Dolor en el norte neuquino por el joven que murió al quemarse el 70% de su cuerpo: «No caigo»
Agustín Albarrán era oriundo de Varvarco (Neuquén). Estuvo cinco días internado y no logró sobrevivir.
Agustín Albarrán murió el miércoles 26 de marzo en Neuquén.
Agustín Albarrán estuvo cinco días internado en estado crítico en Neuquén y lamentablemente, murió el miércoles 26. El joven, oriundo de Varvarco, había ingresado la semana pasada al Castro Rendón por tener quemaduras en el 70% de su cuerpo y no logró sobrevivir. Su familia lo despidió con gran dolor.
La muerte del joven de tan solo 21 años se confirmó el miércoles por la tarde. Su estado era crítico, pero sus allegados mantenían la esperanza sobre una pronta recuperación.
Su familia en medio del dolor informó que este jueves le realizaron su velatorio en la sala de Empresa Castro para su posterior sepultura. Mientras tanto las redes sociales estallaron con mensajes de pesar.
Pesar en Varvarco por el joven que murió por quemaduras en el 70% de su cuerpo
A horas de conocerse la muerte de Agustín, su tío hizo un emotivo posteo en Facebook y escribió: «Todavía no caigo, mucha bronca e impotencia tengo en este momento de dolor. Te quiero un montón Agus, nos quedó pendiente muchas charlas y unos mates lleno de risa y picardías. Estarías siempre en mi corazón y en mi mente. Vuela alto sobrino querido».
La réplicas a la publicación fueron inmediatas y todos destacaron que el joven en vida fue una persona «destacable».
El joven era hijo de un efectivo del norte neuquino y era conocido en Varvarco por lo cual su muerte conmoción a toda la población que días antes se había unido para realizar una colecta solidaria en pos de solventar los costos de la intervención médica que Agustín necesitaba. «Descansa en paz mi Agus», manifestó otra allegada a la familia del joven.
Muerte de un joven en el norte de Neuquén: cómo pasó
Para esclarecer lo ocurrido fue clave el testimonio de la doctora que atendió el joven, quien señaló que el paciente, con dificultades para hacerlo, alcanzó a decirle que manipulaba alcohol y fuego mientras intentaba reparar un celular.
Los investigadores, sin embargo, también tenían en análisis otras hipótesis y el Ministerio Público Fiscal había solicitado un allanamiento al domicilio donde tuvo lugar el hecho, que terminó con el secuestro del celular del joven, el de su pareja, una botella de alcohol parcialmente quemada y un encendedor.
Pero la hipótesis de un accidente terminó por recobrar fuerza cuando el dueño del celular que la víctima estaba reparando al momento del incendio confirmó que días atrás le había llevado el dispositivo para que se lo arreglara.
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