Si te gustó “Bajo la misma estrella”, podés leer “Alguien allá arriba te odia”

LITERATURA

Luego del éxito del libro llevado a la pantalla grande “Bajo la misma estrella”, llega a las librerías “Alguien allá arriba te odia”, de Hollis Seamon, la historia de un adolescente internado en la sala de enfermos terminales pero con una perspectiva diferente sobre la vida.

“Espera la muerte con alegría” es la frase del emperador romano Marcos Aurelio, utilizada por la autora para comenzar la historia de Richard Casey, enfermo de cáncer y cuya historia transcurre entre un 30 de octubre y un 8 de noviembre.

“No miento. ¡Oigan, soy completamente confiable, lo juro por Dios! Yo, Richard Casey, también conocido como el increíble Chico Agonizante, en realidad vivo, de forma temporal, en el pabellón para enfermos terminales del que les hablaré. Tercer piso del Hospital Hilltop, en la ciudad de Hudson, en el gran estado de Nueva York”, sostiene el protagonista.

Dentro de la sala del hospital, el protagonista conoce el amor de la mano de otra enferma terminal llamada Sylvie, con quien comparten algunas travesuras, porque ambos necesitan ser tratados ante todo como chicos y no como enfermos con poco tiempo de vida.

Una fiesta de Halloween un tanto peligrosa para los demás enfermos es el disparador para el encuentro entre el joven de 17 años y su “novia” de 15, pero también genera una serie de advertencias y amenazas para el protagonista.

El amor por su madre y los sacrificios vividos por cuidarlo, la situación de otros padres que no pueden aceptar la enfermedad y hasta la historia de un tío poco querido por todos menos para Richard, que hace que las sonrisas y las sorpresas afloren en los pocos días que le quedan, hacen olvidar por momentos la difícil situación del protagonista.

“Alguien allá arriba te odia”, AAATO, como llama Richard a su síndrome desde que se le declaró la enfermedad, es un libro que impulsa a disfrutar de todos los momentos de la vida, a pesar de las circunstancias.

Editado por Planeta, el libro pertenece a la Biblioteca Furtiva del sello Seix Barral.

Fuente: Télam.