De la ciudad de los 15 minutos al territorio de los 45 minutos

¿Cómo consolidar un desarrollo sostenible? Sergio Lardies -arquitecto, urbanista y planificador territorial- da su punto de vista.

Sergio Lardies
Especial para “Río Negro”

El nuevo paradigma urbanístico no solo plantea una “ciudad de los 15 minutos”, también propone un “territorio de 45 minutos”. Ambos conceptos son complementarios, especialmente cuando la ciudad forma parte de un área metropolitana, como es el caso de Neuquén y su pertenencia al Área Metropolitana Confluencia -AMC-.

Las ciudades y los territorios que las contienen deben diseñarse para que los ciudadanos puedan acceder a sus necesidades cotidianas, como trabajo, educación, salud y ocio, dentro de un radio de 15 minutos, a pie o en bicicleta; y que aquellas necesidades periódicas, pero también básicas, puedan ser satisfechas en un territorio dentro de un radio de 45 minutos, en medios de transporte sostenibles, reduciendo la dependencia del automóvil y promoviendo una vida digna para todos.

Foto Florencia Salto

El Neuquén del futuro debería planificar su desarrollo territorial, como principal centralidad del AMC y sobre los dos pilares, “proximidad” y “habitabilidad”, que sustentan el nuevo paradigma del urbanismo.
Este paradigma agrega valor ecológico (menor huella de carbono); social (minimiza la pobreza y la exclusión social) y económico (promoviendo la economía barrial, generadora de empleo y equidad). En síntesis, plantea un nuevo camino para alcanzar el modelo territorial futuro deseado a escala local, ciudad de 15 minutos y a escala metropolitana, territorio de 45 minutos.

La creación de dichos valores agregados permitirá la consolidación de un desarrollo sostenible de la ciudad, ecológicamente vivible, socialmente inclusivo y económicamente equitativo.

El desafío actual


Neuquén no puede planificar ni gestionar su futuro por fuera del contexto territorial metropolitano. El AMC es una “ciudad región”, policéntrica; su centralidad principal es el centro de Neuquen, el de mayor diversidad y complejidad de actividades (usos del suelo); pero no menos importantes son los centros de las demás localidades que conforman la ciudad región.

El AMC es un territorio con centralidades de escala metropolitana, esto se expresa en equipamientos que exceden la escala barrial y la urbana, como puede ser el Autódromo de Centenario; el estadio de fútbol del club Cipolletti o la Feria de Emprendedores (China Muerta) de Plottier.

Río Limay, Paseo de la Costa, Neuquén. / Foto gentileza

Podríamos continuar enumerando equipamientos de escala metropolitana localizados en distintos núcleos poblacionales, demostrando las relaciones de integración y complementariedad funcional, que hacen del AMC una “ciudad región”, un territorio de 45 minutos, posible.

Para consolidar un modelo territorial de proximidad, a escala metropolitana, es necesario desarrollar y consensuar interjurisdiccionalmente, como mínimo tres políticas públicas intermunicipales:

  1. Un modelo de gobernanza metropolitana.

    Debe trabajarse en una estructura organizacional que posibilite, de manera colegiada (intendentes) tomar decisiones para la elaboración e implementación de planes, programas y proyectos. Estos deberían estar generados, gestionados y ejecutados por un equipo interdisciplinario de alto nivel técnico. La estructura metropolitana sería complementaria e integradora de los gobiernos locales y debería tener definido el origen de los recursos que posibilitaran su funcionamiento, con aportes materiales y humanos, proporcionales a la escala de cada ciudad.
  2. Un Plan de Ordenamiento Territorial (POT)para el Área Metropolitana Confluencia.

    El POT metropolitano debe abordar todas las dimensiones del desarrollo sostenible, la ambiental, la territorial, la social y la económica. De este Plan AMC 2040 debería surgir una consensuada agenda estratégica de programas y proyectos prioritarios, para alcanzar el modelo territorial futuro deseado.
  3. Un Programa de Movilidad Metropolitana.

