Investigó sobre infartos en el Alto Valle para salvar más vidas: el trabajo de Sonia Costantini fue premiado

La cardióloga fue distinguida a nivel nacional. Recorrió 12 hospitales y cuatro clínicas de Río Negro durante un año para conocer el abordaje de pacientes. Elaboró un proyecto que mejoraría la calidad de atención.

«El tiempo es clave en el manejo del infarto. Mientras más se demora, peor es el diagnóstico», explica la cardióloga de Roca, Sonia Costantini, mientras cuenta con orgullo detalles de la investigación que la distinguió con un premio nacional.

Un paciente que cursa un infarto necesita tratamiento dentro de los 120 minutos. “Si no se llega a tiempo aumenta la mortalidad por cada media hora de demora. Cada vez que me demoro le cambio el pronóstico al paciente”, fundamentó a Diario RÍO NEGRO.   

Motivada por conocer la realidad local sobre las enfermedades cardiovasculares, una de las principales causas de muerte a nivel mundial, la profesional rionegrina puso su empeño en sacar una radiografía de la atención de la salud cardiovascular de la población del Alto Valle sin obra social, y lo logró. 

La cardióloga obtuvo el premio al “mejor artículo original” publicado en la revista científica de la Federación Argentina de Cardiología (FAC) 2024, basada en su tesis de maestría en Economía y Gestión en Salud. Llevó adelante la investigación desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre de 2017.

Foto: Andrés Maripe.

El trabajo, que le llevó una gran labor y sacrificio puertas afuera del consultorio, analiza cómo se aborda a los pacientes con infartos agudos de miocardio en el Alto Valle de Río Negro. “¿Cuál es la red que se activa, cómo lo hace?, ¿Hay algún tratamiento disponible y cuánto demora?”, dijo sobre las preguntas de investigación. 

Con datos locales y un fuerte trabajo en territorio, su estudio terminó revelando fallas y debilidades en el sistema de salud público y propone soluciones concretas para mejorar los tiempos de atención y salvar más vidas.

Durante todo 2017, la profesional recorrió guardias y servicios de 16 instituciones de salud: doce hospitales públicos (Roca, Ingeniero Huergo, Allen, Villa Regina, El Cuy, Cervantes, Chichinales, Cipolletti, Cinco Saltos, Campo Grande, Catriel y Fernández Oro) y cuatro clínicas privadas (Clínica Roca, Sanatorio Juan XXII, Policlínico Modelo de Cipolletti y Fundación Médica de Río Negro y Neuquén). 

Su objetivo fue relevar datos de pacientes sin cobertura social, que ingresaron con un infarto a hospitales y luego seguir de cerca todo el circuito, desde que la persona llegaba a la guardia con síntomas, hasta que recibía el tratamiento indicado

Una vez obtenida la información en territorio, Costantini analizó las cifras y obtuvo los “datos duros” que estaba buscando; además analizó las historias clínicas y entrevistas hechas a trabajadores de la salud. A la luz de la bibliografía, pudo arribar a conclusiones para diagnosticar el estado de situación sanitaria de la región. 

Infartos en el Alto Valle: qué detectó la investigación


Falta de recursos, articulación y tiempos prolongados: varias problemáticas vinculadas y con diversas causas fueron detectadas a partir de este trabajo.

El sistema público no cuenta con servicios de Hemodinamia, fundamentales para tratar un infarto lo cual acarrea constantes derivaciones de pacientes a centros privados, lo que en ocasiones puede generar más demoras que maximizan el riesgo de vida.

Foto: Andrés Maripe.

“Los hospitales públicos de Rio Negro (RN) carecen de un sistema que permita la rápida atención del Síndrome Coronario Agudo con Elevación del ST (Scacest)”, plantea en la introducción de su artículo. 

Es que cuando se produce un infarto, corren dos relojes: por un lado el tiempo desde que el paciente detecta un dolor o anomalía y concurre al médico; y otro es el “tiempo ventana” que se activa una vez dentro de la institución, hasta que le realizan el tratamiento adecuado. 

“Una de las primeras cuestiones que detectamos, es que los infartos se tratan tardíamente, el tiempo que tarda el paciente”.

Sonia Costantini, cardióloga de Roca.

“El tiempo ventana es muy prolongado”, agregó. “La media fue de 260 minutos y el tiempo más prolongado fue de 336 minutos”, precisó, cuando el ideal debería ser 120. 

“Nos encontramos con muy pocos pacientes (casos de infarto), mucho menos de los esperados”, agregó. Según estadísticas nacionales, hay 40 infartos cada 10.000 habitantes en un año. “Debería haber encontrado 120 casos y encontré 26, muy poco”, dijo. “Fue el primer dato que llamó la atención”, dijo. 

“A nivel nacional sabemos que el 50% de los pacientes que tienen un infarto y no se atienden, fallecen antes de llegar por episodios de arritmias malignas”, agregó. 

Infartos en el Alto Valle: el desafío de trabajar en red para optimizar los tiempos


Una de las aristas más interesantes del trabajo de Costantini es que miró el presente para pensar en el futuro: a partir de conocer el impacto, elaboró un proyecto para modificar la realidad y así mejorar la salud de los pacientes. 

El desafío es ajustar los relojes y llegar a tiempos ideales, progresivamente. “Lograr no solo bajar el tiempo, sino aumentar la cantidad de pacientes captados”, analizó y para eso también es clave registrar. Para lograr las metas, dijo que es necesario mejorar la articulación público-privada.  

Ideó un sistema de atención en red, articulado y con tiempos progresivamente más optimizados que desde su implementación a cinco años, podría mejorar la atención de manera significativa, salvar más vidas y mejorar la salud cardiovascular de más personas.

¿Cuántas vidas podrían salvarse?, ¿Cuántos años de vida se ganarían?, ¿Cuál sería el impacto económico si se implementara este proyecto en el sistema sanitario?. A todos estos interrogantes respondió la médica de Roca con su propuesta. El proyecto será publicado también en la prestigiosa revista. 

Infartos en el Alto Valle: la publicación científica


El titulo del artículo es “Análisis de impacto de un proyecto de reperfusión temprana para pacientes con Síndrome Coronario Agudo con Elevación del ST en el sector público del Alto Valle de Río Negro” y entre los autores se cita a: Sonia Costantini, Ricardo Bernztein, José Mármol, José Pereyra, Martín Cari, Laura Morán, Andrés Bogado, Alejandro Esteban, Juan A. Sánchez e Ivana Muratore. 

Infarto: principal causa de mortalidad en el mundo


Las enfermedades cardiovasculares (ECV) constituyen la principal causa de mortalidad en el mundo.

Según estadísticas nacionales, en Argentina se estima una incidencia anual del Infarto Agudo de Miocardio (IAM) de 24,5 cada 10.000 habitantes y del Síndrome Coronario Agudo con Elevación del ST (Scacest) del 41,9 cada 10.000 habitantes por año. La mortalidad global intrahospitalaria es del 8,8%. 


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