Niños entrenan a oscuras: la peligrosa y cotidiana realidad en el club de Quinta 25 en Roca
La falta de iluminación es un problema para el club barrial al que asisten más de 65 chicos, y que no cuenta con recursos. Los entrenadores advirtieron los riesgos y reclaman soluciones a los gobiernos.
Los entrenadores explicaron que los niños no pueden jugar en otro horario. Foto: Andrés Maripe.
En medio de una crisis económica que cada vez afecta a más instituciones, los problemas no cesan y persisten. Cuando llega la noche; niños, niñas y adolescentes que entrenan en el club de barrio Quinta 25 en Roca, quedan totalmente a oscuras por la falta de iluminación.
Así lo informaron a RIO NEGRO Marisa Ibarra y Jonathan Moraga, quienes están a cargo de llevar adelante los entrenamientos. «Necesitamos de forma urgente la luz en la cancha. Ayer casi chocan a una de las nenas», contó Ibarra.
Hace más de un año elevaron una nota a la Municipalidad de Roca en la cual exigieron una respuesta ante la falta de iluminación en la cancha. Recibieron como respuesta que sólo los podían ayudar con los postes.
Actualmente, asisten al club 65 niños, niñas y adolescentes, que provienen de diferentes barrios para poder jugar. La entrenadora explicó que muchos de ellos van al colegio y llegan cerca de las 19 a entrenar. Pero cerca de las 19.30 deben cortar debido a la falta de luz.
«Es el único horario en el que pueden venir, debido a que antes van a la escuela», apuntó Ibarra. Para ellos, es imprescindible poder llevar adelante sus tareas en el equipo porque «un pibe en el club haciendo deporte, es un pibe menos en la calle», expresó Moraga.
El pedido no sólo está dirigido al Municipio de Roca, sino también al Gobierno Provincial, explicó el entrenador. «Queremos que alguna de las dos partes se haga cargo y nos ayuden con el predio», exclamó Moraga.
Han habido varios accidentes en el barrio. «Queremos prevenir a desgracia», manifestó.
El equipo creció en el último tiempo, los entrenadores hacen todo lo posible para que el espacio sea cada vez mejor para las infancias.
«El otro día terminamos el mural», contó. También se encargan de buscar las herramientas y recursos necesarios para que los niños puedan jugar. La cancha es un espacio de contención para los niños y adolescentes que lo habitan.
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