El municipio cerró un acuerdo que reconoce una nueva relación con la Asociación de Recicladores Bariloche

El gobierno municipal promueve que la cooperativa, que agrupa a 68 trabajadores, en su mayoría mujeres, sea reconocida como prestadora de servicios. El convenio debe ser aprobado por el Concejo municipal.

El gobierno municipal cerró un nuevo acuerdo con la cooperativa de recicladores de residuos ARB para que dejen de ser simples beneficiarios de un subsidio municipal y pasen a recibir el tratamiento de una empresa proveedora de servicios, con una remuneración acorde al trabajo realizado.

El nuevo convenio debe ser ratificado ahora por el Concejo Municipal, pero en principio dejó muy conforme a las recicladoras (en su mayoría mujeres) que forman parte de la ARB. Según lo acordado, el municipio les asegurará un pago fijo mensual por un mínimo de 80 toneladas de residuos recuperados, más premios extra por “productividad”.

La presidente de la ARB, Gladys Pichiñanco, dijo que las nuevas condiciones constituyen para ellas “un paso muy importante” y un reconocimiento por los 20 años de trabajo, en los que más de una vez mantuvieron diferencias con la municipalidad.

El convenio que ahora pasará al Deliberante establece un acuerdo entre el municipio y la ARB por cinco años. La titular de la organización dijo que de números prefería no hablar, cuando se le consultó cuánto se comprometió a pagarles el municipio por tonelada de basura tratada.

Hasta ahora el subsidio mensual que cobra la ARB es de 6,8 millones de pesos mensuales. En abril eran 3,4 millones, en julio el municipio llevó el aporte a 4,7 millones y el último ajuste data de octubre. A esa suma se agregan otros pagos complementarios por seguros, combustible y agua mineral.

Pichiñanco subrayó que ahora existirá un reconocimiento formal al trabajo realizado y se les pagará “por el servicio que se brinda” a la ciudad en el tratamiento y recupero de la basura.


Un anhelo


La ARB aspira a incrementar en forma progresiva el volumen de basura que clasifican, enfardan y venden a los grandes centros de acopio. Pichiñanco dijo que en su mayor parte recuperan cartón, plásticos y también importantes cantidades de vidrio.

Según lo comunicado por el municipio, las condiciones acordadas surgieron luego de “un debate de varios meses” y otorgan un nuevo marco de “seguridad jurídica” a la actividad que realiza la ARB.

Gennuso destacó que el nuevo tipo de relación es parte de la nueva política de separación y recolección diferenciada de residuos que implementó el municipio, y que se refleja en “una mayor cantidad de material seco disponible en la planta para recuperar”.

Señaló también que se trata de “un salto que tenemos que valorar no solo desde lo económico, sino desde lo que significa para la dignidad de la ARB”, que está integrada por 68 trabajadores.


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