Para qué nos resulta de utilidad la escuela?

Redacción

Por Laura Collavini


Comencemos a analizarlo juntos

* Antes la información se recibía desde allí. En la actualidad, internet lo ofrece.

* Ofrece una función social. Los niños se relacionan con pares, aprenden a compartir, debatir, se reconocen por la afinidad o no hacia los otros y en la pertenencia a un grupo, con todos los aprendizajes implícitos que surgen desde allí.

* En general es la primera experiencia social luego del hogar.

* Ofrece cultura general.



Ahora comparto algunas reflexiones:


-Los niños y adolescentes ¿son los mismos que hace 100 años atrás?

-No.

– ¿Por qué?

Porque el mundo no es el mismo. Las familias tampoco ni las sociedades donde habitan. Reciben estímulos diferentes desde bebés y la vivencia tecnológica ocupa un lugar preponderante, como espacio de entretenimiento, conocimiento, comunicación y trabajo.

– ¿Por qué los colegios siguen ofreciendo lo mismo?

– ¿Es útil para relacionarse?

-Si.

¿Es útil el colegio para que las personas que asisten a él puedan conocerse?

Duda. En muchas ocasiones nos llevamos desde el colegio etiquetas que no se relacionan con la vida posterior. O se etiquetan a personas. Sería interesante observar el modo tal vez disfuncional de la institución educativa con las realidades actuales. Ejemplificando: los adultos tenemos trabajos que en general nos exigen más dinamismo, contactos, fluidez, agilidad, exigencia. Los padres cambiamos, los hijos también. ¿Los colegios…?

¿Podría ser más interesante en esto?

Por supuesto. Los recreos pueden ser laboratorios escolares. Es el espacio de tiempo donde suceden las situaciones más interesantes para la vida de una persona en crecimiento.
Elecciones de juego, con quien, cómo. Relaciones que se establecen, acuerdos, desacuerdos, peleas, debates. Inclusiones, exclusiones.

Si se aprovecha ese espacio para abordarlo en el aula, sería enriquecedor.

– ¿Eso se hace?

– No siempre, tal vez no con el objetivo que pretendo compartir.

– ¿Por qué?

– Porque los docentes cuando llegan al aula, tienen muchas cosas que hacer. Aunque sean profesionales responsables y dedicados, saben que tienen contenidos que dar, tareas por corregir y urgencias que cubrir. La pelea, por ejemplo, que los chicos le cuentan a la maestra que sucedió en el recreo termina siendo un relato de partes y acuerdos de perdón con el compromiso de no repetirse.

– ¿Sirve para algo?

– Ni

– ¿por qué?

– Porque el mundo actual cuenta con herramientas como la inteligencia artificial. Si no sabemos quienes somos, cómo resolver un conflicto, que tipo de relaciones quiero, si me gustan los hombres, mujeres, ambos o ninguno. Cómo plantear una duda, cuándo tengo ganas de llorar y por qué. Qué me divierte y todos los etcétera que son muchos, perdón mi francés pero “estamos al horno”. La inteligencia artificial nos va a manejar.

– ¿Acompañan los colegios a pensar, reflexionar, sacar conclusiones y debatir? ¿A tomar conceptos claros, hacer síntesis y comprender textos?

– Algunos, a veces, en ocasiones.
Observamos cada vez más que los niños terminan séptimo grado con conocimientos mínimos. Casi sin saber leer. Con una sensación de inseguridad

– Quizás estemos en tiempos de pensar que no deben ser denominados “estudiantes” sino simple y profundamente, personas.


Mientras escribo y planteo esto que implica una evolución, miles de niños no asisten a clases por paros docentes. Las escuelas están con profundos problemas edilicios, con dificultades de acceso.

Ya basta.

Licenciada Laura Collavini

Psicopedagoga laucollavini@gmail.com


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