Para Regina, «las ciencias de la alimentación son clave para su crecimiento»
La investigadora y exdocente universitaria de la UNCo pone en valor el rol de la Facultad de Ciencias y Tecnología de los Alimentos (FACTA) para el progreso de esta ciudad.
Esther Camacho pertenece a la primera promoción de egresados de la Facultad de Ciencias y Tecnología de los Alimentos (FACTA), de la Universidad Nacional del Comahue, con sede en Regina.
El próximo sábado 15, ella más el resto de sus compañeros de cursada y plantel de profesores y funcionarios celebrarán los 50 años del inicio del dictado de la Tecnicatura en Industrias de la Alimentación.

“Esta celebración excede nuestras historias personales. Como dice nuestra facultad, esta fecha nos recuerda que la UNCo con sede en Regina nació del sueño compartido de toda una comunidad. Fue una sociedad que sintió que necesitaba tener un centro universitario”, comenta esta profesional apasionada por las ciencias de la alimentación, que hoy a los 68 años, jubilada, su trayectoria revela compromiso, estudio, investigación y puestas en valor, también, de la educación pública.
Por esto, Esther es muy emotiva cuando refiere a las nuevas generaciones que llegan a esta facultad: “hay que seguir valorizando a la universidad, el esfuerzo de las familias, de la sociedad y del Estado para mantener viva una universidad pública…La debemos abrazar y cuidar más que nunca”.
Una vez egresada trabajó como docente en esta sede de la UNCo; también lo hizo en el CIATI INTI desde 1980 hasta 2018 como laboratorista en el sector fisico-química, absorción atómica, y en tecnologías de gestión. También fue asesora con varios emprendedores exitosos del Alto Valle.
El mundo de los alimentos, clave para el crecimiento
“La FACTA se ha ido consolidando como un referente académico, formando profesionales que se han dispersado en toda la región y país, y también fomentando la investigación de muchos temas relacionados con la industria alimentaria en toda la región”, enfatiza.
“Como alumna sentí que en mi paso por la facultad recibí todas las herramientas para después insertarme en el mundo laboral. Tuve unos excelentes profesores, que con toda la práctica que hacíamos salíamos bien ejercitados para los trabajos que me tocaron hacer. Y luego como docente, cuando uno enseña también aprende, el aprendizaje es continuo, así que fue un ida y vuelta con los alumnos”, rescata hoy.
“Nuestra facultad sumó una gran movida universitaria a Regina por los estudiantes que vienen de otras ciudades y regiones como por los docentes que se fueron radicando aquí a lo largo de estos 50 años de funcionamiento. Todos hemos salido enriquecidos como comunidad. Todos hemos sabido oxigenarnos unos a otros: unos por la frescura y los ideales de su juventud, otros por sus conocimientos, por la cultura diferente que nos sumaron y acrecentaron esa diversidad tan necesaria para ampliar mentes y horizontes”, resalta Esther, como iluminando su balance.
“El mundo de los alimentos es inmenso y evoluciona continuamente, por lo tanto siempre hay temas nuevos para investigar y capacitarse. Eso hace que los jóvenes egresados de nuestra facultad siempre tengan nuevos objetivos, nuevas capacidades. Si son curiosos siempre van a tener temas para investigar. Esto para Regina es más que relevante: es vital para crear y explorar nuevos futuros”, concluye la entrevistada.
Esther Camacho pertenece a la primera promoción de egresados de la Facultad de Ciencias y Tecnología de los Alimentos (FACTA), de la Universidad Nacional del Comahue, con sede en Regina.
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