Murió María Eugenia Sar, la “abuela cannábica”
Su nieto padece síndrome de Tourette, y la búsqueda de un alivio para sus tics la llevó a descubrir y fomentar el uso de marihuana medicinal. Desde San Antonio, se convirtió en una activista del autocultivo que fue clave para Río Negro
María Eugenia Sar escoltando a su nieto Joaquín. La mujer falleció el fin de semana, y su deceso generó un profundo pesar en San Antonio Oeste
María Eugenia Sar, la mujer que luchó porque se legalice el cannabis para uso medicinal y consiguió que San Antonio Oeste tuviera una ordenanza pionera para formalizar el autocultivo con fines terapéuticos (junto con la legislación que existe en la comuna de Viedma) falleció durante el fin de semana, debido a una enfermedad terminal.
Su deceso generó una profunda consternación, y, a través de redes sociales, hubo múltiples muestras de cariño para su familia. También se viralizaron posteos de reconocimiento por la labor que desempeñó en la ampliación de los derechos que asisten a los pacientes que optan por usar la marihuana como medicina.
María Eugenia llegó a convertirse en activista debido al amor por su nieto Joaquín, que ahora es adolescente. Él padece síndrome de Tourette, un trastorno neurológico que causa múltiples tics, no tiene cura y sólo puede ser atenuado con medicación. En su caso, los síntomas incluyen déficit de atención y trastorno obsesivo compulsivo.
La medicina tradicional sólo le ofrecía a «Joaco» remedios neurológicos fuertísimos. Eso había provocado que, a los 5 años, él viviera sedado y aislado de su entorno. Para superar eso Sar indagó sobre el uso de aceite de cannabis, e involucró en esa búsqueda a su ex esposo, que es médico. Al suministrárselo al chico los tics se atenuaron drásticamente, y su situación mejoró. En ese camino, comenzaron a vencer las trabas que incluso les interpuso la Justicia para cultivar las plantas de las que obtenían el aceite.
Hoy el grupo que creó en San Antonio Oeste es una fuerte red que mantiene vigente el cumplimiento de la ordenanza que regula el autocultivo en la localidad. Y están en contacto con otras agrupaciones de nuestro país y del exterior.
El sepelio de la mujer, que se ganó el mote de “abuela cannábica” por la incesante labor que desempeñó en pos de mejorar la calidad de vida de su nieto, se realizó ayer, y convocó a muchísimos vecinos, familiares y allegados.
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