Promueven el uso de la fibra de cáñamo para la construcción en Río Negro y Neuquén
Los estudios del INTI determinaron que es apta para la construcción. Se pueden fabricar placas, ladrillos ecológicos, revestimientos interiores y exteriores, aislantes térmicos y acústicos, entre otros. Hoy, Francia es uno de los países más avanzados en el sector de la construcción con cáñamo.
La Fundación GEN y la empresa Modo Domo, con sede en General Roca, desarrollaron una placa de construcción de fibra de cáñamo, con el acompañamiento técnico del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI). El producto, advirtieron, abre oportunidades para la agroindustria y la construcción regional y ya se encuentra en la fase de escalado.
A partir de la fibra se pueden fabricar placas, ladrillos ecológicos, revestimientos interiores y exteriores, aislantes térmicos y acústicos, entre otros. «Es un aislante acústico, térmico, ignífugo (su característica superlativa). Con el INTI avanzamos con los ensayos necesarios para evaluar posibles roturas, pudrición, expansión y se determinó que la placa puede ser usada de manera estructural en la construcción«, resaltó Martín Ancaten Ureta, de la Fundación GEN y uno de los socios de Modo Domo.
El proyecto arrancó en 2023 desde la fundación que trabaja en el Alto Valle de Neuquén y Río Negro abocada al desarrollo de cannabis medicinal y del cáñamo industrial -desde la siembra, la adaptación genética, el desarrollo de cultivos y la búsqueda de productos asociados- para el que se buscan diversos usos. Se han fabricado aceites y harinas, se avanza en el desarrollo de bioinsumos aplicados al agro y ahora se finalizó la parte de construcción, junto con el INTI.

«La empresa Modo Domo hace construcción de tipo alternativo, basado en el uso de materiales amigables con el medio ambiente. Pensamos que era una buena alternativa desarrollar materiales para la construcción con fibra y, la placa estaba dentro de los materiales«, explicó Ancaten Ureta.
¿Cuáles son las ventajas del cáñamo? Los especialistas destacaron que abundan las ventajas desde la mirada empresarial y del medio ambiente. La planta presenta una infinidad de beneficios, desde la fitorremediación, oxigena la tierra cargándola de nutrientes y de esta forma, el suelo está protegido incluyendo áreas afectadas por la explotación hidrocarburífera. «Vengo de la industria maderera. Tuve corralón muchos tiempo y una de las ventajas de este cultivo es su origen vegetal renovable, a partir de cultivos anuales de cáñamo industrial, cuya biomasa útil se obtiene en solo 4 a 5 meses desde la siembra, a diferencia de los paneles derivados de madera, que dependen de ciclos forestales de 15 a 20 años», puntualizó.

La experiencia previa en Argentina
No se trata de un desarrollo inédito en el país. En los años 60, en pleno auge de la industria cañamera ya se fabricaban tableros de esa fibra en la localidad bonaerense de Jáuregui. La iniciativa estuvo a cargo de un belga. «Llegaron a fabricar las casas de la gente que trabajaba en esa planta, con placas de cáñamo. En esa localidad es famosa la algodonera que tomaba el residuo de la fábrica de placas y hacía ropa para el Ejército que se exportaba a Inglaterra», contó.

Sin embargo, añadió, este proyecto no prosperó porque «en 1969 los militares copiaron la Ley de Reagan» que tomó una postura muy dura contra el cannabis, impulsando políticas que reforzaron su prohibición y criminalización. «Se incluyó al cáñamo en esa misma legislación de estupefacientes, sin hacer distinción. Por ende, no se pudo desarrollar el cultivo y de un día para el otro, no hubo materia prima», añadió.
Hoy Francia es el país más avanzado en el sector de la construcción con cáñamo.
Basándose en esas experiencias, se avanzó en el Valle de Río Negro y Neuquén. El contacto con el INTI en Buenos Aires permitió cada prueba y ensayo que determinaron que es óptima para la construcción.

¿Cuál es el plazo para que la placa llegue al mercado? Luego de dos años de ensayos sobre aspectos técnicos, hoy están dadas las condiciones para fabricar. Sin embargo, la producción a escala comercial podría comenzar en dos o tres temporadas agrícolas, una vez que se consolide el abastecimiento de materia prima. En este sentido, Ancaten Ureta advirtió que el trabajo avanza en el desarrollo del cultivo y el industrial «para que cuando el cultivo avance, haya cantidades significativas y de esta forma, el productor no se tope con un mercado incipiente».
Esa preocupación surgió de experiencias en otros países, como Uruguay, donde se desarrollaron los cultivos, pero nunca hubo un desarrollo industrial. «El productor agrícola quedó preso de la variabilidad del dólar», dijo y agregó: «Hoy las cantidades en Argentina son de tipo de ensayo. Aspiramos a que entre temporada 2025 y 2026 y la siguiente las cantidades sean significativas para pasar a la etapa industrial».
Desde la fundación, admitieron que este avance representa un antes y un después: «Es una alternativa ecológica, de bajo impacto ambiental, hecha 100% en la Argentina y su potencial es enorme, en especial para zonas con desafíos climáticos como la Patagonia”.

Experiencias con cáñamo
La Fundación GEN realiza ensayos agronómicos con cáñamo industrial en Neuquén y Río Negro, para evaluar el comportamiento del cultivo en la región, con apoyo de gobiernos, universidades y productores locales. Actualmente trabajan en la adaptación de genéticas y la multiplicación de semillas, un paso clave para garantizar la escala productiva en el futuro.
También desarrollan productos para la industria medicinal y cosmética. En 2024 llevaron a cabo la primera extracción de aceite y harina comestibles de cáñamo, en fase de análisis para su aprobación comercial.
Las claves del cáñamo para la construcción
El primer paso que ya está en marcha es la multiplicación de semillas por parte de Fundación GEN. Estiman que por cada hectárea sembrada, se podrían obtener entre 3 y 10 toneladas de “hurds”, la parte leñosa del tallo de cáñamo (materia prima para realizar el producto).
En tanto, para fabricar una placa de 1,20 x 2,40 metros se requieren aproximadamente 30 kilos de fibra procesada.
El procesamiento del material se realiza con maquinaria convencional empleada en la industria de tableros de madera, lo que evita la necesidad de incorporar tecnología especializada.

La Fundación GEN y la empresa Modo Domo, con sede en General Roca, desarrollaron una placa de construcción de fibra de cáñamo, con el acompañamiento técnico del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI). El producto, advirtieron, abre oportunidades para la agroindustria y la construcción regional y ya se encuentra en la fase de escalado.
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