Conocé a “La abuela” que se luce y se divierte jugando a las bochas en Roca

Graciela tiene 72 años y le enseña a jugar a sus amigos y vecinos en Padre Alejandro Stefenelli. Cada fin de semana prepara la cancha, donde se divierten hasta que cae el sol.

Todos los sábados Graciela Riffo llega al centro de jubilados Los Perales, en la zona este de Roca y comienza a emparejar con un rodillo la cancha de bochas.

La pista es de tierra y se encarga de que quede impecable. Minutos después llegan sus amigos del barrio Stefenelli y de otros puntos de la ciudad a competir.
“La abuela”, como la llaman sus vecinos y conocidos, tiene 72 años y no se queda atrás cuando le toca lanzar.

Cuando era una niña nació en ella la pasión por este deporte en Colonia Fátima, un barrio de Cervantes donde se crió.
“Éramos chicos y teníamos una cancha en la chacra donde jugábamos con unas bochas de madera. Después empezamos a crecer y cada uno traía a su familia”, contó con nostalgia.

La cancha es de tierra y la prepara cada fin de semana. Foto Andrés Maripe

Graciela junto a su esposo Juan Garrido compitieron en varios torneos provinciales, incluso les enseñaron el juego a sus hijos.
Ella trabajó durante años en un hotel y su compañero en la chacra hasta que se jubilaron y eligieron el barrio Alto Verde para vivir, al lado de Stefenelli donde se fundó el primer pueblo de Roca.
Pero el amor por las bochas nunca se apagó.

Un día una de sus hijas vio que estaban armando una cancha en el centro de jubilados Los Perales y les dijo a los abuelos que sus padres eran campeones de aquel hermoso deporte.
El intendente Carlos Soria fue quien inauguró la nueva pista y todos compartieron después un buen asado.
Desde ese momento la abuela y su esposo se sumaron y comenzaron todos los fines de semana a enseñarle la magia de las bochas a los vecinos.

Cada sábado y domingo desde las 15 y hasta que baja el sol la cancha que está al lado de la estación del ferrocarril se transforma en el escenario de una fiesta.
Las risas se escuchan a lo lejos por la picardía de los partidos que se ponen más competitivos.

Hace ocho años falleció su esposo Juan y ella continúa con la misma pasión jugando como cuando lo hacían juntos en cada torneo.
Cuando recuerda los momentos que vivieron y las veces que se divirtieron en la cancha, sus ojos se humedecen.
“Mi marido siempre fue muy buen bochero”, contó orgullosa.

Graciela ya no juega con la misma destreza de antes pero eso la detiene cuando arranca un partido.
“Ahora prefiero arrimar la bocha al bochín, no a bochar, años atrás sí lo podía hacer”, mencionó sonriendo.

La abuela contó que en primavera y verano llega mucha gente. El resto del año también pero en menor cantidad ya que la cancha está al aire libre.
Cuando se puede disfrutar más de la luz del sol, los partidos comienzan a las 15 hasta las 21. “Nos hemos tentado a comer asaditos, por ahí. Es un lindo grupo. Ahora me han quedado muchos jóvenes”, contó.

«La abuela» es muy querida en el barrio y varios visitan su cancha. Foto Andrés Maripe

Graciela pasa horas jugando. “Me gusta la precisión y mirar que juegan bien, cuando veo que hay dos o tres buenos, los pongo a desafiarse”, relató entusiasmada.

La cancha mide 21 metros por tres. “Siempre nos prometieron que la iban a arreglar pero nunca lo hicieron”, contó.
Sin embargo ella no se queda con los brazos cruzados y en forma artesanal, empareja cada fin de semana la pista.
“Arreglo sola la cancha, le paso el rodillo. A todos les gusta y dicen que es una de las mejores”, expresó con orgullo.

Los fieles bocheros

Pablo Vázquez se dedica a la construcción y hace ocho años juega a las bochas. Es uno de los bocheros que acompaña a Graciela cada fin de semana. “Juego también con la gente del club Católico y de Cervantes, voy a varios torneos”, contó.
“Ya no se ve tanta gente grande jugando pero si se están formando nuevos jugadores, hay un semillero. La otra vez vi una nena de 10 años jugando muy bien”, mencionó.
Pablo hace años conoce a Graciela en el ámbito de este deporte. “Ella es la abuela de Los Perales. Cuando viene abrir la cancha nos manda un mensaje y venimos”, expresó.
Cacho, otro jugador de 76 años, destacó los beneficios para la salud que generan las bochas. “Este juego es muy bueno para la gente adulta, trabajas mucho la cintura, sería genial que armen más canchas en la ciudad”, comentó.

Las reglas

El reglamento aprobado por la Confederación Argentina de Bochas establece que el deporte se practica entre dos equipos opuestos, mediante una serie de bochas diferenciadas entre sí como “lisas” y “rayadas” y jugadas dentro de un rectángulo rodeado de barandas o tablas (cancha). Ambos conjuntos pugnan por marcar puntos hasta llegar a una cantidad determinada que define el partido a favor de uno de ellos.
El juego consiste en que uno de los equipos obtenga más puntos. Estos se logran cuando se consigue colocar las bochas más cerca del bochín.


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