Ley Ómnibus: advierten sobre el desfinanciamiento y cierre de bibliotecas populares

La Federación de Bibliotecas Populares de Río Negro advirtió que las instituciones están en riesgo.

La Federación de Bibliotecas Populares de Río Negro advirtió que estas instituciones están en riesgo de desfinanciamiento y disolución, en caso de aprobarse las modificaciones del proyecto de la ley ómnibus.

La Comisión Protectora de las Bibliotecas Populares (Conabip) fue creada por el presidente Domingo Faustino Sarmiento en 1870, momento en que ya se preveía que las bibliotecas no podrían solventarse con fondos propios ya que resultarían insuficientes.

En 1986, la ley 23351 creó el Fondo Especial para Bibliotecas Populares, conformado con el 5% del gravamen de emergencia a los premios pagados en juegos de azar. Desde 2006, la Conabip también participa de fondos del Presupuesto Nacional.

«Durante 2023, el Fondo Especial significó la suma de 859.820.823 pesos, para más de 1.500 bibliotecas del país, cifra que evidentemente es insignificante respecto del presupuesto nacional y del ahorro que con su supresión se pretende lograr«, plantearon desde la Federación de Bibliotecas Populares de Río Negro.

Las bibliotecas populares perciben anualmente subsidios para gastos corrientes, compra de libros al 50% en cada Feria del Libro, gastos de internet y fortalecimiento institucional.

«Las bibliotecas tienen socios y usuarios, desde la infancia hasta la vida de adulto mayor, permiten acercarse a la lectura recreativa, investigar, participar de cursos, talleres, clubes de lectura y una enorme diversidad de actividades vinculadas a la cultura que desaparecerían sin financiamiento», advirtieron.

Silvia Pérez Sisay es la presidenta de la comisión directiva de la biblioteca Aimé Painé en el barrio Virgen Misionera. Consideró que la modificación de la forma de financiamiento de la Conabip tendrá un impacto inmediato.

«Al reducir la estructura de la Conabip, se pone en riesgo al asignación de partidas para las bibliotecas más pequeñas. Pone cargos voluntarios y ya no cargos pagos en la dirección. Hoy es un organismo que analiza la situación desde la Biblioteca Nacional hasta la biblioteca popular más chiquita. Es un organismo super federal que da respuestas a las necesidades de cada biblioteca. Aporta diferentes tipos de asignaciones», consideró.

Mencionó también la modificación de la ley de libros, a través de la desregulación que beneficia a las editoriales más grandes. «El mercado va a decir cuánto sale un libro y le quita posibilidad de trabajo a las editoriales más pequeñas, locales o autogestivas. Si como biblioteca popular, quisiéramos trabajar con editoriales más pequeñas pero esas editoriales no se pueden sostener, no tendremos esos libros. Perdés capacidad de enriquecer la compra de libros», señaló.

Por otro lado, Pérez Sisay señaló que actualmente, se emplean fondos del Instituto Nacional del Teatro (INT) y del Fondo Nacional de las Artes para llevar adelantes diversas actividades. La modificación de las estructuras de esos organismos también generará un impacto. «Muchas bibliotecas funcionamos como centros culturales y recibimos fondos para hacer talleres, encuentros y actividades. Lo que hacen es desfinanciar esos proyectos barriales y sociales«, indicó.

Consideró que «hay muchas bibliotecas que no se van a poder sostener y deberán cerrar porque no tendrán los fondos necesarios«.


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