El orujo de manzana fue incorporado en el Código Alimentario Argentino, a partir de una investigación en Río Negro

Hasta ahora, este subproducto era descartado en toneladas, pero podrá emplearse para fabricar alimentos ricos nutricionalmente.

Finalmente la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca incluyó el orujo de manzana en el Código Alimentario Argentino. Ya fue publicado en el Boletín Oficial.

El pedido de su incorporación como ingrediente alimentario corresponde a la Universidad Nacional de Río Negro, a través del equipo de la Planta Piloto de Alimentos Sociales en Villa Regina. El Ministerio de Producción y Agroindustria y de Salud de Río Negro y la empresa Pura Frutta acompañaron en su momento esa solicitud.

“Debido al gran volumen de producción de orujo de manzana disponible por las industrias jugueras y sidreras de la región a lo largo de todo el año, es conveniente su aprovechamiento, dado su alto contenido en fibra alimentaria, azúcares y antioxidantes”, argumentaron en el Boletín Oficial.

El orujo de manzana seco puede utilizarse como ingrediente directo o molido para la elaboración de panificados y repostería (panes, budines, pizzas, galletitas), barritas de cereal, rebozador de carnes, infusión, entre otras.

El Laboratorio Regional de Salud Ambiental de Cinco Saltos evaluó los controles microbiológicos para el orujo de manzana seco, sobre muestras aportadas de diferentes elaboradores y recolectadas por la Planta Piloto de Alimentos Sociales perteneciente a la Universidad Nacional de Río Negro.

El camino de la investigación

La investigación de este subproducto corresponde a investigadores del Centro de Investigaciones y Transferencias (CIT) de Río Negro, que depende del Conicet y la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN).

Sucede que en el Alto Valle, las grandes agroindustrias jugueras y sidreras generan importantes volúmenes de orujo de manzana como subproducto de su producción de jugos. Este material, compuesto por pulpa, cáscara, semillas y pedúnculos, tradicionalmente era descartado, generando problemas ambientales por su alta carga orgánica y humedad.

Felipe Rocha Parra, investigador del CIT Río Negro, lleva años estudiando este subproducto: “Hemos confirmado que el orujo deshidratado es una excelente fuente natural de fibra y contiene compuestos antioxidantes. Lo hemos utilizado con éxito en el desarrollo de panes y galletitas”, explicó este doctor en Ciencias Exactas, investigador asistente del Conicet y profesor de la UNRN a diario RIO NEGRO esta semana antes de conocer la publicación del subproducto en el Código Alimentario Argentino.

“Con la reciente inclusión del orujo como ingrediente alimentario, nos planteamos nuevos retos como avanzar con el orujo de pera”, agregó.

Facundo Fernández, secretario de Fruticultura de Río Negro, también celebró la inclusión en el Código Alimentario Argentino: “En Río Negro, más del 20% de la fruta de pepita que se produce se convierte en subproducto. Poder transformar los desechos de la producción en fresco en alimentos en forma de harinas o fibra es fundamental para el potencial crecimiento en valor agregado y un avance para que la industria frutícola sea una economía circular”.

En 2021, puntualizó Rocha Parra, se produjeron 500 mil toneladas de manzanas en Río Negro, de las cuales sólo un 32% se industrializó como jugo. Otro 50% consistía en el subproducto que terminaba descartándose. Su alto contenido de humedad y carga orgánica generaba contaminación microbiana, fermentaciones espontáneas y gases de efecto invernadero. Ahora podrá destinarse a la elaboración de «diseñando «alimentos mejorados nutricionalmente ya que es una fuente alternativa y natural de fibra y antioxidantes».


Finalmente la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca incluyó el orujo de manzana en el Código Alimentario Argentino. Ya fue publicado en el Boletín Oficial.

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