Los nietos de un bandolero son los custodios de Joe Lewis en Lago Escondido

Hace dos semanas, integrantes de la famlia Puchy sacaron a rebencazos a los militantes que habían entrado en el camino de Tacuifí burlando el pesado portón. Son descendientes de un miembro de la banda de Foster Rojas, “El chacal de La Lipela”.

El Foyel es un pequeño pueblo atravesado hace décadas por el movimiento de la ruta nacional 40. A principios del siglo pasado era una zona eminentemente ganadera, con salida directa hacia Chile, a través del valle del río Manso y conexión con el valle que hoy es El Bolsón y, un poco más lejos, con Bariloche.

Eduardo Puchy integraba junto a su hermano Atanasio la banda de un temido delincuente llamado Foster Rojas. Habían llegado desde Chile, aunque es incierto si juntos.

Los registros de la banda de Foster Rojas ubican a los Puchy en varios lugares del sur de Neuquén, el norte de Chubut y el oeste de Río Negro.

En tiempos de aislamiento del resto del país, en esa zona de la Patagonia la banda de Foster Rojas cometió crímenes de una frialdad inusitada. El jefe fue bautizado incluso como “El chacal de La Lipela”, por la masacre de la familia Creide en esa zona del río Limay superior.

Rojas fue detenido finalmente en 1928 en la zona de Jacobacci. Murió en 1991, en Trelew, cerca de la cárcel que lo alojó durante décadas, pero en libertad.

Atanasio Puchy murió en una de las acciones de la banda, pero otra fue la suerte de su hermano Eduardo.

Cuando pasaron por El Foyel, Emma Eggers, la hija de un alemán asentado en ese valle, tenía 12 años. Eduardo Puchy la violó. De esa violación es fruto Pitoy, hijo de lo que luego fue un matrimonio.

El hijo del bandolero se casó con Zulema Zúñiga, que contó en registros que pasan de textos académicos a reseñas periodísticas, sin que se sepa la fuente, lo siguiente:

“Nosotros con Pitoy nacimos en Foyel. Mi papá se instaló en este lugar porque había tierras libres. Ellos venían de Chile. Y los padres de Pitoy (risas)… Su mamá era hija de alemanes o algo así. Gringa… Su nombre era Emma Eggers. Y el padre de Pitoy era el hermano del bandolero que mataron en el Arroyo El Rincón. Hermano de Atanasio Puchy. El padre era Eduardo Puchy”.

Y sigue: “Eduardo andaba con Atanasio, robando. Venían de Chile. Y en una de esas venidas, bueno, dejó embarazada a Emma, que tenía 12 años. Los viejos de Emma, estos gringos, alemanes, que sé yo, lo amenazaron de muerte a Eduardo. Así que se vino a Foyel y ahí se quedó nomás. Era vago este Eduardo”.

Víctor y Pablo Puchy son descendientes de los secuaces de Foster Rojas en la banda que asoló la cordillera del norte de la Patagonia a principios del siglo pasado.

De hecho, hay en Catastro de Río Negro registros de asentamientos a nombre de Atanasio y Héctor Puchy, y de Marta Tillería viuda de Puchy.

La mensura de las tierras fiscales de Atanasio Puchy en El Foyel, pero no el bandolero sino su sobrino.

En los incidentes de hace dos semanas, los Puchy repelieron el ingreso de una manifestación a favor de la apertura del camino de Tacuifí, histórico acceso al lago Escondido que es hoy un acceso vecinal, no público, que desemboca directamente en la mansión que el multimillonario inglés Joseph Lewis tiene en la estancia que rodea el agua.

Los manifestantes burlaron la vigilancia y en vez de encarar desde la ruta 40 por el portón de gruesos barrotes, se metieron por adentro del pueblo; les bastó con cruzar un tenue alambrado.

Los Puchy, algunos de ellos con vestimentas gauchas, los corrieron a rebencazos con sus caballos y los hicieron salir por donde no habían entrado.

Ese camino vecinal, por el que decenas de familias acceden a sus propiedades, se llama “Domingo Puchy”. Tiene en la entrada una advertencia de la comisión vecinal de El Manso: no es público. Lo que no dice es por qué debe el Estado hacer esa aclaración.

Los Puchy son los custodios de ese camino en los primeros kilómetros. De la zona más cercana al río Foyel, justo antes de que comience la estancia de Lewis, se encarga otra familia de apellido con historia en esa zona, Montero, que fueron los ocupantes fiscales que, apenas regularizado el dominio, en 1996, le vendieron al inglés lo que ahora es su estancia.


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