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Plásticos y más de 13.000 sustancias químicas: la científica que estudia efectos en la acción hormonal

Una bióloga del Conicet habla de su trabajo sobre los "perturbadores endocrinos" y los efectos de la exposición a químicos presentes en productos plásticos y de uso personal, como los protectores solares.

Marina Olga Fernández es doctora en Ciencias Biológicas e investigadora adjunta del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) desde 2014, luego de hacer su postdoctorado en la Universidad de California, San Diego (Estados Unidos). Actualmente, desarrolla sus estudios en el Instituto de Biología y Medicina Experimental (IByME) en Buenos Aires. 

Desde su rol como científica, hace años que vela por conocer cómo los estímulos ambientales, en este caso los “perturbadores endócrinos” –químicos exógenos o mezclas de químicos que afectan cualquier aspecto de la acción hormonal- alteran negativamente a los sistemas endocrino, nervioso e inmune. Se dedica día a día a estudiar los efectos de la exposición a químicos presentes en productos plásticos y de uso personal, como son los protectores solares.

En medio de una gran incertidumbre por la situación del Consejo Nacional de Investigaciones ante los lineamientos del nuevo Gobierno Nacional, no deja de trabajar. “En particular estoy estudiando compuestos tales como Bisfenoles (componentes de los plásticos de policarbonato) o Benzofenonas (filtros UV) sobre la fisiología de la unidad hipotálamo-hipofisaria, usando aproximaciones in vivo e in vitro”, explicó la especialista. 

Uno de sus principales hallazgos en laboratorio fue probar que la exposición neonatal al Bisfenol A (BPA) predispone al desarrollo de alteraciones hormonales y ováricas que simulan el síndrome de ovario poliquístico, en un modelo de animal de laboratorio. Además, mostró que altera la respuesta hipofisaria a GnRH y el eje hipotálamo hipófiso tiroideo, según detalló la científica. 

El Bisfenol A es una sustancia química industrial que se ha utilizado para fabricar plásticos de policarbonato y resinas epoxídicas desde los años cincuenta. Así como el BPA, todos los plásticos están compuestos por sustancias químicas.

Si bien Marina se dedica a estudiar los efectos en modelos de laboratorio, se han evaluado efectos en humanos, con enfermedades que aparecen correlacionadas a compuestos encontrados. “Se han asociado la presencia de algunos de estos perturbadores con infertilidad, obesidad, diabetes, entre otras enfermedades. En Argentina, un grupo del Hospital Italiano encontró BPA en orina de mujeres embarazadas, con lo que los fetos están potencialmente expuestos”, aseguró.

“Vimos que hay efectos de una exposición neonatal en un modelo animal. Hay efectos después en la adultez, después de que la exposición haya cesado”, comentó y agregó que hay investigadores que vieron “efectos transgeneracionales” de los perturbadores endócrinos en animales.

En Argentina, se prohibió la comercialización de mamaderas que contenían BPA. “También se prohibió la comercialización de productos de uso personal conteniendo microplásticos, y el uso de plásticos de un solo uso en parques nacionales”, contó.

Otra pregunta se abre alrededor de los efectos de estos compuestos en el sistema nervioso de las poblaciones, que están siendo desarrollados en estos momentos. 

Expuestos a 13.000 sustancias químicas en los plásticos


“De acuerdo a un reporte del PNUMA y la Secretaría de los convenios de Basilea Rotterdam y Estocolmo, alrededor de 13.000 sustancias químicas están presentes en los plásticos y solo un 1% están regulados por tratados ambientales multilaterales.

Un 24% de los compuestos son de preocupación y no están regulados de manera armonizada entre los distintos países”

Marina Olga Fernandez, doctora en Biología, investigadora del Conicet

Un subgrupo de estos químicos son los que se llaman “perturbadores endocrinos”, bisfenol A y las benzofenonas.

¿Cuál es el problema con los plásticos? Que muchas veces no sabemos qué químicos son los que están presentes”, postuló. En ocasiones se conoce cuál es el polímero que los forma, como plásticos PET, pero se desconoce qué otros aditivos químicos tienen porque “muchas veces las empresas no te lo indican”, dijo Marina. 

A su vez, el sistema endocrino está formado por distintas glándulas que secretan hormonas y actúan en células o tejidos del cuerpo. Entre sus funciones, regula la reproducción, la tiroides, el crecimiento, la secreción de leche, el estrés. “Cualquier alteración que un químico pueda hacer sobre este sistema altera estas funciones vitales del organismo», aseguró la científica argentina. Sobre todo en épocas cruciales del desarrollo, como el período prenatal, neonatal, la adolescencia, puede llevar a enfermedades en la adultez.

“Creemos que el tratado global de plásticos es una oportunidad única para regular de manera global el uso de químicos de preocupación en productos plásticos”

Marina Olga Fernandez, investigadora del Conicet

Una motivación que nace por el ambiente


Su interés personal por el tema ambiental está presente desde que tiene uso de razón, pero Marina se sumergió en este campo cuando estaba haciendo su doctorado. “Mi director de tesis me propuso evaluar efectos de contaminantes ambientales sobre el sistema hipotálamo-hipofosario. Me puse a leer y uno de los que estaban siendo estudiados era el Bisfenol A así que me pareció un buen inicio”, contó. 

Luego, sumó otras influencias ambientales como la dieta y se fue a hacer su posdoctorado a Estados Unidos, donde indagó sobre los efectos de una dieta alta en grasas sobre la reproducción. Tiempo después regresó al país y ya se integró al Conicet (2014). 

Por su amplio desarrollo en la temática, la científica ya integra varios grupos y asociaciones científicas y de divulgación a nivel nacional e internacional. Es integrante del Comité de Asuntos Científicos y del grupo de interés especial en Perturbadores Endócrinos de la Endocrine Society. Además, es editora asociada del Journal of the Endocrine Society. 

A la vez es miembro de Science for Plastics Impacts Argentina (Sepia), junto con otros investigadores del país y aporta sus conocimientos y mirada a nivel mundial, como parte del Comité de Negociación del Tratado Global de Plásticos como miembro de la delegación de la Endocrine Society. Ya participó de tres instancias.


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