Oscar, el fruticultor «bohemio» que no deja la chacra ni en los peores momentos

Oscar y su hijo Gonzalo trabajan a la par en las tareas de la chacra, una tradición que viene desde sus ancestros italianos y continúan con la producción frutícola a pesar de los vaivenes económicos.

Los productores siempre disfrutamos, somos medios bohemios de lo que hacemos, esto es lo que nos hace felices”, expresó seguro Oscar Laino, un fruticultor de Roca que ya tiene quien continúe su labor en la chacra.

Su hijo Gonzalo de 38 años lo acompaña a la par. Oscar, que tiene 65 años, le está delegando parte de las tareas. El muchacho vive en la chacra.

En medio de la crisis de la actividad; cuando muchos van de salida, este chacarero reivindica el esfuerzo de trabajar la tierra.

Nunca le dije a mis hijos que la chacra era mala palabra, solo hay que trabajar mucho, teniendo la tierra hay muchas cosas para hacer”, expresó.

El hombre tiene 25 hectáreas de las cuales 14 están en producción de frutas pepita y carozo. Tiene plantas de manzanas, peras, duraznos, ciruelas, pelones, zapallos. Además, hay pasto y varias gallinas de raza que lleva a las exposiciones rurales.

Oscar es nacido en la ciudad de General Roca y viene de una tercera generación de productores. Su familia paterna vino como inmigrante desde Italia. El hombre se crió en la chacra, sin embargo no eran muchas hectáreas.

Quería forjar mi futuro y me aventuré a ser viajante, vendedor de una distribuidora. Íbamos en furgones y hacíamos venta directa. Andamos con una torta de plata”, recordó.

Con los años, regresó para hacerse cargo del negocio familiar. Comenzó haciendo reconversiones con nuevas variedades. Luego también quedó al frente de las hectáreas de su suegro. “Me hizo una propuesta si me quería hacer cargo, era un lote más grande”, contó.

Recuerdo familiar de los Laino-Camacho, que Oscar guarda con orgullo.

Nunca le dije a mis hijos que la chacra era mala palabra, solo hay que trabajar mucho, teniendo la tierra hay muchas cosas para hacer”

Oscar Laino, fruticultor de Roca

Su experiencia como fruticultor no fue nada sencilla. En esos años producía sólo manzana y “no valía nada, las empresas bien conocidas no pagaban. Te daban cheques para cobrar a 30 o 60 días que no te los cambiaba nadie. Reconvertí todo y puse también fruta de carozo para ponerle algo a la olla”, expresó.

Pasaron varios años y logró salir adelante. En la última década la situación mejoró para él. “Le estoy vendiendo a la Primera Cooperativa, es una empresa seria”, reconoció.

Actualmente produce entre 300 mil y 400 mil kilos de peras y manzanas por año. En esta fecha de cosecha comienza su trabajo a las 7 de la mañana. Al mediodía descansa un poco y después continúa, pero nunca se rinde .

“Los obreros se van temprano, pero nosotros no podemos porque hay que regar, tenés que cuidar porque hay mucha delincuencia”, agregó el hombre en una entrevista.

Oscar es un apasionado por producir en la tierra. Su huerta procura mantenerla bien cuidada. Para él la fruticultura es como construir una casa desde los cimientos, “empezás con la poda y vas haciendo proyectos, las variedades que vas a producir”, expresó emocionado.



Adherido a los criterios de
Journalism Trust Initiative
Nuestras directrices editoriales
<span>Adherido a los criterios de <br><strong>Journalism Trust Initiative</strong></span>

Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios