La fluorescencia que transforma las cirugías en Río Negro: verde de indocianina

El verde de indocianina es un colorante fluorescente. Permite ver órganos y tejidos en tiempo real. Desde Viedma, el cirujano Christian Gorriti destacó su aporte en precisión y seguridad para cirugías oncológicas en Río Negro.

Una sustancia que brilla como una luciérnaga dentro del organismo y que, bajo un equipo especial, ilumina órganos y tejidos en plena operación. Esa es la base del verde de indocianina, la fluorescencia que transforma las cirugías en Río Negro (ICG), un colorante fluorescente que comenzó a utilizarse en la salud argentina en los últimos años y que ya se aplica en la región.

Qué es el verde de indocianina y qué cambió con su uso


“Es un pigmento que, al estimularse con cierta longitud de onda, se ve con una cámara especial incorporada a los sistemas de video. Ese brillo nos permite marcar zonas que de otra manera serían invisibles”, explicó el doctor Christian Gorriti, jefe del servicio de Cirugía General de Clínica Viedma.

La principal ventaja de esta tecnología es que permite ver en tiempo real lo que está sucediendo durante la operación. Según Gorriti, esto es fundamental porque “las imágenes previas -como tomografías o resonancias- son útiles para planificar, pero en el quirófano necesitamos precisión instantánea. Con el verde de indocianina podemos ver circulación, vitalidad de los tejidos y lesiones que de otro modo pasarían desapercibidas”.

Una técnica que ilumina estructuras internas y mejora la precisión de las intervenciones quirúrgicas. Foto gentileza Clínica Viedma.

El impacto más notable se da en la cirugía oncológica. En el caso de los cánceres ginecológicos, el verde de indocianina se utiliza para detectar con exactitud el ganglio centinela, el primero que recibe el drenaje de un tumor. “Antes, para asegurarnos, había que extraer grandes cantidades de tejido. Con esta tecnología podemos ser más precisos, hacer cirugías más pequeñas y menos invasivas. Eso reduce complicaciones y mejora la recuperación de las pacientes”, detalló Gorriti.

El especialista subrayó que la técnica ya demostró ser más eficaz que métodos anteriores, como el azul patente, con tasas de detección superiores al 90%. “Esto nos permite tomar decisiones más seguras durante la operación”, afirmó.

Pero el alcance va mucho más allá de la ginecología. “Se está usando en urología, en cirugía de mama, colorrectal, gastrointestinal y también en operaciones hepáticas, pancreáticas, pulmonares y cardiovasculares. Todos los días aparecen nuevas utilidades porque la visualización que nos da esta tecnología abre un abanico enorme de posibilidades”, explicó.

Christian Gorriti, jefe del servicio de Cirugía General, junto al personal de Clínica Viedma. Foto gentileza.

En Río Negro, ya se contabilizan más de 50 cirugías realizadas con este método, y los resultados entusiasman a los equipos médicos. “El objetivo principal es aumentar la precisión. Si logramos eso, automáticamente disminuyen los riesgos de complicaciones y reducimos el trauma quirúrgico. Es parte de lo que llamamos medicina de precisión: un enfoque que entiende que no todos los cánceres son iguales ni todos los pacientes responden de la misma forma”, señaló.

El proceso de incorporación de esta herramienta no fue inmediato. Según Gorriti, en la clínica comenzaron a fortalecer el área oncológica en 2010 y, en los últimos cinco años, dieron un salto en la incorporación de tecnología en cirugía e imagen. “Requirió capacitación, inversión y experiencia, pero hoy tenemos una base sólida para seguir creciendo”, aseguró.

La cirugía por fluorescencia se utiliza en varios países como Estados Unidos, Europa y Asia. En Argentina, el método comenzó a utilizarse recientemente en instituciones prestigiosas gracias a la aprobación por ANMAT de los insumos necesarios.

Con esta herramienta, las cirugías son más seguras y menos invasivas. Foto gentileza Clínica Viedma.

El ICG ha demostrado ser más eficaz que técnicas anteriores, como el azul patente, al alcanzar tasas de detección del ganglio centinela superiores al 90%, en comparación con el 70% de los métodos tradicionales. De cara al futuro, el cirujano proyectó un nuevo paso: “Me imagino la cirugía robótica fusionada con la fluorescencia en tiempo real. Eso va a potenciar la precisión y marcar un salto tecnológico aún mayor”.

Más allá de lo técnico, destacó el valor de poder aplicar este tipo de procedimientos en la región. “Para nosotros es un orgullo hacerlo en la Patagonia. Implica esfuerzo y trabajo en equipo, pero lo más importante es que los pacientes puedan acceder a tratamientos completos sin tener que viajar lejos de sus casas”, concluyó.


Una sustancia que brilla como una luciérnaga dentro del organismo y que, bajo un equipo especial, ilumina órganos y tejidos en plena operación. Esa es la base del verde de indocianina, la fluorescencia que transforma las cirugías en Río Negro (ICG), un colorante fluorescente que comenzó a utilizarse en la salud argentina en los últimos años y que ya se aplica en la región.

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