Pumas cazadores de pingüinos en la Patagonia: un hallazgo que es señal de restauración ambiental
Un estudio internacional publicado ayer puso al descubierto una postal inesperada. El biólogo Emiliano Donadío de Santa Cruz, explica el fenómeno. La creación de un parque nacional permite un nuevo equilibrio ecológico.
Amos de vastas extensiones de la Patagonia, los felinos emblema de la región siguen sorprendiendo a los científicos del mundo que los observan sigilosamente a cada paso.
En una investigación publicada ayer martes 16 de diciembre en “Proceedings of the Royal Society” -una de las revistas de ciencia más prestigiosas en el mundo- se supo que los pumas no solo cazan grandes mamíferos como los guanacos, sino que también, acechan a los pequeños pingüinos en las costas más australes del mar argentino.
Los pumas sumaron a su dieta diaria a los pingüinos de Magallanes y por eso los cazan como nunca antes se había reportado en la región.«Estimamos que un puma adulto puede cazar hasta 14 pingüinos por semana», precisa a Diario RÍO NEGRO el biólogo neuquino Emiliano Donadio, director científico de Rewilding Argentina, coautor del estudio junto a Mitchell Serota, ecólogo de la Universidad de California.
Para la comunidad científica esto no es mala noticia sino que es un indicador de avances en materia ecológica y ambiental. La creación del Parque Nacional Monte León en Santa Cruz permitió la recuperación simultánea de grandes carnívoros y aves marinas.

Este fenómeno es inesperado y fue documentado en el trabajo internacional. Según la investigación, esta interacción entre pumas y pingüinos transforma la ecología de la región, sobre la cual ya se venían implementando acciones de restauración ambiental en los últimos años, que hoy dan sus frutos.
«Los pingüinos no solo representan una fuente nueva e inesperada de alimento para los pumas, sino que también afectan fuertemente el comportamiento social y el movimiento de estos grandes felinos».
Emiliano Donadío, director científico de Rewilding Argentina y coautor del trabajo.
El científico argentino dio detalles sobre lo que hay detrás de este descubrimiento, realizado en conjunto entre la fundación Rewilding Argentina, Parque Nacional Monte León y la Universidad de California-Berkeley; y contó con el financiamiento de National Geographic.
Por qué los pumas cazan pingüinos en la Patagonia
«Pumas y pingüinos probablemente interactúan desde hace cientos de años. Sin embargo, esta interacción parece haberse intensificado como resultado del accionar humano», cuenta el biólogo. Es que históricamente las aves solo nidificaban en islas frente a la costa atlántica porque los que se aventuraban en las costas continentales, eran depredados por pumas y zorros.
«Con la llegada de los europeos y las ovejas, los depredadores, particularmente el puma, fueron cazados y erradicados de grandes áreas de la Patagonia incluyendo sus costas«, explica, lo que permitió a los pingüinos retornar al continente y formar las grandes colonias que hoy habitan.
Desde hace unas tres décadas, el control de los pumas por parte del hombre disminuyó y permitió que ellos también recolonicen áreas de las cuales habían sido expulsados. «Esto fue evidente en Monte León donde la estancia fue transformada en un área protegida, Parque Nacional en 2004».
Los pumas se encontraron con una nueva y muy abundante presa, concentrada en unos pocos cientos de metros cuadrados: los miles de pingüinos de Magallanes de la colonia. «Actualmente son cerca de 40.000 parejas reproductoras las que habitan esa zona», explica.

Entre 2019 y 2023, el equipo científico de Rewilding Argentina empezó a estudiar a los pumas con collares GPS. Implementaron los rastreadores en 14 pumas y así se logró registrar que los felinos concentraban su actividad cerca de la colonia de pingüinos durante la época de cría.
Donadío explica que ya se habían reportado antecendentes de interacción entre estas dos especies. En 2007, se realizaron observaciones de un hembra y sus cachorros depredando a las aves. En 2012, el biólogo Ignacio Zanon y colaboradores del Conicet, analizaron heces de puma y descubrieron restos de pingüinos.
«Ellos estimaron que un cuarto de la biomasa de alimento consumida por los pumas estaba formado por pingüinos. Sin embargo, estos trabajos no informaban sobre la intensidad de la interacción entre pumas y pingüinos y cómo esta afectaba a estas especies», precisa.
Hallazgos de la investigación sobre pumas y pingüinos
«Uno esperaría que los pumas impacten fuertemente sobre los pingüinos, pero monitoreos recientes sugieren que la población de pingüinos está estable e incluso mostrando un leve aumento. Lo novedoso es que este estudio muestra que son los pingüinos los que afectan a los pumas», comenta.
En Monte León, los pumas que se alimentan de pingüinos interactúan más con otros pumas que aquellos que no lo hacen, y esto sorprende; porque siempre fueron parte de una especie solitaria y territorial. Además, habitan en terrenos menos extensos y hacen desplazamientos más cortos.
En el parque Monte León, la densidad poblacional de pumas alcanzó una cifra inédita: en el área hay 13,2 a 13,3 pumas cada 100 kilómetros cuadrados, más del doble que en otras regiones de Sudamérica y 2,3 veces mayor que el máximo previamente registrado en el Chaco boliviano.
Además, entre septiembre y marzo, cuando los pingüinos están en la colonia, parte de la población de pumas del Parque Nacional Monte León consume pingüinos y disminuye la presión de caza sobre los guanacos, en una época cuando los guanacos tienen cría.
«Esto probablemente aumente la probabilidad de supervivencia de las crías de guanacos al menos durante sus primeros meses de vida”, comenta Donadío. En marzo, los pingüinos se van, los pumas vuelven a depredar guanacos.
Un parque nacional que permite recuperar fauna nativa
«A nivel ecológico este trabajo indica que en Monte León se han restaurado las poblaciones de presas nativas que ahora son abundantes y pueden sostener una población saludable de pumas. También muestra que es posible recomponer ecológicamente los paisajes patagónicos, en su mayor parte degradados», plantea el científico a Diario RÍO NEGRO.
Por otro lado, los pingüinos se alimentan en el mar, pero muchos de ellos son cazados por pumas en tierra y los restos de estos animales se descomponen y fertilizan la tierra. “Los pumas que cazan pingüinos conectan tierra y mar, mostrándonos las increíbles e impensadas formas en las que la naturaleza funciona cuando logramos restaurarla”, concluye Donadío.
Amos de vastas extensiones de la Patagonia, los felinos emblema de la región siguen sorprendiendo a los científicos del mundo que los observan sigilosamente a cada paso.
Registrate gratis
Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento
Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Comentarios