El hermano del adolescente que entró a robar en un bar de Palermo comenzó a trabajar en el local

El comerciante, tras derribar de un tackle al joven de 15 años que había sustraído un celular del comercio, decidió ayudar a mejorar su situación y la de sus hermanos.

Uno de los hermanos del adolescente de 15 años que fue aprehendido por el dueño de un bar de la zona de Las Cañitas, en el barrio porteño de Palermo, se presentó este jueves a trabajar en el local, tras ser convocado por el propio comerciante.

«Nada. Se puede cambiar«, dijo el joven a la prensa antes de soltar algunas lagrimas, al ser consultado sobre lo que le diría a su madre. Su hermano menor, Martín, fue atrapado mediante un tackle de rugby por el dueño del bar, al observar que intentaba hacerse del celular de una clienta del comercio.

El dueño del negocio, llamado Dalchemist y situado en Báez 260 de la capital, abrazó a su flamante empleado y sostuvo que no puede «hacer la vista gorda» a la realidad que atraviesan los hermanos, que ahora tuvieron una nueva oportunidad.

Medios nacionales informaron que se trata de un grupo familiar de cuatro jóvenes, quienes fueron abandonados por sus padres luego de una violencia pelea de la pareja, que terminó con destrozos en la precaria vivienda que compartían en la localidad bonaerense de José C. Paz.


Robó un celular en un bar y luego le ofrecieron trabajo


Este último lunes por la tarde, uno de los hermanos, Martín de 15 años, ingresó al local y le ofreció productos de limpieza a una clienta que se encontraba comiendo. Inmediatamente, el propietario del negocio le pidió al joven que se retire y le preguntó a la mujer si tenía el celular bajo su dominio.

Tras constatar que el dispositivo no se encontraba entre sus pertenencias, Martín, el dueño del bar, salió corriendo detrás del menor, y a unos pocos metros, logró derribarlo de un tackle, recuperando así el teléfono de la clienta.

En ese momento, después de un diálogo entre ambos y del pedido de disculpas del joven, el dueño del local le ofreció trabajo, pero al enterarse que era menor de edad, le aseguró que tendría un plato de comida garantizado.

Junto a ello, el propietario, en otro gesto de solidaridad para con los jóvenes, le consiguió trabajo en el negocio a un hermano del adolescente que había ingresado a robar.

Fue así que Lucas, de 17 años pero pronto a cumplir 18, llegó al comercio este jueves para comenzar con su jornada laboral, dando así un cierre más que feliz para una historia que, al igual que tantas otras, está atravesada por la pobreza y la violencia.


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