Los ataques de perros crecen sin control en Bariloche

Cientos de personas son atendidas por mordeduras en el hospital Ramón Carrillo de esta ciudad. Los datos indican que hubo un aumento entre 2019 y 2022. Falta concientización entre los dueños para evitar que los animales circulen sueltos en las calles.

El drama de los ataques de perros sueltos en las calles de Bariloche es histórico. Y a pesar de las campañas de concientización destinada a los dueños de los animales, el mensaje tiene poca recepción.

Los datos demuestran que caminar o circular en bicicleta o motocicleta por las calles de algunos barrios de esta ciudad es toda una odisea por la cantidad de perros que salen al encuentro. Y no con mucho ánimo de establecer una amistad.

Solo en el hospital Ramón Carrillo, 385 personas requirieron atención médica por mordeduras de perros el año pasado. El dato equivale, como mínimo, a un ataque por día. Y en esos registros no aparecen las personas que se atendieron en las guardias de sanatorios privados.

El doctor Víctor Parodi informó que en el primer semestre de este año 153 personas fueron atacadas por perros y sufrieron lesiones de diversa consideración.

Durante la pandemia, las cifras oficiales se desplomaron, pero con la salvedad de que había celosas restricciones para circular. Aún así, el registro del hospital indica que 188 personas fueron asistidas en 2020 en la guardia por mordeduras de perros. En 2021, fueron 156. Se trata de un período marcado socialmente por la pandemia causada por la covid-19.

Una comparación válida es con el período 2019, antes de las restricciones por la pandemia. Parodi indicó que en ese año atendieron 253 personas atacadas por perros en Bariloche. Si comparamos 2019 con los casos de 2022, los ataques se incrementaron en un 52%.


Un drama que preocupa en Bariloche

El problema preocupa en varios sectores de la población. Parodi explicó que esos datos corresponden a pacientes que demandaron atención en la guardia o que requirieron internación por las lesiones que sufrieron. Comentó que los chicos siempre son los más indefensos y vulnerables.

Dijo que hubo casos de pacientes con mordeduras en el rostro que estuvieron varios días internados. También, personas que sufrieron fracturas por ataques.

“El tema de las mordeduras de perros es un problema histórico en Bariloche, que yo recuerde desde hace 20 o 25 años”, manifestó el médico, que maneja las estadísticas del hospital Ramón Carrillo, entre otros asuntos.

Opinó que la mayoría de esos casos ocurren por “negligencia de particulares”. Dijo que es fundamental que los propietarios de los animales tomen conciencia.

Y comentó que toda esa atención y tratamientos que demanda la recuperación de los pacientes las cubre Salud pública.

El director de general de Sanidad Animal (exZoonosis)#del municipio, Jorge Cuatrín, observó que el animal en la calle “tiene una dinámica de cómo se comporta la gente”.


Promover la tenencia responsable

Sostuvo que hay que promover “la tenencia responsable y la educación” para prevenir. “Una cosa es la divulgación y otra la educación”, añadió.

Admitió que es necesario “abordar la problemática entre los organismos que trabajan en el tema”.

Las estadísticas difieren bastante. Cuatrín señaló que en Sanidad Animal tenían hasta la semana pasada 29 denuncias de mordeduras, con 29 observaciones antirrábicas, en lo que va del año.

Determinar la cantidad de perros que hay en Bariloche es una tarea complicada. Cuatrín indicó que hay un estudio publicado en noviembre de 2019 de Gilda Garibotti, Daniela Zacharías y Basilia Alvarado, de la Universidad Nacional del Comahue, sede Bariloche, “Perros en la ciudad, un problema peludo”, que intentó relevar la población de canes. Las autoras estimaron que había entonces más de 57.000 pesos en Bariloche. Cuatrín observó que un alto porcentaje deambula por las calles.

Explicó que cuando ocurre un incidente con un animal, la persona mordida debe concurrir a una unidad médica, el profesional que la atiende debe hacer un informe y con ese documento el damnificado hace la denuncia en la Policía. Después, se hace el seguimiento de los animales que mordieron con visitas en un período de 10 días para detectar si presentan sintomatología de rabia. Si se detecta un caso positivo, la persona recibe el tratamiento antirrábico, aunque en los casos donde no logran ubicar el perro igual se hace el tratamiento.


Dos casos gravísimos que activaron el debate


El 10 de julio pasado, la noticia de una chica de 15 años que murió como consecuencia de las graves lesiones causadas por el ataque dos dogos, que estaban en la calle, en un barrio de la ciudad de Córdoba, causó estupor en la sociedad. La tragedia ocupó durante esos días los principales titulares de los noticieros y medios nacionales.

Pocos días después, el tema desapareció y la preocupación que se manifestaba por la problemática se diluyó por otros casos.

A mediados de junio pasado, Patricia Saldías fue atacada por una jauría de 13 perros en una zona de chacras en Allen.

La víctima fue internada en terapia intensiva por las graves lesiones en sus piernas, brazos y en la cabeza. También fue sometida a una intervención quirúrgica por las infecciones causadas por las mordeduras.

Dos casos gravísimos que activaron unos días el debate.


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