Lluvia, filtraciones, cortocircuitos y suspensión de clases en Bariloche

La Supervisión de Educación Especial decidió suspender las clases en la escuela especial de formación laboral 6 durante toda la semana, en acuerdo con el equipo directivo.

Las clases se retomarían recién al término del receso invernal, siempre y cuando se hayan llevado a cabo las obras necesarias en el edificio.

«Esperamos que el receso invernal sea tiempo suficiente para abordar las tareas que urgen en el establecimiento, a fin de recibir a estudiantes y trabajadores en óptimas condiciones al regreso», destacaron desde la Unter Bariloche.

Silvia Schroedes, del gremio docente, señaló que los inconvenientes surgieron a principios de año con la prestación del servicio de transporte que recién se logró garantizar en los últimos días.

La escuela de formación laboral 6 -que tiene una matrícula que supera los 100 alumnos con discapacidad- funciona actualmente en tres sedes: en un edificio del barrio El Frutillar, en la calle Albarracín y Villegas y en la calle 2 de Agosto 1350. Mientras tanto, avanza la obra del edificio definitivo en la esquina de Elordi y Mascardi.

«El edificio de 2 de Agosto es de una precariedad absoluta. Es una casa reformada con muchos inconvenientes», objetó Schroedes y mencionó que «hay filtraciones de agua por las paredes, caen goteras sobre las cajas de luz y en la cocina. Hay aulas que están heladas y muchos estudiantes padecen problemas respiratorios. El edificio no es apto para estudiantes con motricidad reducida».

Dijo que en un principio, ante las constantes lluvias, la supervisora sugirió evaluar las condiciones del lugar día a día. «Por más que pare de llover hay un riesgo para cualquier persona -más aún si hay complejidades de salud-. Las paredes están húmedas y el lugar es inhabitable. Por eso, se definió suspender las actividades para que hagan las obras necesarias durante el receso», acotó.

Goteras y cortocircuitos

Por otro lado, un grupo de padres de la escuela primaria 295, conocida como Techo Verde, decidió no enviar a los chicos al colegio a raíz de filtraciones de agua que ocasionaron cortocircuitos en el edificio. Es la segunda medida de fuerza que toman los padres en las últimas tres semanas.

«Hay muchas goteras y ayer se cortó la luz en el piso superior. Saltaron los disyuntores. Personal de Mantenimiento del Consejo Escolar dijo que el edificio está en condiciones, pero no vamos a arriesgar a nuestros hijos«, indicó uno de los padres de la institución.

Días atrás, la comunidad educativa presentó un recurso de amparo en el Juzgado de Familia 9, a cargo de la jueza Marcela Trillini, en el que se sumaron imágenes fotográficas de charcos de agua en las aulas y pasillos, y tachos para contener las goteras.

Este diario intentó, sin éxito, comunicarse con la delegada de Educación de la Zona Andina, Beatriz Alarcón para consultarla sobre la situación de ambos establecimientos.