El único geomuseo del país está en El Bolsón y solo hay cuatro en el mundo
Fue inaugurado el 28 de enero pasado, dos días antes del incendio que consumió 3.800 hectáreas. Un matrimonio apasionado de la geología conformó la colección que se exhibía, en un principio, en Mallín Ahogado.
El Bolsón cuenta con el primer geomuseo del país y el cuarto en el mundo, junto a Brasil, Italia y España. Exhibe una colección única de minerales, rocas, minerales, fósiles y meteoritos de Patagonia, Argentina del mundo y una de meteoritos. Fue inaugurado el 28 de enero pasado, para celebrar los 99 años de la localidad. Sin embargo, la actividad del museo se remonta a dos décadas atrás cuando un matrimonio, apasionado por las piedras, comenzó a recorrer el país y fue conformando una colección de minerales, rocas y fósiles que exhibía en una sala del paraje Mallín Ahogado.
«Ese museo funcionó del 2002 al 2022, a lo largo de unos 20 años, hasta el fallecimiento de Eduardo Lucio. Su esposa, Isabel Giraudo, decide donar la colección a la Fundación Cooperar, de Coopetel», relató el geólogo Agustín Quesada, actual director del Geomuseo de Piedras Patagónicas Eduardo Lucio.
El municipio gestionó un lugar para el funcionamiento del museo en el edificio La Torre, en la calle Juez Fernández 430, en pleno centro de El Bolsón, que fue remodelado y refaccionado en colaboración con el Colegio de Arquitectos de Río Negro.

Desde entonces se convirtió en el nuevo atractivo turístico de la localidad con 2700 visitantes, incluso coleccionistas de Estados Unidos y Chile. Los tesoros de este rincón generan una combinación de asombro y fascinación, aseguran.
«Es un geomuseo porque enseña sobre la geodiversidad de los minerales, las gemas, los meteoritos y los paisajes. Tiene la misión de presentar este nuevo concepto de la geodiversidad, así como conocemos la biodiversidad«, sintetizó Quesada.
El recorrido sugerido dura media hora. Si bien un guía aporta una introducción y un cierre, en realidad, es autoguiado. Lo definen como «un museo vivo«, es decir que aporta experiencias inmersivas y actividades para interactuar con la colección.

La estrella del lugar es la sala 3d que permite comprender la historia de esa zona cordillerana. El meteorito Esquel es otra perla que exhibe el museo: «Es un tipo de roca extraterrestre que parece una criptonita. Sorprende porque es una pieza de altísima gama. Se estima que es de 1960 aunque no se sabe bien a dónde cayó. Lo cierto es que hay muchos fragmentos que se han llevado al exterior y este tenemos la suerte de tenerlo acá».
La colección en exhibición abarca 300 especímenes, pero el acervo patrimonial es de unos 600. Cada mes se renueva una parte de la exhibición. En julio, por ejemplo, se exhibe la colección de 18 meteoritos.
La historia del museo
El museo nació a través de Lucio y Giraudo, dos apasionados por la geología oriundos de Buenos Aires que se radicaron en Patagonia. Durante 40 veranos, salieron a recorrer diferentes puntos del país en busca de piedras. Hablaban con los baqueanos de la zona a fin de saber dónde rastrear piedras o para intercambiarlas. Adquirieron el oficio de lapidadores (cortaban y pulían rocas) y fueron exhibiendo cada hallazgo en su museo privado en Mallín Ahogado que llegó a ser declarado de interés.
«Para un museo -agregó Quesada- lo ideal es saber de dónde viene el material, qué es y someterlo a pruebas químicas. Ese material debe tener cierto tamaño, color y rareza. En eso se especializaba este matrimonio«.
El 28 de enero pasado, el geomuseo se trasladó al centro de El Bolsón. Dos días después, comenzaba el incendio en el área de Confluencia que terminó arrasando con más 3.800 hectáreas de bosque.
«Al inicio del fuego, armamos la brigada autogestiva Geomuseo para ir en ayuda de Isabel que vivía en el sector. Logramos salvar su vivienda, pero todo el resto donde funcionaba el museo quedó reducido a escombros», recordó.

Desde su apertura a hoy, unas 2700 personas ya transitaron por el nuevo espacio. Desde entonces, se entabló un fuerte vínculo con el Museo Paleontológico de Bariloche. «Su responsable, el paleontólogo Ari Iglesias es asesor externo. Buscamos articularnos con propuestas porque pensamos que es un gran complemento: la palentología allá y las gemas, acá», aseguró Quesada que es doctor en Geología.
Sobre la conducción del geomuseo, manifestó: «Tengo una larga trayectoria y poder aplicar todo el recorrido realizado en este lugar me genera orgullo, compromiso y alegría. El Bolsón es el lugar que elegí con mi familia y donde nacieron mis hijos».
Horarios y valor de la entrada
En julio, durante las vacaciones de invierno, el Geomuseo abre de lunes a sábados de 14.30 a 19.30; los grupos pueden recorrerlo con reserva previa de 11 a 14. También hay visitas guiadas para escuelas.
El valor de la entrada es de 2.000 pesos para los socios de Coopetel; 3.000 pesos para los residentes de la Comarca y 5.000 para los visitantes nacionales e internacionales.
Más información en @geomuseopatagonia o en el teléfono (294) 15429-4406.

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