La historia de Johana y su perrita Lizzy, viajeras que recorren el país en bicicleta

"Viajera perruna" es venezolana y vive una aventura sobre ruedas. Salió desde el obelisco en Capital Federal con destino a Ushuaia. Hace dos meses, pedalea por las rutas argentinas.

Lugares soñados, casi imperceptibles, sin mediar cabina alguna, con el aire en la cara. ¿Acaso eso no es la vida misma?. Cuando la aventura se combina con emoción y desafío, el combo es felicidad sin filtros. 

La amante de las aventuras se llama Johana García y se animó a descubrir Argentina en dos ruedas. Ella es extranjera, nació en Venezuela, tiene 31 años y es chef de profesión. Ama la música, ahora también el cicloturismo. Su nueva pasión, la bicicleta, le dio la oportunidad perfecta para cambiar su rutina.  

Viaja con Lizzy desde el día 0, una cachorra rescatada de 1 año y tres meses que es como su hija. Juntas llevan recorridos más de 1.200 kilómetros. Salieron el 12 de diciembre de 2023 de Capital Federal rumbo a Ushuaia, Tierra del Fuego. Llevan bastante equipaje y dos banderas, una argentina y una venezolana, flameando con cada pedaleo.  

Simbólicamente hizo una largada desde el obelisco y se fue en busca de un nuevo capítulo para su vida, un renacer. Desde ese día, está viviendo una emocionante travesía con paisajes y momentos que no se imaginaba ver ni atravesar. 

Mi viaje trata de conocer a las personas, comunidades, de vivir cada experiencia y aprovechar que estamos vivos. Compartir eso con mi compañerita de viaje es lo mejor”, aseguró Johana. Lizzy no se separa de ella, la sigue a todos lados y luego de dos meses ya aprendió a viajar cómoda. 

Johana decidió emigrar de su país y eligió Buenos Aires donde se radicó para trabajar a los 25 años. Primero consiguió empleo en una parrilla y luego se lanzó como independiente a hacer comida venezolana. Nada de eso la satisfacía porque sentía que solo trabajaba para pagar sus cuentas. 

Todo eso me consumió un montón, no tenía mucho tiempo disponible. Lo hacía para pagar los gastos básicos, hasta que un día me cansé y decidí salir a conocer Argentina. Vendí las cosas y me fui”, contó la joven. 

Su violín es el instrumento clave para costear su viaje. Se gana el plato del día tocando en plazas y calles, haciendo música. El viaje es muy austero ya que no conlleva combustible, duerme en campings y se alimenta con lo que ella misma prepara en su mini cocina viajera. 

“A la gente le gusta colaborar mucho cuando ven que estoy viajando. Voy economizando, quedándome en estaciones de servicio, campings municipales”

contó Johana García, siempre contenta.  

Los ángeles de la ruta


Infinidad de anécdotas han surgido en esta travesía, la mayoría buenas, pero hubo de todo. “Me ha pasado no tener donde dormir porque llegue a un pueblo a las 8 de la noche y de repente apareció un angelito, que me abrió las puertas de su casa”, contó. O cómo quedarse sin agua en medio del camino y que un camionero la asista. 

Cerca de Necochea, pinchó la rueda por primera vez después de los primeros 600 kilómetros. A la bicicleta se le rompieron diez rayos por cargar tanto peso faltando 90 kilómetros para llegar al próximo pueblo y una joven la ayudó. “Siento que nunca estoy sola, siempre están los angelitos de la ruta que te ayudan. Estoy muy muy agradecida por todo eso”, recalcó. 

Su paso por el Alto Valle 


Luego de dos meses de viaje sin reloj ni apuros, hoy está en Cipolletti, Río Negro; haciendo base en una casa que le abrió las puertas hasta que se despeje el cielo y disipen las tormentas para poder continuar. La lluvia torrencial las sorprendió ayer en Roca.  

Hace dos días estuvo en Villa Regina y paró en el camping municipal. Desde la Dirección de Turismo municipal la recibieron con honores en la Perla del Valle. 

Ahora, está casi incomunicada desde hace una semana porque se le rompió la pantalla de su celular y no cuenta con los medios necesarios para repararlo. “El celular para mi es una herramienta fundamental de viaje”, dijo, ya que con eso chequea los mapas, ve donde acampar y puede comunicarse con su familia. 

Andar así es como andar a ciegas. Si de alguna forma las personas pudieran ayudarme con eso estaría muy agradecida”, dijo y brindó sus redes sociales y Alias para contactarse y colaborar. @viajeraperruna en instagram, el mismo nombre en Youtube y el alias de Mercado Pago es viajeraperruna. 

A esta altura y pese a todas las adversidades, el cicloturismo es un estilo de vida, una manera de ver el mundo en el cual las premisas son la libertad, la curiosidad y la sustentabilidad. Sin motor ni mecánico, pero con energía de sobra para seguir adelante.


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