Inclusión: cómo funcionan las tarjetas europeas de discapacidad, usadas en cada vez más países

El proyecto de la Tarjeta Europea de Discapacidad y la Tarjeta Europea de Estacionamiento para Personas con Discapacidad nació hace ocho años como prueba piloto en ocho estados y acaba de ser aprobado por el Parlamento Europeo. Se trata de iniciativas que facilitan el acceso a movilidad y servicios para personas con discapacidad que van de un país a otro.


Uno de los principios del bloque de 27 países que conforman la Unión Europea es que sus habitantes cuenten con facilidades para circular entre sus fronteras. Pero hasta ahora subsistían muchos obstáculos, ya que los diferentes estados no reconocían los documentos que acreditaban la condición de las 100 millones de personas con discapacidad. Hoy se dio el paso clave para cambiar esto.

Los eurodiputados aprobaron la Tarjeta de Discapacidad de la UE y a la Tarjeta Europea de Estacionamiento para las personas con discapacidad. Ambas buscan garantizar que las personas con discapacidad tengan igualdad de acceso a condiciones preferenciales, como tasas de entrada reducidas o nulas, acceso prioritario y acceso a estacionamiento reservado. Ambas tarjetas darán a sus titulares, así como a sus acompañantes y a los animales de apoyo, acceso a la mayoría de las mismas condiciones que los titulares de tarjetas nacionales, informó el sitio del Parlamento Europeo.

Según Europa Press, la tarjeta de discapacidad se emitirá en un plazo máximo de 60 días y deberá ser reconocida por toda la Unión Europea como pasaporte para acceder a condiciones especiales de las cuales disfruten ya los ciudadanos nacionales del lugar de destino. Esto incluye servicios públicos y privados como el transporte, eventos culturales, museos, centros deportivos o parques de atracciones.

Estos distintivos también son tomados en cuenta en diferentes instituciones, tanto públicas como privadas. Por ejemplo, galerías de arte o museos se vuelven “lo más accesibles posibles, así que no sólo la entrada es gratuita para las personas con discapacidad, sino también visitas guiadas personalizadas o talleres creativos personalizados”, explicó Živa Rogelj, jefa de Educación de la Galería Nacional de Eslovenia, a Euronews.

Eslovenia es, precisamente, uno de los ocho países de la Unión Europea en los cuales desde 2016 se implementaban estas tarjetas como prueba piloto. Y su buen funcionamiento hizo que todos los estados de la UE acordaran unificar la herramienta de accesibilidad. Desde este país de Europa del Este impulsan como próximo paso unificar ambas tarjetas.

Estos nuevos instrumentos serán especialmente útiles para personas con discapacidades “invisibles”, como suele llamarse a aquellas que no pueden apreciarse a simple vista (por ejemplo, ciertas discapacidades intelectuales o las causadas por enfermedades viscerales).

Por su parte, Yannis Vardakastanis, presidente del Foro Europeo de la Discapacidad, señaló a Euronews que las tarjetas son un paso en la dirección correcta, pero insiste en que no abordan los problemas a los que se enfrentan las personas con discapacidad cuando se desplazan a otro país de la UE durante más de tres meses. Además, advierte: “Nos facilitan las cosas, pero no nos permiten disfrutar del derecho a movernos, a estudiar, a trabajar. En estos casos se nos exige volver a evaluar la discapacidad. Nuestra discapacidad no viaja con nosotros». 

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Este contenido fue originalmente publicado en RED/ACCIÓN y se republica como parte del programa «Periodismo Humano», una alianza por el periodismo de calidad entre RÍO NEGRO y RED/ACCIÓN.



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