Las lluvias lo lograron: el lago de Casa Piedra volvió a crecer tras 12 años de sequía

El temporal registrado en la cuenca del río Colorado trajo alivio al embalse que ya mostraba su lecho. La cota se elevó un metro y medio y renace la esperanza en los habitantes de la villa turística.

Luego de 12 ciclos de sequía extrema, el río Colorado volvió a crecer con fuerza por las lluvias y alivió un poco la situación de la represa de Casa de Piedra, que desde el 2011 a la fecha perdió la mitad del volumen de agua. La cota subió un metro y medio, a 273, 50 metros sobre el nivel mar, pero sigue por debajo del mínimo normal que es de 275 msnm.

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El anhelo de los doscientos habitantes de la Villa de Casa de Piedra es que las lluvias que llegaron con el fenómeno climático de “El Niño” se sostengan y sirvan para equilibrar la situación de un lago que suelta más agua de la que recibe. (Ver recuadro)

Gustavo Campetella, ingeniero y jefe de la central hidroeléctrica, le resumió así la situación a Río Negro: “Este aporte nuevo de agua es bueno, estamos mucho mejor que hace un mes atrás, pero lejos de la solución”.

Desde el 2021 la represa empezó a hacer uso de la última reserva de agua, al tiempo que el gobierno pampeano anunciaba un “manejo administrado y centímetro a centímetro” del recurso.

El embalse semi seco a mediados de abril del 2023. (Foto Juan Thomes)
Una vista del lago desde la Ruta 152, registrada el miércoles 5 de julio del 2023. (Foto Alejandro Carnevale)

Casa de Piedra y la estrategia de guardar agua


Con la central fuera de servicio y sin generar energía desde marzo pasado y hasta mediados de agosto, la estrategia será acumular la mayor cantidad de agua posible. Por eso se eroga el mínimo, 15 m3/s, que es lo que autoriza el COIRCO (el comité que integran La Pampa, Mendoza, Neuquén, Río Negro y Buenos Aires, las cinco provincias con jurisdicción sobre el río Colorado).

“Si abajo de la represa se dan lluvias, bienvenido. Todo lo que ingrese extra se va a guardar”, insistió Campetella.


El imponente chorro de salida de la represa Casa de Piedra

El Colorado nace en la cordillera de la unión del Barrancas y el Grande y es un río de deshielo. El aporte de las precipitaciones suele ser mínimo pero le brindan un plus importante cuando suceden.

Este diario recorrió el miércoles la zona de la represa y el paisaje mostró sus cambios. Si bien la Villa turística sigue muy lejos de un lago que se retiró 1.000 metros, los islotes que se veían desde la Ruta 152 y en los que se instalaban pescadores, ahora quedaron sumergidos.


El río Colorado y su crecida impactante


Más colorado que nunca. El río multiplicó su caudal con la lluvia torrencial que cayó a fines de junio.

La crecida importante comenzó el viernes 24 de junio. Hasta ese momento el caudal del Colorado era bajo, de 45 m3/s en la cordillera. El sábado 25 pasó a 773 m3/s, que fue el pico máximo. Ahora el caudal disminuyó mucho y ronda los 90 m3/s, el doble de antes de la crecida.

Casa de Piedra siempre acumula agua en los meses de invierno y eroga mucho en verano.

El gran demandante es el sur bonaerense con 130.000 hectáreas en producción y ganadería, pero tiene limitado el riego a 50.000, donde producen cebollas y forrajes. Ese fuerte déficit alienta desde hace años especulaciones sobre un trasvase de agua desde el río Negro.

La central tiene una potencia máxima instalada de 60 MW y genera para el consumo eléctrico de la zona metropolitana en los meses de verano.


La represa sigue por debajo del mínimo


Pese a tormenta de lluvia reciente, Campetella indicó que el lago sigue muy bajo. “Estamos 10 metros por debajo de la normalidad y no está prevista otra crecida de magnitud. De todos modos, son eventos que no se pueden pronosticar a largo plazo”.

En cuanto al comportamiento del Colorado, estimó que tras la crecida volverá a su caudal de 45 m3/s o un poco por arriba, que es el previsto durante la época de estiaje. “De acá hasta el deshielo, salvo que se presenten más tormentas de lluvia, el río va a volver al caudal que traía, quizás un poco superior porque la cuenca recibió mucha lluvia.

De acuerdo al promedio histórico que marcan los registros, el Colorado tiene un derrame anual de 4.400 hectómetros cúbicos (Hm3). Pero en los últimos 12 años hubo derrames por debajo del promedio, de entre 1.600 y 3.600 Hm3, indicó un reciente estudio difundido por Nación .

“En el último tiempo, presentó un descenso que oscila entre el 40 y el 60 por ciento. A la caída de la oferta hídrica, se suma el crecimiento de la producción agrícola y de la población en toda la cuenca, que representa una mayor demanda de agua”, añadió la investigación.


