Alzheimer: descubren un biomarcador que permite seguir la progresión de la enfermedad

"Podemos hacerlo utilizando una sola muestra de líquido cefalorraquídeo (...) Esperamos que pronto podamos hacer lo mismo con un simple análisis de sangre", apuntó Oskar Hansson, coautor del estudio.

Investigadores suecos y estadounidenses descubrieron un biomarcador de la enfermedad de Alzheimer en el líquido cefalorraquídeo conocido como MTBR-tau243 que puede utilizarse para seguir la progresión de la enfermedad y estudian su uso para el avance en el desarrollo de fármacos, indicó hoy el estudio publicado en la revista científica Nature Medicine.

La progresión de la enfermedad de Alzheimer sobre el nivel cognitivo se debe a los ovillos de tau, que se convierten en su fuerza motriz y la cognición disminuye de forma constante, sin embargo hasta ahora no existía forma de medir estos ovillos.

En su nuevo estudio, los especialistas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington (Estados Unidos) y de la Universidad de Lund (Suecia) evidenciaron un biomarcador -sustancia utilizada como indicador de un estado biológico- para evaluar el desarrollo de medicamentos basados en tau.

Mediante el estudio de 667 personas de Suecia y Estados Unidos en distintas fases de la enfermedad de Alzheimer, los investigadores descubrieron en el líquido cefalorraquídeo (líquido que circula por los espacios huecos del cerebro y la médula espinal y entre dos de las meninges) que los niveles de una forma específica de tau -conocida como región de unión a microtúbulos (MTBR)-tau243- coincidieron con la cantidad de ovillos de tau dañinos en el cerebro y con el grado de deterioro cognitivo.

De este modo, estimaron que una prueba basada en MTBR-tau243 podría acelerar el desarrollo de fármacos y evaluaron si las terapias experimentales, incluidos los fármacos basados en tau, pueden cambiar el curso de la enfermedad.

«Este descubrimiento proporciona biomarcadores para seguir específicamente la progresión de los ovillos de tau, la principal patología que predice la demencia y la cognición, algo que hasta ahora no estaba al alcance de la mano»,

afirmó el coautor principal Randall J. Bateman.

La prueba de referencia para medir los ovillos de tau en el cerebro es la tomografía por emisión de positrones de tau (tau-PET), que cuesta miles de dólares y requiere equipos caros y conocimientos especializados que no están disponibles en la mayoría de los hospitales, consignó la agencia Europa Press.

Sin embargo, «con este nuevo biomarcador, que representa la patología de tau, podemos hacerlo utilizando una sola muestra de líquido cefalorraquídeo. Esto puede mejorar claramente el diagnóstico y el pronóstico de la enfermedad de Alzheimer en todo el mundo. Esperamos que pronto podamos hacer lo mismo con un simple análisis de sangre», apuntó Oskar Hansson, coautor del estudio.

De esta forma, tomando muestras repetidas de líquido cefalorraquídeo, los investigadores podrían seguir la progresión de la enfermedad y determinar el efecto de intervenciones como terapias experimentales antitau en la trayectoria de la enfermedad de una forma relativamente sencilla y barata de identificar.

La coautora del estudio, Kanta Horie, concluyó que «si detenemos la patología tau, podremos frenar el deterioro cognitivo, incluida la pérdida de memoria. Si mantenemos a las personas en el nivel de deterioro cognitivo leve y evitamos que siga empeorando, podemos ayudarlos a mantener una buena calidad de vida».

Agencia Télam.


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