Dos barilochenses desafiaron el lago Argentino frente al glaciar Perito Moreno

Roxana Pescader y Alejandro Mansilla participaron de la primera edición de la Winter Swimming World Cup en Santa Cruz.

Los barilochenses Roxana Pescader y Alejandro Mansila participaron de la primera edición de la Winter Swimming World Cup en el lago Argentino frente al glaciar Perito Moreno, en Santa Cruz.

Fue la primera Copa del Mundo de Aguas Frías que se organiza en Argentina. Países como Finlandia y Canadá suelen ser las sedes de este tipo de eventos.

«El objetivo era nadar seis distancias que no se pudieron concretar por cuestiones climáticas. El primer día de competencia se nadaron 1000 metros sin neopreno. El segundo día se suspendió la actividad; el viernes se compitió en 200 y 50 metros y el último día de competencia eran 500 metros, pero no se pudo», explicó Mansilla desde Calafate.

«Las condiciones eran extremas por la temperatura del agua del lago Argentino frente al glaciar. De las más frías en Argentina con dos grados. En Bariloche llegamos a los 3 grados. Había témpanos en la costa. A esto se sumaba el oleaje y el viento», agregó Pescader.

Cuando la pareja decidió competir en el evento, más allá de los chequeos médicos, comenzó a entrenar en el lago Nahuel Huapi tres veces por semana para lograr la aclimatación progresiva. Luego, comenzaron a buscar espejos de agua más fríos, como el lago Moreno o la Laguna El Trébol.

«Se necesita mucho logística: cuando uno sale del agua debe estar bien equipado con infusiones calientes y ropa a fin de poder recuperarse. Llevamos el cuerpo a una situación extrema. Se siente mucho frío«, reconoció Pescader, de 54 años, que resultó campeona del mundo en su categoría.

Aseguró que participar en este evento fue salir de su «zona de confort»: «Estoy acostumbrada a nadar en aguas abiertas, en mar o río. Pero nadar frente a un glaciar que no conocíamos fue un desafío diferente».

De los 30 hombres que se anotaron en la competencia, solo 15 lograron terminar las pruebas. «No sentia las piernas ni las manos. No solo por el frío sino por las condiciones del lago. Es un agua muy especial, muy fría que contiene muchos minerales. No es transparente. Se la llama lechosa proque tiene mucos sedimentos. Eso hace que después, uno no se sienta del todo bien», reconoció Mansilla, de 49 años.

Destacó que es la primera vez que la competencia se hace en Argentina. «Había un corredor europeo muy bueno que no se anotó en la prueba de 1000 metros. Nos preguntábamos por qué. Después supimos que en Europa, con temperaturas como éstas, no corren más de 400 metros«, comentó.

Y concluyó: «Fue un regalo del cielo tener vitalidad y fuerza para poder preparar esta carrera. No se puede hacer de un día para el otro porque es algo peligroso. De hecho, está prohibido nadar en el lago Argentino».


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