¿Me sacás el salero de la mesa? Campaña para prevenir la hipertensión y sus riesgos para la salud

Se realizan actividades en el marco de la semana de concientización sobre el consumo de sodio. El viernes es el día de la hipertensión. Hábitos saludables es la clave para mejorar la calidad de vida.

Hasta el 19 de mayo se celebra la semana mundial de sensibilización sobre el consumo de sal y el próximo 17 es el día de concientización sobre la hipertensión. Dos conceptos que están íntimamente relacionados, aunque no tan estrictamente. Pero sí se demostró que el exceso de sodio es una de las principales causa de patologías severas relacionadas con la presión arterial. Pero saber cómo cuidarse y prevenirla es fundamental para la salud en general. Hay hábitos y conductas de consumo que pueden ayudar y mucho. De eso se trata.

Sabroso no es salado, insisten todos los especialistas del mundo. Y no es capricho. Las estadísticas mundiales demuestran que se consume en promedio el triple de sodio de lo recomendado. Por el exceso de sal se contabilizan alrededor de 3 millones de muertes al año a nivel mundial.

Los nutricionistas y especialistas en salud recomiendan consumir 5 gramos de sal al día, lo que equivale a una cucharadita de té que en sodio representan unos 2.000 miligramos. «Este límite de 5 gramos debe considerar tanto la sal que agregamos del salero como la que tienen los productos como el pan, fiambres, quesos, embutidos, snacks, caldo en cubos, salsas y galletitas dulces. Se estima que la mitad de la sal que incluimos en la dieta proviene de productos y comidas envasadas o elaboradas fuera del hogar, por esto la importancia del etiquetado frontal que brinda información sobre el sodio al momento de la compra», comentó Samuel García, licenciado en Nutrición y promotor del ministerio de Salud de la provincia de Neuquén.

Hay un hábito generalizado de que comer rico y sabroso es incorporar mucha sal a la comida y este mito es lo que durante esta semana se intenta desde los espacios de salud, desterrar pues ocasiona serios daños al funcionamiento del organismo humano. «En esta semana la propuesta es dar ese sabor a las comidas con otras estrategias, porque salado no es sinónimo de sabroso. Está comprobado que es posible reducir la sal sin que el paladar se dé cuenta, con un resultado gratificante y saludable para todos», agregó el profesional.

Una de las primeras cuestiones que los especialistas recomiendan tener en cuenta es que «toda la sal es salada», ya sea roda, blanca, del centro de la tierra o del Himalaya. Ya sea de ajo, apio o con especias, toda sal tiene sodio en su composición. «Por más pura o natural o libre de procesamientos que se la promocione puede tener efecto nocivo para la salud, en especial para quienes tienen la presión arterial elevada o exceso de peso», aseguraron.

La segunda cuestión es tener siempre presente que el exceso no solo se puede presentar a la hora de elaborar los alimentos en casa, sino también en los que ya están fabricados y almacenados para ser vendidos, es decir los procesados. Todos esos productos tienen índices elevados de sodio, necesarios para su conservación a largo plazo. La ingesta de ellos aumenta drásticamente el consumo de sodio diario.

En cifras duras, según cálculos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 5% de sodio se agrega durante la preparación de las comidas, el 15% se encuentra en los alimentos de manera natural y el 70% proviene de los alimentos procesados y ultraprocesados.

«Reducir la ingesta de sodio mejora la salud del corazón, estabiliza el nivel de la presión arterial y disminuye el riesgo de sufrir un ataque cerebral.


Estrategias para que la sal no lo sea todo en la dieta diaria


A la hora de comprar los productos, es importante leer en la etiqueta, evitar los que tiene el mensaje de alerta Exceso en sodio.

Es recomendable adquirir más alimentos naturales y evitar la ingesta de aquellos que ya vienen procesados.

Reducir el uso de la sal y en su lugar utilizar más especies aromáticas para darle un mayor y mejor sabor a la comida.

Ingerir los alimentos de forma proporcionada, evitando las grandes cantidades, que a la larga representa un incremento del sodio.

Introducir más vegetales frescos en lugar de los que ya vienen enlatados.


17 de mayo: a prevenir la hipertensión


El próximo viernes, se desarrollará una jornada de concientización sobre la hipertención y la forma de reducir los riesgos. Los nutricionistas recomiendan mantener una dieta saludable, sostener un peso adecuado, realizar actividad física, limitar la ingesta de alcohol y no fumar.

La presión arterial alta no tiene síntomas y eso es uno de los principales peligros que acechan a las personas que pueden llegar a sufrirla. La única manera de averiguar si se tiene presión arterial alta es a través de chequeos médicos regulares.

«Todas las personas pueden desarrollar hipertensión en algún momento de su vida. Sin embargo, hay factores que pueden potenciar el riesgo», explicó Samuel García. Uno de ellos es la edad, que ya puede ir acrecentándose a lo largo de los años. Las personas que tienen sobrepeso u obesidad tienen más probabilidades de desarrollar presión arterial alta.

Ciertos estilos de vida pueden aumentar el riesgo de sufrir hipertensión, entre ellos, comer alimentos con exceso de sodio, no consumir potasio en cantidades suficientes, la falta de ejercicio y la desmedida ingesta de alcohol y fumar. Por otra parte, los antecedentes familiares de presión arterial alta aumentan el riesgo de desarrollar la patología.


La prevención es la mejor estrategia

Adquirir hábitos saludables es la única estrategia posible para prevenir o minimizar los riesgos de tener presión arterial alta. En tiempos modernos, los especialistas sumaron al listado el control del estrés que también potencia la peligrosidad para la salud.

«A lo que ya dijimos sobre reducir el consumo de sodio, hay que sumar que es importante comer alimentos que sean bajos en grasa, así como muchas frutas, verduras y granos enteros. El ejercicio físico también ayuda a mantener un peso saludable y bajar la presión», detalló García. Lo recomendable es realizar ejercicios aeróbicos de intensidad modernada por lo menos dos horas y media por semana, o una actividad de alta intensidad durante una hora y 15 minutos por semana.

«Aprender a relajarse y manejar el estrés puede mejorar la salud emocional y física y disminuir la presión arterial alta. Las técnicas de manejo del estrés incluyen hacer ejercicio, escuchar música, concentrarse en algo tranquilo y meditar», finalizó el profesional.


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