«Hay que guardar toda el agua que ingresa extra»


La historia del comportamiento del lago tiene dos cortes, según el análisis que efectúa el ingeniero Gustavo Campetella, jefe de la hidroeléctrica de Casa de Piedra desde el año 1991.

Gustavo Campetella, jefe de la hidroeléctrica de Casa de Piedra desde 1991. (Foto Alejandro Carnevale)

“Hasta el 2010, el Colorado era un río que mostraba grandes crecidas cada 10 años y después se movía entre pronósticos de caudales medios, alguno seco, volvía a los medios y a su crecida de los 10 años”, reseñó.

Pero desde el 2010 en adelante, el río cambió. “Vino una sucesión de años secos y extrasecos. Desparecieron las crecidas y ésta que impactó ahora es algo extraordinario”.

Sostuvo que el volumen de agua que está entrando a la represa mejoró mucho el panorama pero no es la solución. “Hay que guardar todo lo que ingrese extra” es su frase repetida.


Un lecho seco y el vertedero aislado


Un charco escuálido frente a la mole del vertedero de Casa de Piedra. Fue a mediados de abril del 2023. (Foto Juan Thomes)

Hace apenas dos meses y medio Diario RIO NEGRO mostró imágenes desoladoras durante una recorrida por la represa.

Un fotógrafo bajó por la pendiente de la ruta 152 al lago y pudo captar un lecho que se estaba secando.

Donde hubo agua emergían islotes coronados por yuyos y juncos. El enorme vertedero se veía aislado, con un charco escuálido enfrente.

La central hidroeléctrica había salido de servicio y la erogación de la represa se ubicaba cerca del límite de 15 m3/s que establece el Comité Interjurisdiccional del Río Colorado (COIRCO).

“Estamos en condiciones extremas”, le dijo a este diario Néstor Lastiri, secretario de Recursos Hídricos de La Pampa.

La situación los había obligado a administrar el agua “al centímetro” y a regular el riego en zonas productivas. En la colonia de 25 de Mayo hubo que cerrar compuertas y acordar turnos con los productores para realizar el riego.


Volvió la esperanza a Casa de Piedra: «Si hay agua funciona todo»


“Al lago lo hemos visto secarse, crecer, alejarse de la Villa… Somos poquitos pero vivimos pendientes de él. Que ahora esté subiendo nos llena de alegría y esperanza porque significa vida en todos los aspectos: el polo productivo, más visitantes, más trabajo y turismo”.

Irma y Claudio, dos vecinos de la Villa que resistieron la larga sequía. Llegaron hace más de 10 años de otros pueblos pampeanos y nunca dejaron de apostar por el lugar. Confían en que el lago siga creciendo y atraiga a los visitantes. (Foto Alejandro Carnevale)


Quien así se expresa es Irma Zapata, una pampeana que vivió en Duval, Victorica y apostó por la Villa junto a su familia. Aquí viven desde hace más de 10 años. Su marido fue parte de las cuadrillas que limpiaron el lecho del lago para que sea disfrutable. Ella está hoy a cargo de la oficina de turismo.
“Nos visitan muchas delegaciones de diversos puntos de la región: General Roca, Santa Rosa y Neuquén en su mayoría. Llegan contingentes de chicos de las escuelas y se sorprenden con las visitas a la central hidroeléctrica, los paseos por lugares con restos fósiles, la cueva de caracoles marinos, el sendero interpretativo a la vera del lago y muchos atractivos que les enseñamos”, dice Irma.

La Villa Turística tiene un albergue provincial que cuenta con 35 plazas y que se ofrece a las instituciones de otras localidades que lo requieran.

Claudio Ramírez ha sabido adaptarse a los ritmos que marca el lago cuando sube o cuando baja. Llegó como profesor de Educación Física para dar clases a los 50 chicos que asisten a la primaria y secundaria. Fue guardavidas, mozo del parador, buzo (encabeza el desarrollo de la cava de vinos sumergidos en el Colorado) y hace de guía para las delegaciones que visitan el lugar.

“Si hay agua funciona todo. Llegan los visitantes, se reactiva el camping, las actividades en el lago. Cuando se achica y aparece el fondo seco se instala la tristeza. Ahora subió un metro y medio, volvió la esperanza”, se entusiasmó Ramírez.

La Villa de Casa de Piedra se creó en 2004 y es una apuesta fuerte del gobierno pampeano para el desarrollo turístico.

La Villa Turística Casa de Piedra se encuentra a 110 kilómetros de General Roca, 378 al suroeste de Santa Rosa y a 100 de 25 de Mayo.

Fue creada en 2004 por el gobierno pampeano como Ente Comunal y es el pueblo más nuevo de la Argentina.


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