    Es necesario desarrollar estrategias de movilidad interurbana sustentables, que aproximen a la población de las distintas localidades, con canales de relación que reduzcan los tiempos de viaje y que también minimicen las emisiones contaminantes, reduciendo la huella de carbono, disminuyendo asi los impactos ambientales que están generando el cambio climático.

    Lo planteado implica optimizar el funcionamiento del tren interurbano; desarrollar un sistema metropolitano de metrobuses, buses eléctricos – GNC, con carriles de uso exclusivo- y poner en marcha un sistema público de bicis hibridas, con una red interurbana de bicisendas y ciclovías.
    Todos estos modos de transporte, alternativos al automóvil (hoy se movilizan aproximadamente 150.000 autos por día en el AMC), deberán contar con nodos polimodales, en cada ciudad, donde se pueda pasar de un modo de transporte a otro.
Río Limay, Neuquén / Foto de Florencia Salto

Principios a considerar en la elaboración e implementación de políticas públicas que hagan posible el Neuquén de los 15 minutos:


  • Empoderamiento: para complementar el sistema representativo de gobierno, con un sistema participativo, que ponga en funcionamiento los espacios de participación comunitaria. La Carta Orgánica de la ciudad creó el Consejo Asesor Económico, Social y de Planeamiento -CAESyP. Este espacio de interacción social posibilita la participación de actores gubernamentales y de la sociedad civil (ong´s, sindicatos, colegios profesionales, cámaras empresarias, cooperativas, mutuales).

    También deberían recuperarse lo que planteaban las Unidades de Gestión Territorial como espacios de escala barrial, que garanticen la participación directa de los vecinos, en el desarrollo urbano ambiental de su barrio. El presupuesto participativo, si bien está vigente en la ciudad, la incidencia de los vecinos es mínima, lo cual debería revertirse, por ejemplo, con un plan de obras públicas debatido y priorizado con los ciudadanos.
  • Solidaridad: para que los espacios públicos sean intergeneracionales, seguros para las mujeres, acogedores para las personas de mayor edad, favoreciendo la inclusión social y contribuyendo a una mayor distribución de la riqueza al generar espacios públicos de calidad en los barrios populares.
  • Sostenibilidad: para promover edificios con eficiencia energética; desarrollar infraestructuras verdes que mitiguen los efectos del cambio climático, diseñar sistemas de movilidad que desalienten el uso del transporte individual motorizado y fomenten el transporte público y el no motorizado. Pasar del auto a la bicicleta o al colectivo o al tren, disminuyendo la huella de carbono.
  • Habitabilidad: este principio está estrechamente relacionado con el de “proximidad” y hace referencia al concepto de “hábitat”. Un hábitat vivible es aquel con valor agregado, ecológico, económico y social; es aquel que no solo cuenta con espacios para residir, es el que dispone a una distancia caminable o en bicicleta, no mayor a 15 minutos, de los servicios esenciales y de oportunidades laborales.
  • Proximidad: para generar entornos multiserviciales, regeneradores de la actividad económica. Este principio hace posible ciudades policéntricas, con centralidades de distintas escalas, barriales, urbanas y metropolitanas. La distribución territorial de nodos de servicios básicos, posibilita que se reduzcan considerablemente los desplazamientos cotidianos. También este principio se aplica para el territorio de 45 minutos, en el cual se disponen servicios de mayor complejidad y actividades económicas de mayor diversidad, pudiendo satisfacerse las necesidades básicas periódicas.

    La ciudad de Neuquén es la localidad con mayor aglomeración poblacional y económica; cuenta con los servicios de mayor escala territorial, como el aeropuerto internacional, el centro de convenciones “Domuyo” y el Paseo de La Costa, entre otros.

    Neuquén tiene la mayor responsabilidad, respecto de las demás ciudades del AMC, en promover, aportar y gestionar una gobernanza metropolitana, que involucre a todas las localidades que la conforman, sobre la base de la complementariedad y la solidaridad territorial.

    Es por ello que no debería planificar ser una ciudad de 15 minutos, sin formar parte de un territorio de 45 minutos. Este nuevo paradigma implica poder alcanzar intensidad social y económica en todas las escalas del territorio.

Sergio Lardies
Especial para “Río Negro”

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