiosa con el propósito de reformar la vida del clero secular y promover una devoción más ferviente a la Eucaristía. Los Clérigos Regulares Menores se comprometieron a vivir en pobreza, castidad y obediencia, y a dedicarse especialmente al servicio de los enfermos y necesitados.
San Francisco Caracciolo pasó su vida trabajando por la renovación espiritual de la Iglesia y la atención pastoral de los fieles. Falleció el 4 de junio de 1608 en Agnone, Italia. Fue canonizado por el Papa Pío VII en 1807.
La festividad de San Francisco Caracciolo se celebra el 4 de junio en el calendario litúrgico católico, recordando su vida de santidad y su contribución a la renovación de la Iglesia.
Oración a San Francisco Caracciolo
Oh Dios, Tú has conducido a San Francisco Caracciolo por el camino de la perfección, en la humildad y en el servicio hacia los hermanos, sustentados por una profunda Fe y grandísima Esperanza en los méritos infinitos de tu Hijo, Muerto y Resucitado, y en la fuerza transformante del Pan Eucarístico.
Nos concedas, que lo veneremos como modelo de vida, consagrada a tu Amor, para ser testimonio creíble, a través de una vida transformada por el Espíritu.
Haz que redescubramos la importancia de fijar la mirada sobre el Crucifijo y la necesidad de recurrir, frecuentemente, a la fuerza del Sacramento de la eucaristía, celebrada y adorada, para que, fortificados por tu Gracia, podamos volvernos como el “Buen Samaritano” para todos los hermanos que encontramos sobre nuestro camino.
A lo largo del camino, nos tome de la mano la Virgen María, Madre de tu Hijo y nuestra Madre, que San Francesco Caracciolo tanto quiso y de quien experimentó su potente Protección.
Amén.
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