“Siento una gran emoción cuando se habla del club y la ciudad”

Es el dueño de una de las seis réplicas de la Copa Davis que recibió el equipo argentino, luego de la enorme conquista en Zagreb en noviembre del año último. Se formó en Cipolletti, fue profesional, encontró un buen atajo en el circuito de dobles y hoy es el ladero principal del capitán Daniel Orsanic. Se trata de Mariano Hood, radicado en Buenos Aires, pero con recuerdos sureños a flor de piel.

“De Cipolletti tengo los mejores recuerdos de mi vida. Estuve ahí hasta los 15 años y la infancia te marca. Yo me la pasé en el club desde los 6 hasta los 15, cuando me vine. Fue una etapa fantástica, tuvimos muy buenos profes. Siento una gran emoción cuando se habla del club y de la ciudad”, largó Mariano desde Baires.

Además de dedicarse a su pasión, el tenis, el subcapitán de la Davis, fue y es un fiel seguidor del equipo de fútbol. “Con mi viejo los seguimos a varias canchas. Fuimos a Lanús, a Chacarita, contra Almirante Brown. Fue una buena época, con el equipo en la B Nacional. Siempre estoy atento a lo que ocurre con el fútbol. Además, cada vez que voy, me pego una vuelta por el club”, afirmó.

En las canchas albinegras, Hood se propuso ser un jugador profesional y lo consiguió, a partir de una buena base: “La formación de un jugador es lo más importante y yo la tuve allá. Entrené todos los días y tuve mucha competencia”.

Mariano y sus dos hermanos nacieron en Buenos Aires, pero se criaron en Cipo. “Nací y a las tres semanas estaba allá”, dijo.

A los 6 agarró la raqueta y no la soltó nunca más y a los 15, llegó el momento de dar el salto. “Ya teníamos decidido que me venía a Buenos Aires. Después, por un tema de laburo de mi viejo, nos vinimos todos”, comentó.

Además de ser el principal colaborador de Orsanic en el equipo albiceleste, Mariano tiene una academia de alta competencia, en sociedad con Mariano Monachesi, en el club Liceo Naval. El combo laboral se completa con un entrenamiento privado a Leo Mayer y diferentes clínicas por el país. Hace un par de meses estuvo en Roca y en junio pasado, en Brasil.

Para los entrenadores siempre está latente la posibilidad de dirigir a un top ten, pero Hood no se desespera. “Es difícil, porque por lo general te llaman de tu país. Ojalá que no me salga una chance así (risas), porque la verdad es que estoy muy cómodo acá. Tengo a mis hijos, la paso muy bien en Argentina, me gusta la academia”, detalló.

“No veo una chance de ir afuera –agregó–. Ahora, si sale una propuesta imposible de rechazar, no sé que haría. Hoy por hoy, no me entra en la cabeza”.

A partir de su experiencia y el conocimiento de la actualidad del tenis nacional, Mariano dio un diagnóstico de la zona.

“En los últimos años no se ha caracterizado por sacar muchos jugadores, pero siempre aparecen. Los importante es que hay muy buenos profesores y ojalá que se logre tener esa continuidad del trabajo día a día. Cuando tenés 11 o 12 años, no podés parar”.

Y cerró con otro consejo: “El tenis es un deporte para toda la vida, muy formativo y vale la pena exigirse si te gusta de verdad”.

Mariano,

en números

El plan Kazajistán
está en marcha

De la gloria al sufrimiento. Así fue el paso que dio el equipo argentino de Copa Davis, que cayó ante Italia como local y se vio obligado a afrontar un repechaje para seguir en el grupo Mundial. Será entre el 17 y 17 de septiembre, ante Kazajistán.

“La semana pasada comimos un asado con el cuerpo técnico y ya estamos en contacto con 7-8 jugadores armar el mejor equipo posible”, comentó Hood.

La gran incógnita pasa por la presencia de Del Potro. “Daniel (Orsanic) está en contacto permanente con Juan Martín, pero todavía no tocó el tema. Estaba enfocado en Wimbledon y cuando eso ocurre, no hay que insistir”, dijo el subcapitán.

Hood pronosticó una serie dura, especialmente por los kazajos eligieron cancha dura y bajo techo.

Además de ser el 2 de Orsanic, Mariano tiene una academia que funciona en el Liceo Naval de Buenos Aires. Entrena a Mayer y da clínicas. A full.