Los agujeros negros del universo también pueden ser blancos

El destacado físico argentino Juan Maldacena brindó una conferencia en el Centro Atómico Bariloche y se refirió a los agujeros negros como “objetos fascinantes” aunque de mala fama.

Toncek Arko

En tono coloquial Maldacena habló sobre todo a un público integrado por colegas y estudiantes del Instituto Balseiro.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Con un dejo de humor pero con sólidos argumentos científicos Juan Martín Maldacena, uno de los físicos más destacados del mundo, explicó las nuevas investigaciones realizadas sobre los agujeros negros del universo, los cuales dijo, también pueden ser de color blanco. La exposición tuvo lugar en el aula magna del Instituto Balseiro (IB), ante un auditorio colmado de estudiantes, investigadores y científicos de la casa de altos estudios y el Centro Atómico Bariloche.

Maldacena, quien estudio en el IB y actualmente trabaja en el Instituto for Advanced Study (en Princeton, Estados Unidos), habló sobre los agujeros negros y la estructura del espacio tiempo. Reiteró que “los agujeros negros son una de las predicciones más fascinantes de la relatividad general, pues en ellos el espacio y el tiempo se deforman de manera tan extrema que nada puede escapar”.

Estos fenómenos (situados en el espacio) se detienen en distintos aspectos y se estudian desde el punto de vista astrofísico, mediante la teoría de las cuerdas, que data de 1968 y reemplaza, figurativamente, una partícula por una cuerda.

Sus estudios permitieron entender más de la teoría de las partículas en las fronteras, que permite calcular diferentes cosas, mediante los agujeros negros.

El físico, egresado del IB en 1991, dijo que hay numerosos científicos que trabajan en esto, tanto en los Estados Unidos como en Europa y en particular en la India. También destacó los trabajos que se realizan en Argentina, señalando que es muy gratificante volver al IB y poder exponer ante colegas.

También explicó que hay dos tipos de agujeros negros, los producidos por el colapso de estrellas (que tendrían una dimensión aproximada de 10 kilómetros) y los agujeros negros que se ubican en el centro de las galaxias (similares a un sistema solar).

Dijo que el agujero negro más cercano a la tierra está a años luz, por lo que relativizo la probabilidad de caerse en uno de ellos, “infinitamente inferior a la de caerse de una escalera”.

Reconoció que estos agujeros “tienen mala fama” y que la ciencia estudia en detalle qué podría pasar cuando un objeto ingresa a uno de estos orificios.

De colores

También explicó que los agujeros negros pueden ser rojos o blancos, según su tamaño y la velocidad con la que ingresan las partículas, cuya aceleración provoca una luz que puede tener este tipo de tonalidades. Asimismo expuso sobre cómo se forman y cuánto duran, en un tono coloquial y didáctico, destinado a un auditorio integrado por expertos.

A manera de conclusión de su exposición Maldacena explicó que “los agujeros negros son objetos fascinantes donde los efectos de la curvatura del espacio tiempo son muy dramáticos”.

Asimismo, los agujeros negros, junto con las leyes de la mecánica cuántica producen desafíos muy interesantes”. También concluyó que “la teoría de cuerdas es capaz de describir los aspectos cuánticos de los agujeros negros en forma consistente” y que “el espacio-tiempo es un concepto efectivo que emerge de las interacciones de partículas más elementales que viven en el borde”.


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